Dólar Obs: $ 909,06 | -0,85% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.348,67
IPC: 0,50%
Niños de 8 a 17 años del Colegio Elisa Valdés de Puente Alto:

El milagro musical de Bajos de Mena

jueves, 17 de diciembre de 2015

Romina de la Sotta Donoso
Cultura
El Mercurio

En solo tres años Francisco Cila ha consolidado una orquesta y un coro capaces de estrenar obras. Mañana dan un concierto gratuito.



El Colegio Polivalente Elisa Valdés está en el límite meridional de Bajos de Mena, en el extremo surponiente de Puente Alto. Estigmatizado como "el gueto más grande de Chile", recién este año empezó a ejecutarse la construcción de una comisaría y un cuartel de Bomberos para sus 122 mil habitantes.

En ese liceo, sin embargo, se ha producido un verdadero milagro musical. En solo tres años, su orquesta y coro alcanzaron un nivel tan alto que ya estrenan piezas compuestas para ellos.

"No esperaba tanto interés de los compositores chilenos, varios han propuesto escribirnos obras", dice Francisco Cila (1980), director de la Orquesta y Coro Colegio Elisa Valdés. Participan 50 instrumentistas -30 cuerdas, más maderas, bronces y percusiones-, y 30 cantantes, todos de entre 8 y 17 años.

Una de las obras que ya tienen en su repertorio es "Aquí y Ahora en el Sonido", creación de gran formato de Francisco Silva y Pedro Paredes que presentaron en San Felipe el mes pasado, con gran aplauso del público.

Y justamente esa obra estrenarán en Santiago mañana, en un concierto gratuito en su colegio (19:30 horas, Chiloé 1152. Coreduc.cl). Igualmente tocarán "Y su grito pasará también por mi garganta" de Francisco Cila; "Disfonía" de Esteban Correa, y "Son" de Francisco Silva. Las tres son de 2015 y en ellas los jóvenes puentealtinos actuarán junto con sus profesores de instrumento, quienes fuera de las aulas integran el Ensamble Móvil.

Porque este proyecto educativo-artístico no se agota en los arreglos de música clásica y popular. "Hacemos ese repertorio tradicional, pero lo complementamos con música actual, pues no excluimos las técnicas modernas de ejecución en el aprendizaje de los alumnos. Tal como un alumno aprende a pasar correctamente el arco por la cuerda Re, esa cuerda Re también la aprende a tocar col legno battuto (golpeando la cuerda con el dorso del arco). Y lo mismo pasa en la flauta; les enseñamos a hacer sonidos eólicos", explica Cila.

Por cierto que aprender técnicas extendidas abre el universo sonoro de todo músico y potencia tanto su destreza como su curiosidad. Todo eso se articula con otro factor clave: "También hacemos muchos ejercicios de improvisación guiada, que tienen mucha fuerza pedagógica. Son ideales para los alumnos más nuevos, que se acostumbran a esperar las indicaciones".

100% de asistencia

Cila destaca el compromiso del director del liceo, Alfredo Sandoval, y de la Corporación Educacional de la Cámara Chilena de la Construcción (Coreduc), propietaria del colegio, que asume el costo de los instrumentos y las clases. Cada alumno tiene una clase semanal de instrumento con un máximo de tres estudiantes en total por profesor; y los ensayos tutti (del pleno de la orquesta), son intensos: duran cuatro horas.

"Siempre me preguntan por el asunto social; pero nosotros no somos un parche social. Hacemos música, y a los alumnos les interesa y les gusta. Tenemos cien por ciento de asistencia; de 80 jóvenes, siempre siguen 70 al año siguiente, lo que es muy poco común a esta edad. Es fantástico trabajar con estos alumnos, que son muy responsables. Además, los jefes respetan el trabajo artístico, y los apoderados llenan el gimnasio en cada concierto", cierra Cila.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia