El limbo de la UC Silva Henríquez, el primer plantel privado que se sumó a la gratuidad
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Javiera Herrera y Carlos Said
Nacional
El Mercurio
Institución dice que planificó su 2016 sobre la base de la política del Mineduc y hoy está a la espera de nuevas definiciones.
En septiembre, luego que se informara que tres universidades privadas podrían acceder a la gratuidad 2016, la U. Católica Silva Henríquez anunció en su página web que ellos se harían parte de la política. "Nos interesa ingresar, porque la gratuidad va en la línea de lo que viene trabajando esta universidad hace 33 años, que se identifica con sectores vulnerables", señaló en ese entonces el vicerrector académico, Manuel Pérez. Así, se convirtieron en la primera universidad fuera del Consejo de Rectores (CRUCh) que se hacía parte del beneficio. Hoy, sin embargo, enfrentan una incertidumbre, como ellos mismos reconocen, pues no saben si la nueva fórmula de gratuidad que propondrá el Gobierno -tras el fallo del Tribunal Constitucional (TC)- los incluirá. El rector Jorge Baeza explica que la situación afecta a todo el plantel. "Nosotros ingresamos en la lógica (de gratuidad) y fuimos trabajando todo en función de ello: los aranceles para el próximo año, la negociación con los sindicatos. Hubo un reajuste que se hizo según el que había tenido el sector público", precisa. Además, en reuniones que tuvieron con el Ministerio de Educación les aseguraron que no iban a aumentar sus vacantes de manera desproporcionada para sacar provecho de la política, tal como se les pedía a los planteles que se rigen por el sistema de admisión de la PSU. Con una matrícula de 5.415 alumnos, la casa de estudios también había asumido que tendría un déficit cercano a los $500 millones, por la diferencia que se generaba entre los aranceles que pagaría el Mineduc y los que ellos efectivamente cobran. "Es una situación lamentable", resume Baeza. ¿Qué hacer? Mirko Jiménez, presidente de la federación de estudiantes del plantel, afirma que "con el fallo del TC todo es más incierto, porque no sabemos si el Gobierno buscará una alternativa para los estudiantes que habrían sido beneficiados". El Ejecutivo analiza varias fórmulas para asegurar la gratuidad. Una opción es la entrega de aportes basales a las 25 universidades del CRUCh, y en paralelo aumentar las becas de los institutos profesionales y los centros de formación técnica, una esquema que deja fuera a las universidades privadas. Al contrario, otra opción que sí permitiría sumar a planteles privados sería la tramitación de una ley corta. Sin embargo, si hay una alternativa que contemple a la UC Silva Henríquez, el rector asegura que se incorporaría. Esto porque la decisión de sumarse a la gratuidad se debió a sus estudiantes, que en su mayoría "trabajan para poder costear sus estudios, entonces podrían dejar de trabajar e incluso terminar en tiempo y mucho mejor sus ramos". No obstante, es crítico de la opción que baraja el Ejecutivo: "Lo que incomoda es que una vez más tengamos discriminación por no estar en el Consejo de Rectores, que es un tema que no le compete a uno". La U. Alberto Hurtado, otro plantel privado que podía acceder a la gratuidad, también recrimina que la política solo se dirija al CRUCh. "Es para nosotros una situación difícil, no nos gusta y como dijo el padre Montes (rector del plantel), acentúa un poco más la discriminación", asegura el prorrector Jorge Larraín. Aunque todavía no habían decidido adherirse al beneficio, afirma, el nuevo escenario "nos deja en una posición complicada, porque tenemos una alta proporción de estudiantes de los cinco primeros deciles". Según sus cálculos, la mitad de los nuevos alumnos iba a tener gratuidad. "Incomoda que una vez más tengamos discriminación por no estar en el CRUCh, que es un tema que no le compete a uno, sino que tiene que ver con fechas".
sería la forma en que los planteles técnicos se verían compensados tras el fallo del TC.
JORGE BAEZA
Rector UC Silva Henríquez
