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En medio del escándalo Jadue, lupa sobre las platas del fútbol:

ANFP genera ingresos por US$ 79,6 millones entre 2013 y 2014, pero clubes no rentabilizan esa bonanza y pierden US$ 36,6 millones en el mismo período

domingo, 06 de diciembre de 2015

Pablo Obregón y Claudia Ramírez
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio




Green Cross, Morning Star, Soinca Bata, Ferrobádminton y Deportes Lozapenco, por recordar solo algunos, tienen dos cosas en común: ya no existen como clubes profesionales, y mientras existieron, lo hicieron gracias a la billetera y la pasión de los múltiples "benefactores" que controlaron esta actividad por más de cien años, hasta que, en 2005, el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos promulgó la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SADP), que prometía profesionalizar el fútbol chileno y someterlo a las reglas que regulan cualquier actividad empresarial.

Diez años han transcurrido desde ese hito y algunas de las promesas se cumplieron: son parte de un recuerdo borroso los sueldos impagos por hasta seis meses, o las deudas previsionales y las huelgas de futbolistas, como la que en 1997 paralizó el torneo por casi un mes.

Sin embargo, hay cosas que no cambiaron: los clubes -ahora como SADP o sociedades anónimas abiertas en la bolsa - siguen manejándose de modo que, salvo contadas excepciones, generan millonarias pérdidas para sus propietarios. La gran diferencia, dice un alto dirigente del fútbol chileno, es que antes el problema lo arreglaba un empresario, pagando los sueldos o las cuentas del agua, sin ningún control financiero, y ahora lo hacen los dueños recurriendo a la figura -más sofisticada por cierto- del aumento de capital.

"El Mercurio" revisó los estados financieros de los 32 clubes de Primera División y Primera B, y constató que de ese total, seis lograron cifras azules durante el ejercicio 2014. El déficit total de la actividad llegó a US$ 20,6 millones el año pasado -de los cuales cerca de US$ 15,9 millones corresponden a pérdidas de equipos de Primera División-. En 2013, las pérdidas alcanzaron los US$ 16 millones. En total, la actividad generó pérdidas por US$ 36,6 millones en dos años.

Este panorama se presenta justo cuando el ex presidente de la ANFP Sergio Jadue se encuentra en Estados Unidos acusado de conspirar para solicitar y recibir sobornos y cohechos. El ex dirigente reconoció su participación en este caso -que involucra a prácticamente toda la cúpula del fútbol sudamericano y a los principales jerarcas de la FIFA-, aunque la cifra específica que recibió Jadue no ha sido informada por la justicia norteamericana. Versiones de prensa, no obstante, señalan que el FBI denunció que nueve de los diez presidentes de las federaciones que integran la Conmebol recibieron en 2013 pagos de parte de la empresa Datisa-Wematch, la firma que obtuvo los derechos de televisión y márketing de tres ediciones de la Copa América (2015, 2019 y 2023) y otros eventos.

ANFP vendió en US$ 106 millones los derechos televisivos

Este año tampoco se presenta auspicioso para los equipos chilenos. Hace unas semanas, las sociedades anónimas que controlan a los tres clubes más grandes de Chile -Blanco y Negro (Colo Colo), Azul Azul (Universidad de Chile) y Cruzados (Universidad Católica)- presentaron sus estados de resultados correspondientes a septiembre de este año, y los tres arrojaron cifras acumuladas en rojo.

Blanco y Negro perdió US$ 1,37 millones a septiembre; Azul Azul US$ 3,1 millones, y Cruzados, US$ 622 mil.

Pese a que la Universidad Católica o Colo Colo podrían ganar el campeonato nacional de fútbol hoy, ninguno verá incrementarse sus arcas por estos efectos, porque el premio para el campeón es solo un trofeo. Por ganar la Copa Chile, en cambio, sí hay premios en dinero: La U se llevó el 50% de la recaudación del estadio La Portada, de La Serena; Colo Colo, el 30%, y el 20% restante fue a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) después de descontar los gastos.

Lo paradójico es que el oscuro panorama económico que enfrentan los clubes se da justo cuando la ANFP ha suscrito los contratos más grandes para el fútbol chileno en toda su historia. En 2014, la ANFP firmó un contrato por US$ 56 millones con Nike como marca oficial de la selección chilena. La empresa estadounidense pagará ese monto en ocho cuotas anuales, de unos US$ 7 millones, hasta 2022. Esta cifra triplica el contrato anterior con la alemana Puma, que ascendía a US$ 18 millones por cinco años. La ANFP también vendió a Mega (del grupo Bethia, presidido por Carlos Heller, a su vez presidente de Azul Azul) los derechos televisivos de la selección para las clasificatorias al Mundial de Rusia 2018 en US$ 106 millones, cifra que equivale a seis veces lo que pagó Chilevisión por los derechos televisivos para las clasificatorias al Mundial de Brasil 2014.

Altas fuentes del fútbol chileno indican que la ANFP obtuvo ingresos por US$ 42,2 millones en 2013 y US$ 37,4 millones en 2014 (equivalentes a dólares de hoy). En total, se trata de US$ 79,6 millones en solo dos años. Junto con financiar los costos de la selección chilena y de administración de la propia ANFP, los excedentes son repartidos a los clubes.

A esto se suman los millonarios recursos que cada año reparte el Canal del Fútbol (CDF) a los 32 clubes profesionales, que son los dueños del 80% de ese canal (el otro 20% corresponde al empresario Jorge Claro y otros socios). En 2014, esta empresa entregó US$ 60 millones a los clubes.

En esta actividad se presenta una figura que no se da en otras actividades empresariales. La organización gremial que representa a los clubes (la ANFP) es el principal generador de recursos a través del producto selección chilena. Mientras que en cualquier otra actividad rentada son los socios los que mantienen al gremio a través de sus cuotas sociales u otros aportes. Esto explica que el presidente de la ANFP opere con altos grados de autonomía respecto de los clubes.

Préstamos habrían sobrepasado el límite

El éxito económico de la ANFP -a través del producto selección chilena- chorrea hacia los clubes de distintas maneras: el reparto de excedentes y, dos, la entrega de préstamos bajo la fórmula de adelantos de esos excedentes. En 2012, los clubes definieron que el monto máximo de esos préstamos sería de $50 millones anuales por club. Sin embargo, en varios casos esos adelantos habrían sobrepasado el límite máximo. De un total de $6.500 millones entregados en préstamos en cinco años, casi $4 mil millones se concentraron en cuatro clubes, según fuentes cercanas a la ANFP: Deportes Concepción, Unión La Calera -ligada a Jadue-, Santiago Morning y Deportes La Serena.

Sueldos que pagan los clubes de Primera crecieron 35%

Según dirigentes de varios de los clubes más populares del país, hay cuatro razones fundamentales para explicar por qué las transferencias de dinero desde la ANFP a las instituciones no se han traducido en mayores holguras financieras: la hiperinflación de los sueldos de los jugadores, la merma sostenida de la asistencia de público a los estadios, el desorden administrativo generalizado, y el incumplimiento de las normas que se impusieron cuando se crearon las SADP.

Entre 2013 y 2015, de hecho, los sueldos que pagan los clubes de Primera División crecieron 35%, considerando los catorce clubes que mantuvieron la misma categoría en este período.

Colo Colo, por ejemplo, es uno de los clubes que más incrementaron su planilla de sueldos en este período, pasando de $230 millones a $380 millones mensuales (ver infografía).

"Los sueldos de los futbolistas en Chile están absolutamente inflados. No tienen relación alguna con lo que producen", indica en reserva el presidente de uno de los clubes más populares del país. "Dependen de las emociones del presidente de turno", agrega otro.

En 2013, la ANFP implementó un mecanismo de control de gasto llamado Fair Play Financiero, que obliga a los clubes a gastar en jugadores y cuerpo técnico como máximo el 70% de su presupuesto. Desde entonces, seis clubes pequeños han sido sancionados con multas por infringir esa norma: San Marcos de Arica, Deportes Antofagasta, Universidad de Concepción, Huachipato, Deportes Copiapó y Coquimbo Unido.

Según dirigentes de uno de los clubes sancionados por esta norma, la ANFP no tenía capacidades de fiscalizarla; por lo tanto, nunca se aplicó a todos por igual. "Es una lástima y es injusto. Entonces, al final nadie la respetó", afirma.

Clubes perdieron 150 mil hinchas en cuatro años

Otro dato que ayuda a explicar el difícil momento económico de los clubes es que mientras aumenta el número de suscriptores del CDF, disminuye el número de hinchas que van al estadio. Si en 2011 el público asistente a los estadios fue de 1 millón 849 mil espectadores, en 2014 esa cifra fue de 1 millón 699 mil. Es decir, entre 2011 y 2014, el fútbol perdió 150 mil espectadores, según datos de Estadio Seguro y de los clubes.

"Los estadios están vacíos, y es porque el campeonato es pobre y malo", indica un dirigente, que prefiere mantener su nombre en reserva debido al complejo momento que vive el fútbol.

Otro dirigente agrega que con la actual estructura de costos de los clubes, la única manera de generar excedentes es con la venta de jugadores al exterior, situación que se presenta esporádicamente y que depende de situaciones tan azarosas como el surgimiento espontáneo de futbolistas talentosos. La inversión en formación que hacen los clubes es muy escasa como para poder hablar de un fútbol exportador, como sí ocurre en el caso argentino.

Universidad Católica es uno de los pocos clubes de Primera División que durante el último bienio han cerrado con cifras azules gracias a venta de jugadores. En 2013, por ejemplo, ganó US$ 420 mil. Ese año, además, recibió US$ 2,5 millones (con el tipo de cambio actual) por la venta de Gary Medel a Europa, y US$ 1 millón por la venta de Francisco Silva.

Jugar sin público, en algunos casos es más conveniente

Varios dirigentes coinciden en que algunas de las exigencias del Plan Estadio Seguro, creado por el Ministerio del Interior durante el gobierno del ex Presidente Sebastian Piñera, y los cambios incorporados a la Ley de Violencia en los Estadios han conspirado contra las finanzas de los clubes.

Esa ley estableció que, a partir del 15 de marzo de 2014, los estadios deberían contar con dispositivos de seguridad, como torniquetes y detectores de identidad, cámaras y circuito cerrado, cuya instalación tendría un costo total estimado entre US$ 20 millones y US$ 50 millones. Esa inversión solo se ha realizado parcialmente.

A esto se suma que, desde ese año, los clubes debieron hacerse cargo de la seguridad de los estadios, contratando guardias privados según el número de espectadores que vayan al estadio. Carabineros solo está a cargo de lo que ocurre en las inmediaciones de los estadios e interviene al interior solo cuando se desatan hechos de violencia.

El número de guardias y de dispositivos de seguridad -como los torniquetes que la autoridad exige a los clubes- depende de la cantidad de espectadores que vayan al estadio. Esto hace que, en algunos casos, sea más rentable jugar con el estadio vacío que con público, señala un dirigente.

Clubes no entregan estados financieros en varios años

Hasta esta semana, el fútbol chileno se encontraba dividido en dos bandos. Por un lado, los clubes afines al directorio de Sergio Jadue -Concepción, La Serena, Ñublense, Santiago Morning y la mayoría de los clubes de Primera B-, y por otro, un bloque integrado por Universidad Católica, Temuco, Audax, Huachipato y O"Higgins, que estaban por la limpieza total de la ANFP. Sin embargo, recién el jueves, los clubes se alinearon y pidieron inhabilitar a Jadue como dirigente de por vida.

Cercanos al ex presidente de la ANFP indican que la crisis financiera que vive el fútbol chileno es responsabilidad de la escasa capacidad de gestión de los dirigentes de clubes que hoy se disputan la testera del fútbol chileno y no de la ANFP. Esto, porque el ente rector del fútbol ha traspasado cientos de millones que genera la selección a los equipos de Primera División y de Primera B sin que eso se traduzca en mejores indicadores financieros.

Hasta el momento, la investigación que lleva adelante la justicia estadounidense se relaciona con sobornos de una empresa privada -Datisa-Wematch-, pero no se han mencionado daños económicos a las asociaciones de fútbol. Pese a esto, en Chile existe una investigación judicial relativa a si el financiamiento de los abogados de Jadue en Estados Unidos proviene de la ANFP.

Aunque la ley los obliga a entregar estados financieros, memorias y certificados de pago de obligaciones laborales y previsionales a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), no todos cumplen. El 25 de septiembre de este año, de hecho, la SVS notificó a Santiago Morning que el club no había cumplido con la entrega de información relativa a capital de funcionamiento y certificados de obligaciones laborales. Este club respondió a las solicitudes de la SVS en octubre.

Hoy, el presidente de Santiago Morning, Miguel Nasur, es uno de los dirigentes que han mostrado su disposición a participar en las elecciones para reemplazar a Jadue.


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