"La discriminación se disfraza de muchas maneras"
martes, 08 de diciembre de 2015
Por Gabriela García.
Oficina con vista
El Mercurio
1TVN pasa por un mal momento. ¿La mirada femenina es un aporte en crisis como estas? No cabe duda de que la industria pasa por tiempos difíciles. Además, nuestra estación es vista como una institución en un período en que todo lo institucional produce rechazo y sospechas. En este nuevo escenario, las mujeres podemos ser un aporte en la recuperación de la cercanía e identificación con la gente. 2La TV ha estado al mando de hombres por lo general, ¿fue muy difícil llegar a tener un alto cargo? Pertenezco a una generación de mujeres a las que no les fue fácil legitimarse. Primero tuvimos que hacerlo ante grandes periodistas autodidactas que nos miraban con resquemor porque pensaban que el periodismo no se aprendía en las escuelas, sino en la calle. Y luego, en casos como el mío, nos tocó enfrentar la censura, lo que nos fue dejando en cierta medida fuera de cancha. A muchos compañeros que volvían del destierro no les gustó mucho la idea de compartir con mujeres los espacios de los que habían sido desalojados por la dictadura. Más tarde, haber estado presa, exiliada o ser editora política de la revista Análisis donde se hacía periodismo de trinchera, fue también un estigma. Hasta que a comienzos de los 90 fui editora y luego directora de Medianoche en TVN y, años después de renunciar, la Presidenta Bachelet me propuso integrar el directorio del Canal. 3¿En qué se traduce la discriminación que le tocó vivir? La discriminación se disfraza de muchas maneras. Nadie te cuestiona abiertamente por ser mujer, pero una sabe que detrás de los pretextos se esconden muchos prejuicios. Yo no fui una excepción, pero a lo largo de mi carrera profesional tuve la suerte de trabajar con algunos jefes extraordinarios que vieron en la diversidad una cualidad y no una desventaja. 4¿Que haya más mujeres en las áreas de decisión es algo que nos hace más solidarias o más competitivas? Antiguamente los hombres estimulaban la competencia entre nosotras porque "a río revuelto ganancia de pescadores", y así se quedaban con la pelota. Pero en la actualidad, las mujeres estamos conscientes de que la solidaridad de género reditúa y hemos aprendido a sumar fuerzas. Obviamente, esto no excluye "el fuego amigo" de algunas desubicadas que a la larga salen perdiendo. 5Una vez Pilar Molina dijo que ustedes conformaban un Club de Lulú que se enfrentaba en el directorio de TVN al Club de Toby, que es mayoría. Sucede que en muchas circunstancias, aunque tengamos diferencias de posiciones políticas, nuestras miradas de género coinciden y, en otras, establecemos complicidades matizadas de humor frente a las proverbiales intervenciones machistas que protagonizan los hombres. Me explico: 1. María da su opinión sobre un determinado programa. 2. Carlos repite lo mismo cambiando dos o tres palabras. 3. Roque invisibiliza lo dicho por María, citando con entusiasmo a Carlos como si este hubiese descubierto la pólvora. Obviamente, esto no quiere decir que Lulú no tenga nada que aprender de Tobi. Sobre todo en materia de fútbol. 6¿Cómo recuerda la experiencia de materializar el Museo de la Memoria? Existen distintas maneras de enfrentar el dolor y de exorcizar el miedo. Una de ellas, muy respetable, implica dar vuelta la página. Otra, mirar de frente lo sucedido. Y esta última fue la opción que tomamos yo y un grupo de ex prisioneros: dar testimonio de lo vivido, querellarnos, y no rendirnos frente al olvido. Por eso, la invitación de la Presidenta a participar en la construcción del Museo, fue para mí un gran desafío. Durante la instalación del proyecto yo sabía que cada persona que entraba a mi oficina para donar, estaba entregando un valioso pedazo de su memoria y de su vida.ya
