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La recopilación de datos sufre por los costos, pero la pulverización asoma como nuevo uso:

La agricultura aún resulta estéril para los drones

jueves, 03 de diciembre de 2015

Newley Purnell, en Singapur y Jack Nicas, en San Francisco
The Wall Street Journal Americas
El Mercurio

Fabricantes de dispositivos no tripulados apuestan por este sector para diversificar sus fuentes de ingresos.



La china SZ DJI Technology Co., el mayor fabricante del mundo de drones para el consumidor, está poniendo la mira en la agricultura con el lanzamiento de un pulverizador de cultivos que probará si este negocio es un terreno fértil para la tecnología de dispositivos de vuelo no tripulados.

DJI, que ayudó a disparar la locura global por los drones con sus modelos de US$ 1.000 y fáciles de controlar, acaba de presentar un dron de ocho rotores a un precio de aproximadamente US$ 15 mil con el propósito específico de fumigar pesticidas, dijo un portavoz de la firma. El aparato, que cuenta con un tanque rociador de 10 litros y la capacidad de despegar con una carga de unos 22 kilos, puede volar durante unos 12 minutos.

El modelo puede rociar de pesticidas parcelas de tres a cuatro hectáreas por hora, dependiendo de la altitud a la que deba ascender, descender o girar para seguir la topografía del terreno.

Alimentado a batería, el DJI Agras MG-1 estará a la venta primero en China y Corea del Sur, aunque la compañía no especificó exactamente a partir de cuándo. En China, DJI comenzó a tomar pedidos anticipados desde la semana pasada. El dron llegará a otros mercados más adelante, dijo la compañía.

Con sede en Shenzhen, DJI ha tenido éxito en su venta de drones para consumidores y cineastas desde 2013, con ingresos que este año podrían superar los US$ 1.000 millones.

La empresa, que está valorada en unos US$ 8 mil millones según su última ronda de financiación, apuesta a que puede reproducir ese éxito en la agricultura. Su incursión en este sector podría abrir el camino para otros fabricantes de drones, o demostrar que la agricultura no es el cuerno de la abundancia que algunos esperaban que fuera para esta naciente industria.

La Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados, el mayor grupo representativo de este sector, ha promocionado la agricultura como el mayor mercado potencial para los drones. En un informe de 2013, el grupo, con sede en Arlington, Virginia, pronosticó que el agro representaría el 92% del impacto económico estimado de US$ 82 mil millones que tendrían los drones comerciales en EE.UU. entre 2015 y 2025.

Pero aun cuando el uso comercial de drones ha despegado a nivel mundial, la agricultura está lejos de capturar una gran proporción de este mercado. Hay menos empresas que solicitan la aprobación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) para utilizar drones en la agricultura que en actividades como el cine, la cartografía y la inspección industrial, según estudios recientes.

La FAA comenzó a aprobar el uso comercial de drones en septiembre de 2014. Apenas 90 de las primeras 1.355 aprobaciones de la agencia estadounidense fueron para la agricultura, según Piper Jaffray Research, muy por debajo de los 670 permisos para filmaciones aéreas.

La promesa de estos aparatos

Gran parte de la promesa de los drones agrícolas ha radicado en su capacidad para recopilar datos aéreos a gran escala. La información ayuda a los agricultores a administrar sus campos con mayor precisión, agregando o reduciendo la cantidad de irrigación o pesticidas cuando sea necesario. Hasta el momento, los drones agrícolas no han podido cumplir con su promesa porque proveer a los agricultores de datos para la toma de decisiones sobre sus cultivos es mucho más complejo que hacer un mapa o filmar una película, según los analistas.

Kespry Inc., un fabricante de drones comerciales con sede en Menlo Park, California, dijo que consideró inicialmente orientarse a la agricultura como su principal mercado, pero al final se decidió por la construcción.

A pesar de las complejidades, DJI no es el único fabricante de dispositivos no tripulados que apuestan por la agricultura para diversificar sus fuentes de ingresos. Henri Seydoux, presidente ejecutivo de Parrot SA, con sede en París, y que ha captado rápidamente el segmento inferior del mercado de drones para consumo, dijo que este año su empresa va a recopilar datos sobre más de 80 mil hectáreas para agricultores franceses. Aun así, los drones comerciales le aportaron a Parrot solo 5,6 millones de euros (US$ 6 millones) en el tercer trimestre, frente a los 44,4 millones de euros en drones para consumidores.

Los drones agrícolas "están en una fase temprana", dijo Seydoux. "Eso es válido también para todos los espacios comerciales. Hay mucha expectativa pero aún no aporta grandes resultados".

DJI está haciendo una apuesta diferente en la agricultura: la fumigación de cultivos en lugar de las inspecciones. En China, los productos químicos a menudo se esparcen a pie por trabajadores que portan los tanques como mochilas. Los drones mejorarían la aplicación de plaguicidas en zonas elevadas o húmedas de difícil acceso y limitarían la exposición de los trabajadores a los químicos, dijo Even Pay, un consultor agrícola de Beijing, que ha estudiado los métodos chinos de cultivo.

Los agricultores japoneses han rociado sus campos desde comienzos de los 90 con grandes helicópteros no tripulados fabricados por Yamaha Motor Co. La empresa comenzó a vender esos drones a los agricultores de Corea del Sur en 2005.

En mayo, la FAA aprobó el uso limitado de estos drones en EE.UU., y Yamaha está considerando la posibilidad de ofrecerlos en ese país.

Los analistas dijeron que los drones de fumigación de DJI probablemente tendrán problemas para ganarse a los agricultores occidentales, que por lo general operan áreas mayores. Las grandes granjas de EE.UU. han utilizado durante décadas pequeños aviones que pueden transportar cientos de litros de plaguicidas para rociar sus campos.

Robert Blair, un agricultor del estado de Idaho y vicepresidente del fabricante de drones comerciales Measure LLC, dijo que es optimista sobre el potencial de estas naves para recopilar datos, pero es escéptico sobre los drones de fumigación como los de DJI, que pueden llevar solo unos pocos litros de pesticidas.

Objetivo
Los drones agrícolas no han podido cumplir con su objetivo de proveer a los agricultores datos para la toma de decisiones sobre sus cultivos, lo que es mucho más complejo que hacer un mapa o filmar una película, según los analistas.

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