lunes, 16 de noviembre de 2015
Pablo Tirado
El Mercurio
La compañía lanzó Disney Accelerator, una incubadora que nutre de nuevas tecnologías sus departamentos. ¿El mejor ejemplo? B-88, el robot de "La Guerra de las Galaxias" nació de uno de esos emprendimientos.
Los primeros parques temáticos, el primer largometraje animado, la primera película en 3D. De una u otra manera, Disney se las ha arreglado para ver el futuro antes que otros, para ir a la vanguardia en prácticamente todo lo que se ha propuesto. Y mal no le ha ido porque la compañía que los hermanos Roy y Walt Disney fundaran en 1923 es hoy un gigante valorado en cerca de US$ 180.000 millones y se ubica como el segundo mayor conglomerado de medios del orbe. Es esa especie de "obsesión por innovar" lo que llevó a la compañía que hoy lidera Bob Iger, a crear Disney Accelerator. Se trata de una incubadora de alto perfil, que abrió sus puertas el año pasado y que le ofrece a un selecto grupo de emprendedores recursos por US$ 120 mil, ayuda en términos de propiedad intelectual y, probablemente lo mejor de todo, mentorías con los principales ejecutivos de la compañía, incluido el propio Iger. De hecho, el CEO de la compañía fue clave en conseguir uno de los mayores éxitos de la aceleradora: la startup Sphero. La fuerza la acompaña La pequeña compañía californiana experta en robótica es la fabricante de B-88, el robot que aparecerá en "El Despertar de la Fuerza", la próxima entrega de "La Guerra de las Galaxias", y que se convirtió en un éxito cuando llegó a las estanterías hace un par de meses. Fue el propio Bob Iger quien, en 2014, y bajo estrictas medidas de seguridad, conectó al equipo de Sphero con los cerebros de Lucasfilm -productora de la cinta y también de propiedad de Disney- para que comenzaran a trabajar en el proyecto. Y es que esa es justamente la idea de Disney Accelerator: rodearse de las ideas más innovadoras del mundo para aplicarlas luego en sus centenares de negocios. El proyecto está siendo desarrollado en conjunto con Techstars -una de las mayores aceleradoras del mundo- y pretende ser un laboratorio de ideas para la factoría de Mickey Mouse. Inteligencia artificial Si bien la aceleradora está pensada para trabajar de la mano con las grandes divisiones de la compañía, como son Marvel, Pixar o la misma Lucasfilm, los proyectos que ha apoyado distan mucho de ser 100% relacionados con el entretenimiento. El año pasado, por ejemplo, entre las startups que formaron parte del programa estuvieron Smart Toy, una compañía que desarrolla juguetes con inteligencia artificial y que tiene su máximo exponente en el peluche Ubooly, que habla y es capaz de entender al usuario. También fue parte de esa camada la startup Codarica, que crea juegos a través de los cuales los niños aprenden a codificar. En esa misma senda, los alumnos de la generación 2015 de la aceleradora parecen estar llevando a un nuevo nivel la meta de Disney de adelantarse al futuro. Así, por ejemplo, entre las 10 startups que fueron parte del proyecto este año está Emotiv, una compañía que desarrolló un aparato que rastrea los patrones cerebrales y permite a los usuarios controlar objetos virtuales y físicos con el pensamiento. "El entrenamiento físico es algo que la gente entiende, pero la noción de ejercicio y entrenamiento para el cerebro es un concepto todavía inusual", comentó hace poco a Fortune, Tan Le, el CEO de la compañía que espera vender el dispositivo a US$ 399. Este año, Disney también optó por apoyar a Imperson, una plataforma que se basa en la inteligencia artificial para que los usuarios puedan entrar en contacto y mantener conversaciones con personajes de que solo existen en el cine y la televisión. De la segunda generación, fueron dos las que más llamaron la atención de la compañía de Mickey Mouse. La primera de ellas es FEM, una startup que utiliza la ciencia del cerebro para determinar los videos que los espectadores quieren ver en realidad. Tanto le interesó esa idea a la compañía que, además de los US$ 120 mil que ya había invertido para acelerarla, puso luego otros US$ 3 millones. La otra estrella ascendente de la aceleradora es Open Bionics, un emprendimiento británico de prótesis biónicas impresas en 3D. Enfocadas en niños y con precios bajísimos en comparación a las tradicionales -US$ 500, versus US$ 20 mil - estos dispositivos llamaron tanto la atención de Disney que el próximo año llegaran al mercado al estilo de "Frozen", "Iron Man" y "Star Wars". SEGUNDA GENERACIÓN
La aceleradora cuenta con el apoyo de Techstars, una de las mayores incubadoras del mundo. Partió el año pasado y entrega recursos por US$ 120 mil, más el acceso a la red Disney.
