Promover el buen trato y sancionar el acoso laboral
domingo, 25 de octubre de 2015
Paula Flottes R.
Clasificados Económicos
El Mercurio
Desde trastornos depresivos hasta pérdida de la funcionalidad y problemas con el entorno pueden traer como consecuencia las situaciones de hostigamiento en el trabajo.
El acoso laboral o moral, conocido como mobbing , está contemplado en la legislación particular sobre la violencia en el trabajo. En el concepto genérico de violencia se incluye el mobbing , pero están también otras situaciones como violencia física que no llegan a ser tipificadas como acoso laboral, pero que afectan igualmente a las personas y a organizaciones. En cuanto a cifras del mobbing , no alcanzan a capturar la magnitud del fenómeno, ya que muchas veces no quedan registros de esto. No obstante, Elisa Ansoleaga, investigadora responsable del proyecto Fondecyt: "Dimensiones Organizacionales de la Violencia en el Trabajo en Chile" y académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, señala que en un estudio realizado por el CEM, con una muestra representativa de 3.010 trabajadores del territorio nacional, lo que más prevalece es el acoso psicológico, siendo el 12% del total de los encuestados mujeres víctimas de este tipo de situaciones, versus el 10% de los hombres". Consecuencias El mobbing es, sin duda, un tema histórico. Explica Elisa Ansoleaga que tiene que ver con el juego de distribución del poder en los espacios laborales, y que el trabajador es visto como tal, y no como sujeto de derecho. "Es un tema que hoy está más presente. Ha habido un avance en el discurso de los derechos de las personas en espacios de trabajo y ha ido adquiriendo distintas formas. Por eso el estudio analiza las dimensiones organizacionales más allá de las características de las víctimas y victimarios, o de la interacción entre ambos. Nos interesa conocer, en un nivel más macro, cómo opera la organización frente a estas situaciones". Y estudiar estas dimensiones facilita esclarecer las influencias de desigualdad socioeconómica y de género que influyen en el mobbing , ya que se da más en aquellas personas más débiles y de jerarquía ocupacional inferior. Agrega que los resultados preliminares arrojan que, en cuanto a clima organizacional, especialmente en el retail y la banca, se fomentan los valores de respeto, pero no siempre se traduce en prácticas cotidianas. Asimismo, en liderazgo y estilos de supervisión, sostiene que hay jefaturas rígidas que llevan adelante un bullying estratégico; es decir, ejercen presión sobre sus trabajadores sin importar el cómo. Y en la organización y diseño del trabajo, en muchas oportunidades hay demandas excesivas, y sistemas de recompensas que fomentan la competencia. Las consecuencias para la salud mental de los trabajadores son múltiples. "Desde trastornos ansiosos y depresivos, hasta cuadros graves que, incluso, pueden desencadenar en suicidio. El desafío está en que las organizaciones se hagan cargo del mobbing , de modo de promover el buen trato, y prohibir, limitar y sancionar conductas que puedan llevar al desarrollo de violencia en el trabajo".
