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El Chile censurado de Carmen Luz Parot

viernes, 09 de octubre de 2015

Por Magdalena Andrade N.
Wikén
El Mercurio

El miércoles se estrenó en CHV, en horario estelar, "Chile en llamas", la nueva serie de esta documentalista que recoge casos de censura, polémicas y marginaciones que han afectado obras artísticas en el país, como "Prat", la "Baby Vamp" o la "Casa de vidrio". Aquí, su realizadora adelanta lo que se verá y dice por qué cree que la censura no siempre tiene los efectos que buscan sus impulsores: "La mayoría de las veces no vence".



Allí, entre las casi 350 personas que llegaron a la avant première de la "La última tentación de Cristo", la noche del 11 de marzo de 2003 en el Cine Arte Alameda, estaba ella: la documentalista Carmen Luz Parot, con su cámara en mano, recogiendo imágenes de un acontecimiento que marcaba un hito en Chile.

Después de 15 años desde su estreno, en 1988, la película de Martin Scorsese por fin podía exhibirse públicamente en el país. Sin censura.

Meses más tarde, en una entrevista, ella misma adelantaba su intención de recopilar material sobre otras obras censuradas para realizar un posible documental que hablara del tema en Chile.

Doce años después, esa posibilidad se convirtió en una certeza: el miércoles se estrenó, en el horario prime de Chilevisión, "Chile en llamas", una serie de siete capítulos que muestra cómo este tema ha afectado a las creaciones artísticas en el país. Un programa que trae a la memoria, por ejemplo, el escándalo de "Prat", la obra de teatro de Manuela Infante que en 2002 mostró al prócer con dudas y temores. O la expectación que surgió con la "Casa de vidrio", que tuvo en el año 2000 a la actriz Daniella Tobar por dos semanas haciendo su vida en un cubículo transparente instalado en el centro de Santiago.

-Al contrario de lo que se piensa, a ningún documentalista se le ocurre una idea de la noche a la mañana para ganar un fondo. Es un proceso autoral. Tengo varios proyectos paralelos en los que voy leyendo, observando, haciendo investigación -cuenta Carmen Luz Parot, periodista de profesión y documentalista por necesidad: la de mostrar historias no cubiertas habitualmente por los medios de comunicación. Como la de Víctor Jara, que nació como una nota de TV y que terminó, en 1999, como el aplaudido documental "El derecho de vivir en paz". O la de los detenidos en el Estadio Nacional en septiembre de 1973, que dio pie a "Estadio Nacional", de 2003.

Para "Chile en llamas" fueron años de investigación sobre el tema, cuenta. Primero, dividida por disciplinas, junto a un equipo de expertos que recopiló información sobre música, literatura, teatro, artes plásticas y cine. Luego se buscó una narración cronológica de los contenidos, dividida por décadas. Finalmente se llegó a la estructura que hoy presenta la serie: cada capítulo habla de la censura en torno a un tema -los desnudos, el género los símbolos patrios, la autoridad, la moral-, y tres de ellos están centrados en los años de dictadura.

-La serie está organizada por tipos de censura, que no se entienden sólo como censura previa, sino también como la marginación, los escándalos, el rechazo -explica la documentalista, quien hizo este trabajo con fondos del Consejo Nacional de Televisión:

-Son programas caros, porque tienen mucha investigación, mucho archivo, y la TV no está en condiciones de poder solventarlo, porque los ratings no son masivos (...) Hoy echo de menos programas como "Nuestro siglo" o "Chile íntimo"; la TV perdió ese prime porque empezó a escuchar la voz de directores de contenidos que eran como gerentes de supermercado.

DAR EN EL CLAVO. Fue difícil por todas partes. Además de la investigación exhaustiva y la dificultad para conseguir imágenes de archivo, cada capítulo de "Chile en llamas" tiene entrevistas a los artistas involucrados y a quienes fueron protagonistas de la época.

-Este programa tiene un ritmo que puede ser un poco más lento, pero es muy interesante; son temas que están en el aire y se discuten en todas las mesas de Chile.

El programa mostrará casos emblemáticos y otros más recientes, como la reticencia de una de las empresas del Transantiago a exhibir uno de los afiches de la película "Joven y alocada", en 2012, o los problemas que tuvo la película "Fuerzas Especiales" por usar la imagen de Carabineros de Chile.

La idea del programa, dice la documentalista, no es juzgar los hechos, sino generar un diálogo sobre por qué han existido estas reacciones en torno a cada obra.

Después de terminar "Chile en llamas", Carmen Luz Parot sacó una gran conclusión en torno a la censura: no siempre tiene los efectos que sus impulsores quisieron conseguir.

-Provoca desazón y un esfuerzo muy grande en los artistas, pero la mayoría de las veces no vence. Un ejemplo es el de Pablo Perelman. Él cuenta que con su película "Imagen latente" (de 1987, sobre un fotógrafo que sigue la huella de su hermano detenido desaparecido), no tenía más esperanza de que fuera vista por poco público. Pero la prohibición la convirtió en un fenómeno: no hay chileno que no la haya visto a escondidas. Si produce mayor atracción para verlo, eso dice que el artista dio en el clavo. Y generalmente son buenas obras, que permanecen y se engrandecen en el tiempo.

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