"Cuidado si excavas, porque puedes hallar una momia". Ese dicho común entre los ariqueños se aplica al faldeo noroeste del histórico Morro, junto al sendero peatonal de acceso a la cima del peñón, donde al interior de un terreno privado, precariamente cercado, junto a casas y calles de tierra, conviven en un minivertedero toda clase desperdicios con vestigios de momias, fardos funerarios y osamentas. El lugar corresponde a un sitio arqueológico ubicado en pleno centro de Arica, a menos de cinco cuadras de la Catedral de San Marcos, donde habría restos de la cultura Chinchorro con una data superior a los cinco mil años.