Los economistas concuerdan que, con la expansión de 4,4% del gasto, la meta de balance estructural quedó aún más lejana y que ya es "casi imposible" sostener que llegarán al equilibrio en 2018, como se estableció el año pasado. "Esto fue un primer paso, pero hay que hacer muchos esfuerzos adicionales los próximos años para seguir reduciendo el déficit efectivo y el estructural", dice Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile. Agrega que es clave plantear reducciones graduales en los años siguientes y establecer una trayectoria. Rodrigo Cerda, de Clapes-UC, plantea que habría sido ideal empezar la reducción del déficit efectivo inmediatamente.