El banco de inversión Goldman Sachs estimó que el precio del cobre finalizará el año en un nivel de US$2,1772 por libra (US$4.800/tonelada), en un contexto de baja demanda por parte de China y pese al cierre de capacidad de algunos minerales en el mundo, los que justamente se han visto afectados por un menor nivel de pedidos del mineral rojo.
Así lo señaló en un informe enviado a sus clientes, en donde sostiene que la presión sobre el commoditty continuará en 2016, ejercicio para el cual pronostica precios aún más bajos, hasta cerrar el año en un nivel de US$2,0411 por libra (US$4.500/tonelada).
"Más recientemente, algunos de los principales cortes de suministro - tanto por los precios y no relacionados con los precios- han llevado al mercado a preguntarse si continuará el mercado bajista del cobre en 2016. Consideramos que los recortes relacionados con los precios fueron principalmente una confirmación de la debilidad de la demanda, sobre todo en China y un número de mercados emergentes. Dicho de otra manera, la falta de demanda es lo que provoca que los productores de alto costo cierren capacidad, o actualicen sus instalaciones existentes con el fin de reducir los costos. Mientras tanto, los recortes no relacionados con los precios son normales para el mercado del cobre y de este modo anticipamos que en gran medida el `ciclo de oso` (bear cycle) continuará por los riesgos de demanda sesgados a la baja", señaló Goldman Sachs en el reporte.
En ese sentido, la entidad proyecta un exceso de demanda en el mercado del cobre de 500 mil toneladas al menos hasta 2019, lo que según sus cálculos reafirman sus estimaciones de precios bajistas para los próximos años.
De la misma forma, Goldman Sachs expone una lista de catalizadores potenciales para los próximos movimientos importantes a la baja para el precio del cobre, los que deberían darse entre noviembre y marzo de este año.
Entre ellos ubica la decisión de tasas de la Reserva Federal estadounidense, para la cual se espera un movimiento alcista en una de las próximas dos reuniones del comité de la Fed, ejerciendo presión sobre la fortaleza del dólar y los mercados emergentes.
A ello agrega una acumulación de stock de cobre entre octubre y marzo, lo que sumado a la falta de señales de reactivación de la demanda china, seguirá presionando los precios en este período.
Por el lado contrario, ve entre los riesgos a su visión bajista un repunte más fuerte de lo esperado de la demanda china, aunque sostiene que el mercado ya descuenta este hecho.