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Comandante en jefe en el Día de las Glorias del Ejército:

Oviedo llama a la cohesión nacional y dice que el país "debe" exigir un estándar ético mayor a los militares

sábado, 19 de septiembre de 2015

IVÁN MARTINIC
Nacional
El Mercurio

El general asegura que Chile tiene el respaldo de un "ordenamiento que se ha construido con mucho esfuerzo en mucho tiempo". Por lo tanto, agrega, "la responsabilidad está en que eso se mantenga y seamos capaces de salir de este momento complejo".



Humberto Oviedo Arriagada tiene 14 años y junto a sus compañeros de primero medio está en plena clase de educación física en el Instituto Nacional.

De pronto alguien detiene los ejercicios y les pide que se cambien de ropa. "Algo está pasando en el centro", comentan.

Aunque ese día había un paro estudiantil, sus padres, el retirado coronel de Ejército Jaime Oviedo y Lucía Arriagada, lo habían enviado a clases.

Ese día era martes. 11 de septiembre. De 1973.

"Salimos a la calle Arturo Prat y vimos que mucha gente corría desde el centro hacia el sector del Instituto. Nos dimos cuenta de que teníamos que irnos y ahí escuchamos los primeros bandos", recuerda Humberto Oviedo 42 años más tarde, convertido en comandante en jefe del Ejército.

Hizo dedo y una camioneta lo llevó a Plaza Italia. En el trayecto oyó la primera pasada de los Hawker Hunter sobre La Moneda. Una micro Bilbao-Lo Franco lo dejó en su casa de Las Condes. "Me costó bastante", dice.

Dos años después ingresaba a la Escuela Militar. No fue el "11" lo que motivó su elección, asegura, sino la tradición familiar y el deseo de servir.

"Creo que no me equivoqué", reflexiona horas antes del Día de las Glorias del Ejército 2015.

Sus semanas previas, sin embargo, no fueron sencillas. Dos veces asistió a la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados para decirles a los parlamentarios que el Ejército ha hecho cuanto ha podido para aportar información sobre casos de derechos humanos a la justicia y que los pactos de silencio no existen en la institución.

-General, podemos hablar del momento del país, de la crisis de confianza, de la economía desacelerada...

-Efectivamente, hay una sensación y algunos elementos que son más objetivos. Problemas desde el punto de vista económico que arrastra una realidad local, pero también regional y mundial. Chile es un país ordenado desde el punto de vista macroeconómico y, en términos generales, tiene cuentas muy sanas. Lo dicen también expertos del mundo y los organismos internacionales: Chile tiene una posibilidad de enfrentar estas situaciones de ciclos complejos mejor que otras realidades, y eso, a veces, no se dice mucho. Y creo que es bueno plantearlo, especialmente en momentos como este, en septiembre, cuando todo el mundo quiere aunarse en una fecha que es de celebración, de optimismo, de alegría. Por eso en ese ámbito quisiera ser un poco más responsable y decir que no todo es malo. Chile tiene el respaldo de un ordenamiento que se ha construido con mucho esfuerzo en mucho tiempo, por lo tanto la responsabilidad está en que eso se mantenga y seamos capaces de salir de este momento complejo.

-¿Cree que Chile es un país cohesionado?

-Si ve los medios de comunicación, obviamente hay una mirada confusa, de desconfianza, en que se mira muchas veces, pero con preocupación, que las instituciones no responden a las expectativas que la gente desea. Pero diría que el chileno, analizando su ADN profundo, ante contingencias graves se cohesiona fácil y rápidamente, y eso se ha demostrado en las contingencias que hemos tenido de grandes catástrofes o incluso ante logros deportivos como ganar la Copa América. Chile necesita cohesión para enfrentar una situación particular de pérdida de confianza importante en las instituciones.

-El Ejército no ha escapado a estos cuestionamientos recientes por casos de derechos humanos

-Creemos que como institución, con una exposición documentada, dimos a conocer primero que no hay ninguna falta de entrega de información en relación a los tribunales, porque no podríamos, estaríamos cometiendo una falta gravísima. Eso está acreditado incluso en un documento del presidente de la Corte Suprema, que nos entrega una nota en la cual agradece todo el trabajo que hicimos en 2014, en el cual completamos el 100% de los requerimientos de los tribunales en función de los ministros especiales. En este año vamos con un porcentaje muy importante. Solo nos quedan 40 requerimientos de más de 180 por completar y estamos trabajando en eso. Posteriormente ahí se planteó dejar claro que no existe ninguna forma de pacto de silencio institucionalizada, y eso el ministro de Defensa fue muy claro en explicarlo. Por otro lado en cuanto a las personas que estarían en situaciones contractuales con el Ejército y que han sido involucradas en situaciones de alguna causa de derechos humanos se aclaró que ninguno de ellos puede seguir en la institución. Por razones incluso de secuencia de cómo contratamos tanto a civiles como civiles de procedencia militar, porque tienen que tener papeles de antecedentes especiales para trabajar en el Ejército o en las FF.AA.

-El ministro de Defensa anunció que le había pedido a usted una investigación sobre el destino de los archivos de la DINA y la CNI, y su eventual destrucción. ¿En qué está?

-Efectivamente, lo conversamos con el ministro, hay un documento que está pronto a ser recibido desde el ministerio en el que tomaré conocimiento de cuál es el requerimiento formal para poder esclarecer cualquier duda o interpretación. Ahora, formalmente, en los archivos que tenemos hoy, responsablemente debo decir que no existen archivos de la CNI en la DINE. Eso no está. Ahora, lo que vamos a hacer, una vez que nos llegue el requerimiento, es descartar en toda la información que tiene la DINE que no haya ningún residual o elemento que sea producto de eso -que hipotéticamente podría haber- y que tenga alguna relación con alguna causa o elemento que algún ministro requiera.

-En el Congreso, el diputado Teillier le preguntó si el Ejército estaría dispuesto a participar en un golpe de Estado

-En esa misma sesión el ministro (de Defensa) creo que fue muy claro y explícito en decir que eso era llevar al comandante en jefe del Ejército a meterse en política, o a un elemento que no correspondía a mi condición. Creo que la respuesta está más que clara porque hemos sido muy respetuosos del orden constitucional. Diría que la institución en todo este tiempo ha dado muestras claras del respeto al orden institucional, la autoridad política, por lo tanto estamos concentrados en seguir haciendo nuestro trabajo en ese ámbito, potenciando nuestras capacidades y para que la gente se sienta súper tranquila, decir por qué existe el Ejército. Si uno hace una mirada desde 1810, el Ejército existe como una necesidad de defensa de la patria y creo que cuando los libertadores, tanto Carrera como O'Higgins, generan este movimiento para buscar la libertad, lo primero, y en especial en el caso del general ´O'Higgins, ve la necesidad de profesionalizar una fuerza militar para tener una constante defensa y mantener la libertad. Ahí está el fundamento de por qué Chile requiere tener un Ejército o Fuerzas Armadas, en lo general. El Estado se debe proteger de distintas fuentes de amenazas, que son variadas, en la época de la independencia fue esto y posteriormente mantener un territorio que proteja sus fronteras, su identidad, su cultura, sus riquezas naturales y otras que se habían desarrollado, y también cuando hoy hace un análisis de cómo han ido mutando este tipo de amenazas, somos un elemento muy importante para la protección de la población, y eso está definido incluso en el Libro de la Defensa.

Auditoría externa

-El Ejército enfrenta casos de presunto fraude. ¿Se puede hablar de corrupción?

-Como en todos los casos, cuando se genera este tipo de vulnerabilidades, las personas que han faltado a la probidad cometen corrupción. Ellos son corruptos. En la institución tratamos de ser lo más transparentes.

Para reforzar ello, el general Oviedo anuncia una medida sin precedentes: en los próximos días se conocerá a la empresa ganadora de una licitación para realizar una auditoría externa al uso de los fondos de la Ley del Cobre. Con la reserva propia de los antecedentes que allí se manejan, explica, la idea es identificar "cualquier vulnerabilidad adicional" en un proceso que hoy tiene controles internos, en el Ministerio de Defensa y en Contraloría.

Cuando se falta a esta ética, reconoce, es "complejo y doloroso, porque uno ve que falta capacidad para lograr que esas personas adhirieran a los valores fundamentales de la institución. Por lo tanto, nunca vamos a descansar en seguir inculcando en nuestra gente que el honor es el elemento central del actuar de un militar".

-¿Puede la sociedad chilena exigir un estándar ético más alto a los integrantes del Ejército?

-No puede, debe. Es una realidad entre nosotros: nos sometemos a estándares superiores al normal de los ciudadanos. Me refiero incluso a las penas del Código de Justicia Militar en estos casos. Las personas procesadas por este fraude llevan más de un año presas. Si hubiesen estado en la justicia civil, ya estarían sueltos. Por lo tanto, los estándares de sanciones son muy duros. Y justamente tiene relación con que las responsabilidades que nos entrega la sociedad son administrar las armas y el poder de la defensa. Llevar por primera vez auditores externos al Ejército es para sentirnos con la conciencia tranquila de que estamos haciendo lo mejor para liberar cualquier duda de que algún proceso está viciado.

Las labores de inteligencia del Ejército

-¿El Ejército tiene agentes de inteligencia?

-Sí, claro. Sus tareas son reservadas porque justamente están amparadas en la Ley de Inteligencia. Creo que es muy importante que la ciudadanía lo conozca: los servicios de inteligencia institucionales operan en función de la Ley de Inteligencia, y eso tiene toda una estructura y todo un procedimiento que lo ampara justamente esa ley.

-¿Pero el foco de esa tarea tiene que ver con el escenario externo y limítrofe?

-Las funciones de los servicios de inteligencia institucionales son para siempre tener la mejor información, y esta se traduce en inteligencia que es una... Al final, el trabajo de la información cuando uno hace un análisis y un valor útil de esa información es para poder tomar medidas de protección, de poder adelantarse a hechos, de involucrar nueva tecnología y tiene que ver con la defensa del país. Ese es nuestro principal rol.

El aporte en La Araucanía

-¿La Araucanía es una nueva frontera interior? En la semana, un retén de Carabineros fue atacado y se robó armamento.

-La evaluación que tiene que hacer la autoridad tiene que ir en función de los elementos que tenga disponibles para hacer frente a eso -responde en alusión a Carabineros y a la PDI- cualquier elemento adicional va a tener que ser una evaluación que haga la autoridad para ver en qué medida podría haber elementos complementarios o subsidiarios del Ejército o de las FF.AA. que puedan cooperar a que eso se aminore".

-¿Qué aportaría el Ejército?

-Por ejemplo, información respecto del territorio, cuando hacemos reconocimientos o vamos a comunidades como Lonquimay, saber cuáles son las carencias y hacer caminos de penetración a las comunidades a través del Cuerpo Militar del Trabajo son aportes concretos.

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