lunes, 14 de septiembre de 2015
Pablo Tirado
El Mercurio
Se calcula que existen cerca de 55 iniciativas a través de las cuales las diferentes naciones del mundo buscan atraer a emprendedores e innovación a sus territorios.
Lo decía un informe de EY publicado la semana pasada: la innovación y el emprendimiento son la clave para el crecimiento económico de los países. Y con lo mercados cada vez más turbulentos, son muchos los gobiernos que están apostando por programas de apoyo a generación de startups (empresas de alto impacto) para potenciar sus respectivos ecosistemas. De hecho, a fines de noviembre se realizará el Startup Nations Summit 2015, una cumbre anual que reúne a la mayoría de las iniciativas que están apostando por el emprendimiento y la innovación alrededor del mundo. Modelos distintos De hecho, se calcula que existen 55 iniciativas de ese tipo repartidas en los cinco continentes. Sus focos y modos de operar son diversos. Así, por ejemplo, existen algunas como el programa Startup Denmark, a través del cual el gobierno danés busca encontrar emprendedores de alto impacto en el mundo: su oferta consiste en trabajo y residencia garantizada por dos años y la posibilidad de extenderla por otros cinco años. Distinto es el caso de Startup Maroc, iniciativa africana que está compuesta a su vez por otras pequeñas iniciativas y que busca entregar apoyo a los emprendedores en distintas etapas, pero sin un monto específico en dinero. De todos, uno de los más conocidos y exitosos del mundo es Start-Up Chile, iniciativa de la Corfo, que nació en 2010 y que hasta 2014 ya había apoyado a más de 1.000 empresas. El formato del programa chileno entrega $20 millones a los emprendedores para que desarrollen sus proyectos durante seis meses, además de una visa de trabajo por un año. El programa -que logró sobrevivir con éxito al cambio de gobierno- ha evolucionado hasta tal punto que acaba de lanzar un nuevo fondo de seguimiento por $63 millones para ayudar a las compañías a seguir escalando. Junto con eso, también presentaron "The S Factory", una preaceleradora orientada a fortalecer el emprendimiento femenino. El éxito del programa Start-Up Chile ha sido tal que ha participado en el desarrollo y diseño de diferentes startups país, entre las cuales están Start-Up Perú, Start-Up Brasil, Start-Up Jamaica, Magic (Start-Up Malasia) y Start-Up Corea del Sur. Además, recientemente Sebastián Vidal, ex director ejecutivo del programa en Chile, partió a Puerto Rico contratado por el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de ese estado, para implementar un modelo similar al chileno, pero adaptado a la realidad portorriqueña. "Puerto Rico es particularmente atractivo por muchas cosas, pero principalmente por su posición logística aventajada en el globo. Es parte del gigante norteamericano, con todo lo que eso implica, y, a la vez, tiene importantes lazos con Europa, principalmente España", comenta Vidal desde Puerto Rico. Dada la proliferación de iniciativas, Vidal cree que es vital que cada ecosistema cumpla su rol, resolviendo los problemas que más pesen en sus economías del conocimiento. "Es importante la proliferación de startups que se está dando a nivel mundial, pero debe desarrollarse con responsabilidad y diferenciación para no sobrecargar de programas de emprendimiento en el mundo, pues, al final, lo que importa es la sostenibilidad: que se creen compañías sólidas", dice.
