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"Logramos despegarnos por 30 años de América Latina y ahora volvemos a ser un país mediocre, conflictivo y populista"

domingo, 23 de agosto de 2015

Valeria Ibarra
El Mercurio

Axel Kaiser, director ejecutivo de la Fundación para el Progreso:

En los últimos diez años la idea de la igualdad se instaló en el discurso público y alimentó el programa de la Nueva Mayoría. Axel Kaiser, director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, dice que el libro "El otro modelo", de Fernando Atria y otros autores, sintetiza ese proceso, que -a su juicio- "nos está llevando a cometer una de las mayores estupideces de nuestra historia: deshacerse de las instituciones que nos hicieron avanzar". El abogado y doctor en Filosofía de la Universidad de Heidelberg optó por contrarrestar la influencia de ese texto con otro, que lanza esta semana y que se llama "La tiranía de la igualdad".

-¿Es contrario a la igualdad?

"Soy partidario de la libertad personal, de la dignidad de las personas, que las personas tomen sus decisiones como ellas quieran, siempre y cuando no dañen a terceros. Que cada uno pueda buscar su proyecto de vida como le parezca. De ahí pueden seguir resultados desiguales o iguales, que yo respeto".

-Hay talentos que la economía pierde por no dar oportunidades. ¿No hay que dar igualdad de oportunidades para que emerjan estos talentos?

"El aumento de recursos en educación no conduce necesariamente a mejores resultados. Incluso si pusieras a los mejores profesores en las escuelas más vulnerables -que yo apoyo, pero sería imposible por oposición del Colegio de Profesores, dominado por el Partido Comunista-, no se trataría de igualdad de oportunidades, sino de levantar a todos. Pero el énfasis del Gobierno es la igualdad, independiente de si estamos mejor o peor. Nicolás Eyzaguirre dijo que había que bajar de los patines a los que andan más rápido: empeoremos a algunos para que se igualen a otros. Eso es lo perverso del igualitarismo, porque no mejora a nadie. Es una doctrina que en parte se basa en la envidia y conduce a la mediocridad".

-Los chilenos de a pie, no la élite política ni los partidos, ¿optarían por más igualdad en detrimento de su libertad?

"Eligen libertad. Cuando un padre ve jugar fútbol a su hijo, no le dice "jugaste igual"; dice "fuiste el mejor". A sus hijos e hijas les dicen que quieren que tengan las mejores oportunidades, que les vaya mejor y todo eso es incompatible con la tiranía de la igualdad, porque según la teoría de que todos tienen que tener las mismas oportunidades, ningún padre le puede dar a sus hijos mejores oportunidades que las que otro padre les dé a sus hijos. Eso me parece sumamente inmoral, porque es prohibirles a los padres de Chile hacer el esfuerzo de su vida para que sus hijos estén mejor de lo que estuvieron ellos. Yo no me opongo, y es más, apoyo que el Estado ayude a los que les está yendo mal. Lo que no puede ser es poner un techo y prohibir a algunos superar ese techo. Eso es injusto. Arturo Vidal tiene todo el derecho del mundo a darles todas las posibilidades a sus hijos y no tenemos por qué obligar al hijo de Arturo Vidal a enfrentar las mismas difíciles condiciones que tuvo que enfrentar su padre solo porque otro padre tuvo un destino menos favorable".

-"Las necesidades de la sociedad vienen antes que las necesidades del individuo". Con esa frase de Hitler usted grafica qué piensa la izquierda chilena. ¿Es la izquierda totalitarista?

"Hay cierta izquierda que lo es. El PC y sectores del PS. El PC apoya a Cuba y Corea del Norte, dos regímenes totalitarios. En el PS hay actores que son de la misma línea y nunca han condenado las violaciones a los derechos humanos en Cuba ni en ningún país socialista. El germen del totalitarismo está en la idea de que el individuo no tiene derechos que sean anteriores a la comunidad y al colectivo. Esa fue la justificación de los nazis y de los comunistas que vienen de la misma fuente filosófica".

-¿La democracia no es suficiente antídoto para los totalitarismos?

"No lo es. También la democracia puede ser totalitaria. La mayoría puede decidir por ejemplo exterminar a una minoría. Hitler y Chávez llegaron democráticamente al poder".

-¿Qué tan cerca está la democracia chilena de ser totalitaria?

"Muy lejos. Pero si bien los derechos individuales se siguen respetando, no se respetan como debieran. Mire lo que pasa con el terrorismo en el sur del país; la criminalidad... Hay que tener cuidado; los nazis o chavistas no llegaron al poder de un día para otro. No digo que eso vaya a pasar en Chile, pero son ideas que van corroyendo la libertad de las personas, el Estado va creciendo cada vez más, el control que los políticos ejercen es cada vez más grande y llega un punto en que es intolerable".

Reforma laboral: "Es para servir a los sindicatos y al PC"

-¿Qué impacto tiene la reforma laboral no solo en el mercado del trabajo, sino en la economía y en el modelo?

"Si fuera inversionista o empresaria, ¿estaría feliz? No, será más costoso hacer negocios y desarrollar una actividad, y eso llevará a contratar menos gente. Esta reforma va a aumentar el desempleo. Los pocos que están importando cosas internan máquinas para despedir gente: así es como la Nueva Mayoría protege a los trabajadores. Esta es una reforma para servir a los sindicatos, al PC, y es una vergüenza que se haya aprobado, porque es letal para la economía chilena y sus trabajadores".

-La reforma tributaria vuelve al Congreso para hacer una ley que la haga aplicable. ¿Qué lección deja esto?

"Yo fui uno de los que escribió en contra de que la derecha aprobara la reforma tributaria y el tiempo nos ha dado la razón. La lección es que la derecha siempre está dispuesta a transar porque como no defiende principios, se adapta al mal menor".

"La derecha históricamente ha sido una vergüenza. Con Jorge Alessandri hizo la reforma agraria, que la izquierda llamó "la reforma del macetero" porque, para no afectar sus intereses, la hicieron chiquitita. La derecha votó por la nacionalización del cobre con Salvador Allende. ¡Por favor! En el gobierno de Sebastián Piñera subieron el impuesto a las empresas. Y después se sorprende de que el país se les vaya de las manos".

-¿Hubo un abuso de la libertad en casos como SQM o Penta?

"Claramente hay un abuso de la libertad".

-¿No se desvaloriza el concepto de libertad por estos casos?

"Sí. No lo debiera desvalorizar, porque la libertad consiste precisamente en que podemos obrar bien o mal, pero que cuando obramos mal y dañamos, nos castigan. Lamentablemente, casos como estos están llevando precisamente a desprestigiar la libertad. Tenemos que explicar que estos casos se producen aquí, en otros países y en los Estados de bienestar europeos también. Casos como estos van a suceder, pero hay que castigarlos de manera ejemplar si hay méritos para ello".

-A su juicio, ¿cuál es el daño institucional y sistémico del caso Caval?

"Es peligroso, porque afecta a la Presidencia de la República como institución y la gente pierde la fe hasta en la magistratura más alta de la nación. Y Chile es un país presidencialista que depende mucho de tener una figura presidencial que lidere y sea capaz de ejercer autoridad. Es algo muy grave, porque quedamos como sin capitán, sin rumbo... se produce una situación de vulnerabilidad muy grande".

"Otro tanto del daño al prestigio de Bachelet se debe a las reformas".

-Con esta suma de sucesos, ¿cómo ve la imagen internacional de Chile?

"Ha sufrido muchísimo. El resto de los latinoamericanos nos dicen "ustedes no son tan distintos de nosotros al final", porque está Penta, SQM, pero también Caval, que involucra directamente a la Presidenta. Y toda esta orgía de reformas, que son parte de la típica cazuela populista latinoamericana, hace que en el resto de América Latina nos digan "ustedes son igual de populistas que nosotros y también igual de corruptos". Chile está volviendo a América Latina. Logramos despegarnos por 30 años y ahora volvemos a ser un país mediocre, conflictivo y populista".

"Gracias a Dios el cobre cayó justo cuando entró este gobierno, porque si hubiéramos tenido un cobre a US$ 4 con un gobierno como este, ellos tendrían un margen para destruir el país mucho más grande y ahí no tenemos cómo parar el populismo después".

-¿Hay riesgo de un quiebre de la democracia en Chile?

"No creo. Lo que sí está claro es que un deterioro institucional sostenido en Chile sí se va a producir, la economía no se va a recuperar, la delincuencia no se va a arreglar, el terrorismo en el sur va a seguir, el desempleo va a aumentar, el equilibrio fiscal va a deteriorarse, la educación no va a mejorar y así... Vamos a vivir en un peor país. Tenemos que volver a la receta que nos permitió salir adelante: libertad, amistad cívica, estabilidad de las reglas del juego... Si no lo hacemos, mejor seguir el consejo de Simón Bolívar antes de morir: "Lo único que se puede hacer en América Latina es emigrar". Con lo que se está haciendo, Chile se está convirtiendo en un país que ya no va a ofrecer esperanza".

"Gracias a Dios el cobre cayó justo cuando entró este gobierno, porque si hubiéramos tenido un cobre a US$ 4 con un gobierno como este, tendría un margen para destruir el país mucho más grande y ahí no tenemos cómo parar el populismo después".

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