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Deudores de bajos ingresos salen de la banca, y proliferan las casas de compraventa de oro y los prestamistas

domingo, 16 de agosto de 2015

Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En el país hay más de 130 compraventas de oro que permiten obtener dinero al instante. Los prestamistas "gota a gota" prestan en las ferias sin regulación.

El crédito entre los sectores de menores ingresos se contrae. Un total de 165 mil personas menos que hace un año acceden a créditos de consumo bajo 200 UF ($5 millones). Así lo muestran las últimas cifras dadas a conocer por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) que comparan abril de 2015 con el mismo mes del año pasado.

De este total, el 95%, 156 mil personas, corresponde a créditos de menos de 50 UF ($1,2 millones), que la banca asocia a sectores de menores recursos.

La cifra de quienes han salido del sistema bancario viene creciendo desde hace meses (ver infografía).

Además, la propia Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) advirtió en su informe de marzo que han bajado los flujos de crédito de la banca especializada en segmentos de menores ingresos, como las divisiones de consumo y la banca retail . Y agrega que "un aspecto interesante, pero complejo de evaluar, es la transición de deudores excluidos de la banca hacia proveedores más onerosos o informales".

La misma preocupación tiene la Cámara de Comercio de Santiago. Su gerente de estudios, George Lever dice que "más preocupante que los niveles de deuda formal resulta el rápido crecimiento de las deudas informales".

Él se basa en antecedentes de la Encuesta Financiera a los Hogares del Banco Central, que muestra que los hogares que mantienen algún tipo de deuda en la forma de crédito de prestamistas, con parientes o amigos, "fiado" u otras formas de crédito informal, creció de 1,7% a 10,3% entre 2007 y 2012. Donde más aumentan las deudas informales es en los estratos bajos donde pasan de 2% a 12,7%.

En la Dirección de Crédito Prendario (Dicrep), organismo gubernamental dependiente del Ministerio del Trabajo -que presta dinero a cambio de prendas-, señalan que en 2010 entregaron $21.887 millones en créditos, en 2014 prestaron $32.673 millones y este año esperan tener más de $34.500 millones en colocaciones. En cinco años, los préstamos de la también llamada Tía Rica habrán crecido 58%.

Acusan de crédito prendario encubierto a las casas de compraventa de oro

Como la espuma crecen las casas de compraventa de oro. Partieron en 2006 en el centro y se expandieron incluso en la zona oriente de la capital. En el país suman más de 130 locales y las principales empresas son: Aurus (ex Goldex), que suma 98 locales; Oro Cash, que tiene 18, y Golden Chile, con 14.

Estas compran oro y ofrecen la alternativa de revendérselo al cliente, por un monto superior, en un plazo de hasta tres meses. Si el cliente no va dentro del tiempo indicado, se asume que vendió la joya y ya no puede recuperarla.

¿Qué permite que exista este sistema? Mientras el crédito prendario está reservado únicamente a la Dicrep bajo una serie de normas y regulaciones, paralelamente está operando este otro mercado en Chile, que funciona amparado en un contrato de compra con pacto de retroventa, permitido por el artículo 1.881 del Código Civil, pero sin ninguna otra regulación.

La Dicrep denunció al Ministerio Público en 2007 a las casas de compraventa de oro, y encabeza un juicio contra Goldex que aún no es fallado.

Esta última casa de compraventa de oro es la más grande del país. Llegó a Chile desde Colombia donde ya fue cerrada. Su dueño John Úber Hernández Santos fue apresado a principios de año acusado de lavar dinero.

En el Sernac entre 2011 y 2013 se recibieron 192 reclamos contra estas casas de compraventa de oro.

En medio de todo ese panorama, en noviembre de 2014 el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) propuso al Gobierno permitir la entrada de competidores privados al mercado comercial del crédito con prenda y, a la vez, regular las casas de compraventa de oro. Hasta ahora este mercado permanece sin regulación (ver recuadro).

Compra con retroventa con un precio 46% más alto en tres meses

Las casas de compraventa de oro tientan a sus clientes porque pagan mejor el oro que la Dicrep.

Esto sucede porque la Tía Rica está fuertemente regulada y el monto del crédito que otorga no puede exceder el 60% del avalúo de la prenda y además tiene un tope máximo de crédito que puede dar de $100 mil por objetos y $200 mil por alhajas.

El interés que puede cobrar también está limitado y es de 2,5% mensual, más otro porcentaje que se cobra una vez por derechos y seguros. Por ejemplo, para recuperar una prenda por la que se prestaron $100 mil, tras seis meses, se deberá pagar $119.500.

Las casas de compraventa de oro, en cambio no tienen estas limitaciones y el precio de "retrocompra" es muy superior al monto pagado al cliente por la joya originalmente, y por eso pocos las recuperan. En 2009, el entonces socio de Goldex, Mario Puerta, reconoció a "El Mercurio" que la retroventa era un gancho para comprar las joyas, pues solo el 8% de los clientes las recuperaba.

En Golden Chile, que funciona hace seis años y atienden a entre 2 mil y 4 mil personas al mes, con un promedio de $100 mil por operación, dicen que el 40% de sus clientes optan por recomprar la joya. "El precio pagado es de $13 mil por gramo de oro y es el mismo para quien quiere vender o vender con posibilidad de recuperar. El margen es de 25% y damos hasta 90 días de plazo", explica su gerente general, Pedro Peña, quien destaca que el 60% de los que piensan recuperar la joya, lo logra.

En la Tía Rica el 97% recupera sus bienes.

"El Mercurio" constató el martes de esta semana, que en Aurus de calle Bandera, en el centro de Santiago, el gramo de oro se compraba a $14.500. Por una argolla de 3,6 gramos pagaban $52.200 y en tres meses más para recuperarla el cliente debería pagar $76 mil. Es decir, en 90 días, el precio sube 46%.

La Asociación de Bancos e Instituciones financieras (ABIF), hizo el mismo ejercicio en junio con una argolla de cinco gramos y calculó que en 12 meses la joya subiría de valor más de 200% (ver infografía).

Para tener una referencia, cabe decir que la tasa máxima convencional de los créditos del sistema financiero actual promedia 37% anual.

Fiscalía investiga si son casas de prenda y si cometen usura

"La retrocompra da la posibilidad de recuperar lo que el cliente vendió y eso queda establecido en el contrato. El problema está en que la norma dice que las partes deben pactar las condiciones y aquí no hay posibilidad de negociación para el cliente. La empresa impone el plazo y el precio a pagar y el plazo es muy corto y el precio es muy alto en relación con lo que le pagaron. Por eso, al final, termina perdiendo la joya", explica el abogado Mario Espinoza, del estudio de Defensa Deudores.

Agrega que las casas de compraventa de oro son empresas regulares porque están legalmente constituidas, pero es bastante injusto para la persona y habría que analizar si existe un interés usurero. "Acá no hay tasa máxima convencional, no están sujetos a ninguna superintendencia, no hay nada más allá del contrato", señala Espinoza.

En 2011, en el marco de la investigación iniciada en 2007 tras la denuncia de la Dicrep, el fiscal César Urzúa, de la zona centro norte, allanó tres oficinas de Goldex, pues ahí se habrían cometido delitos por realizar actividades económicas exclusivas de la Dicrep y por posible delito de usura.

Según explica el subdirector de la Unidad especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos y Crimen Organizado (Uldeco) de la Fiscalía Nacional, Alejandro Moreira, el Código Penal sanciona a quienes infrinjan este monopolio legal de la Dicrep y también a quienes cometen usura, que es cobrar una tasa de interés más alta que la máxima convencional.

Pero en el sector de las casas de compraventa, retrucan. Dicen que son empresas comerciales que no dan crédito, sino solo la posibilidad de recomprar a un precio mayor y que no deben estar reguladas.

Moreira aclara que más allá de que lo que digan los carteles del negocio y los contratos, lo que importa son las intenciones de las personas que acuden a ellos. "En todos y cada uno de los casos en que hemos entrevistado a las víctimas, ellos nunca nos dijeron fui a vender la joya, a pesar de que el contrato dice compraventa. Ellos fueron a obtener un crédito prendario. Lo básico es cuál es la intención de las partes al contratar", sostiene el subdirector de Uldeco.

Según explican en la fiscalía esta causa está en fase terminal y aún no ha sido fallada.

Goldex cambió de nombre a Aurus tras la detención del dueño en Colombia

Aurus es la empresa más grande entre las de compraventa de oro. Llegó a Chile en 2006 desde Colombia con el nombre de Goldex e instaló sus primeros locales en la V Región. Su crecimiento fue explosivo, al punto que a los tres años, en 2009, ya tenía 78 sucursales instaladas entre Arica y Punta Arenas. En 2014 sumaba 82. Hoy son 98 los establecimientos, que hace unos tres meses cambiaron de nombre a Aurus, según cuentan quienes atienden en los locales.

Esto después de que en enero el dueño de Goldex en Colombia, John Úber Hernández Santa, fuera detenido en Medellín por delitos de lavado de activos, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito. Él fue acusado de comprar oro de minas ilegales, usando la identidad de personas fallecidas, y exportarlo.

Quien trajo la compañía a Chile fue el ex socio de Hernández Santa, Jaime Vásquez Guerrero, quien también declaró por el caso de lavado de dinero en el país cafetero. Él fue socio de Goldex en Colombia hasta 2005 y luego se vino a Chile en 2006 para instalar una empresa en el mismo rubro y con la misma marca.

Bajo el nombre de Goldex se instalaron en Chile más de diez sociedades distintas formadas por personas de nacionalidad colombiana. En la mayoría de ellas era socio Jaime Vásquez, con sus hermanos y parientes. En una de ellas también era socio John Úber Hernández Santa (detenido en Colombia), de acuerdo a los antecedentes de las sociedades en Dicom.

Hoy bajo la denominación Aurus operan tres sociedades: Inversiones Colchile, Inversiones Metales del Centro e Inversiones Hernández Álvarez. En las tres está presente Jaime Vásquez Guerrero.

Las dudas que existen es si en Chile las personas tienen una cantidad de oro suficiente para solventar un mercado compuesto por más de 130 locales compradores. Si personas de bajos recursos, que son quienes acuden a estos sistemas, tienen oro para vender. Y cómo estas empresas han logrado crecer a este ritmo en un periodo en que el precio del oro va en picada.

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