Dólar Obs: $ 943,62 | -0,43% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.261,98
IPC: 0,40%
Los secretos de "Cabaret Bijoux":

El espectáculo que revolucionó los 80

viernes, 26 de junio de 2015

MAGDALENA ANDRADE N.
Wikén
El Mercurio

Entre 1976 y 1986 fue uno de los grandes espectáculos santiaguinos, con una novedosa mezcla de teatro y performance. Tres décadas después, el Teatro Caupolicán volverá a montarlo este 10 de julio con el mismo gestor y protagonista: Tomás Vidiella, quien encarna al travesti Lulú. Aquí, algunos de los miembros del primer elenco reconstruyen este hito que, en tiempos de toque de queda, despertó a toda una generación.



La obra se llamaba "El gran show internacional de Cabaret Bijou" y había sido un éxito en Buenos Aires. Por eso, cuando en enero de 1976 el actor Tomás Vidiella supo de la boca de unos amigos bonaerenses de esta historia, escrita por el dramaturgo argentino Alberto Zemma, quiso conseguirla de inmediato para leerla, comprar los derechos y montarla cuanto antes en Santiago.

Sin embargo, al revisarla se dio cuenta de que no era lo que andaba buscando. Lo que él necesitaba era una obra impactante, que dejara a todo el mundo con la boca abierta: una pieza que consiguiera aún más éxito que el que su compañía -que Tomás fundó junto a su hermana Eliana- había tenido el año anterior con "Los siete espejos", un texto escrito por Isabel Allende aplaudido por la crítica y el público. Un golpe de gracia que sirviera, además, como hito inolvidable para la reinauguración del Teatro Hollywood, proyecto en el que los hermanos Vidiella se habían embarcado junto al marido de Eliana, el arquitecto Eduardo Sáenz, para remodelarlo y convertirlo en un nuevo centro de espectáculos en plena avenida Irarrázaval. Uno que tendría 600 butacas, alfombra roja, un bar y mesas con mantel largo. Un espacio que habían logrado financiar gracias a una novedosa propuesta: "vender" cada silla del teatro a una persona o institución, quien al comprarla ganaba el derecho a que llevara su nombre, y además a ser invitado a los dos primeros estrenos.

Pero el texto argentino no cuadraba con sus planes. Por eso, Tomás Vidiella le llevó la obra al dramaturgo José Pineda. Juntos dieron vuelta la obra, le agregaron personajes, cambiaron la historia e imaginaron una especial puesta en escena, dividida en dos escenarios: un segundo piso -donde se mostraría la intimidad de los camarines de un travesti y una cantante explotados por la dueña de un cabaret- y el primero, que tendría el glamour propio de un show.

Tomás y José rebautizaron la obra como "Cabaret Bijoux". Y una vez que la tuvieron lista, invitaron al dramaturgo Alberto Zemma a verla.

-Le cargó. Le molestó muchísimo que hubiéramos cambiado su trabajo -recuerda ahora, casi cuarenta años después, Tomás Vidiella.

Ni él, ni José Pineda, ni menos Alberto Zemma sabían en ese momento que "Cabaret Bijoux" estaría por los diez años siguientes en cartelera. Tampoco, que llenarían no solo el Teatro Hollywood, sino también el Caupolicán, con capacidad para 7 mil espectadores, durante dos temporadas. Menos, que recorrerían todo Chile dando la obra, de Arica a Puerto Montt, con entradas que se acababan a las tres horas de anunciada la función.

No lo sabían porque todos, pocos días antes del estreno, estaban llenos de incertidumbre.

-Era la primera vez que se vería un travesti en escena. Era algo absolutamente novedoso, impactante, atrevido, osado -cuenta Eliana Vidiella, quien interpretaba a Miriam, la cantante venida a menos de "Cabaret Bijoux".

-No sabía si iba a salir bien o mal. Solo me tiré al precipicio -dice Tomás Vidiella, quien interpretaba a Lulú, el travesti protagonista de la obra. Después de varios años en el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile, y luego de haber salido de la compañía "El túnel", donde había trabajado hasta 1973, este era su momento para demostrar que podía hacer cosas grandes.

-Había gente que pensaba que el "Cabaret Bijoux" era frívolo y superficial. Pero yo no pensaba eso -dice el actor.

UNA DOBLE HISTORIA. En abril de 1976 se estrenó oficialmente el "Cabaret Bijoux". Y el público que llegaba a ver la obra se sorprendía. Eran tiempos de toque de queda, con una vida nocturna mermada por la restricción horaria. Y muchos, movidos por la fastuosidad de espectáculos como el Bim Bam Bum, llegaban hasta el Teatro Hollywood con la idea de ver un show como ese. A cambio, se encontraban con una obra que mezclaba la performance y el dramatismo de las prostitutas, las bailarinas y las cantantes explotadas por la dueña del cabaret y su cafiche.

-Se sucedían dos historias: una bastante dramática y un show que es pura alegría y risa -recuerda Eliana Vidiella-. Además estaba este travesti que bailaba y se sentaba en las rodillas de los caballeros que estaban en primera fila. En esa época los hombres se morían...

En años en que la sociedad era mucho más conservadora, "la gente iba a hacer catarsis de sus trancas personales", cree la actriz.

-La gente se identificó con "Cabaret Bijoux" porque era un grito de libertad en un momento en que había mucha represión -dice Tomás Vidiella.

Durante las sucesivas presentaciones, que duraron diez años, por el elenco de "Cabaret Bijoux" desfilaron actrices y actores como Sonia Viveros, Mireya Véliz, Silvia Piñeiro, Soledad Pérez, Eduardo Stagnaro y Óscar Olavarría, entre otros. Se presentaron en Santiago y en gira por Chile. Y llegaron al Caupolicán en 1978,  por idea de Tomás Vidiella.

-Yo le dije a Tomás: al Caupolicán no va a ir nadie -recuerda Eliana Vidiella-. Y me tuve que comer mis palabras.

Y los dos sintieron miedo cuando imaginaron la idea de presentarse en ese escenario.

-Yo pensé que me iban a gritar de todo -se ríe Tomas.

Tampoco tuvieron censura durante sus años de presentación en el teatro. Incluso estuvieron a punto de llegar a la televisión. Fue en 1978, cuando representantes del entonces Canal 9 contactaron a Tomás Vidiella para comprar la obra para representarla en TV. No solo adquirieron los derechos de la obra: el contrato exigía que "Cabaret Bijoux" no se montara más.

-Les pedí que me dieran el 50 por ciento por adelantado antes de desarmar la escenografía. Pero un día nos dijeron que el Consejo Nacional de Televisión había dicho: ¿Qué? ¿Una obra protagonizada por un travesti? ¿En televisión? ¿Están locos? -cuenta Tomás Vidiella.

También, recuerda Eliana, hubo un intento por llevarla al cine, dirigida por Alfredo Lamadrid. Pero no resultó. Todos esos proyectos a medio camino, sin querer, le extendieron la vida -y el éxito- a "Cabaret Bijoux" hasta 1986, cuando fue su última función.

Fue Tomás Vidiella quien no quiso seguir haciendo la obra:

-Ya la habíamos hecho mucho. Yo quería hacer otras cosas, tenía otros intereses.

UN TOUR DE FORCE.Cuando a comienzos de este año el Teatro Caupolicán le ofreció volver a montar "Cabaret Bijoux", después de casi 30 años, Tomás Vidiella lo pensó dos veces. ¿Sería el texto un éxito ahora? ¿Sería atingente a la nueva realidad del país?

-Jamás pensé que el "Cabaret Bijoux" se volvería a hacer. Cuando Tomás me contó le dije ¿estás loco? ¿Cómo vas a hacer de travesti en este momento? Me parece que es un tour de force más o menos importante -cuenta Eliana Vidiella, quien no participará en esta nueva versión que se estrenará el 10 de julio en el Teatro Caupolicán, con un elenco que incluye a Consuelo Holzapfel, Diego Casanueva y Remigio Remedy, entre otros.

Además de Tomás Vidiella, la única del elenco antiguo que se repite el plato es Adela Calderón, quien llegó a la obra en los 80, como miembro del "ballet de las gordas" que aparecía en escena. Ahora será la dueña del cabaret.

Adela cree que esta nueva versión del "Cabaret" estará llena de nostalgia: la de esa misma gente que vio la obra en los 80, y que ahora vendrá a reencontrarse con una parte de su pasado.

-También Tomás le ha puesto contingencia. Por ejemplo, hay una parte donde decimos: vamos a salir mañana en el diario en primera plana... a no ser que un futbolista se mande una embarrada... -se ríe.

Hace unos días, Tomás Vidiella se encontró con un hombre comprando entradas en el Caupolicán. Escuchó que él le contaba a la cajera que vendría a verla con sus hijos y sus nietos. Eso, dice, le da el ánimo para volver a subirse en los enormes tacos de Lulú, una travesti que tiene varios cambios de ropa durante la obra, que canta y baila.

Tomás Vidiella hoy tiene 30 años más que la última vez que interpretó a Lulú. -Como está escrito en una obra de García Lorca: "Tengo el mismo miedo que de chico tenía al mar" -dice. -Pero en esta profesión siempre he caminado por la orilla. Porque si caminas por el centro, a nadie le interesa.

"La gente se identificó con 'Cabaret Bijoux' porque era un grito de libertad en un momento en que había mucha represión", dice Tomás Vidiella.



 Imprimir Noticia  Enviar Noticia