Linfomas, leucemias y mielomas son parte de los llamados "cánceres de la sangre", que representan alrededor del 7 a 10% de la totalidad de tumores que se diagnostican en el país. Pese a ello, en la población no hay mucho conocimiento sobre sus causas y efectos. "Muchos casos se asocian al envejecimiento de la población; su frecuencia aumenta rápidamente en gente mayor de 60 años", explica el doctor Gastón Figueroa, hematólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile. "Es necesario mejorar el conocimiento de las neoplasias hematológicas, porque son patologías más raras dentro del contexto de los tumores y no hay mucha conciencia dentro de la población y entre los médicos que no son hematólogos", agrega el especialista, uno de los expositores del primer Foro Chileno de Oncohematología, organizado por la Fundación Cáncer Vida. La reunión, realizada en Santiago, tuvo como objetivo mejorar el diagnóstico de estos cánceres y el acceso a tratamientos, así como analizar las nuevas terapias disponibles. En aumento Las llamadas neoplasias hematológicas reúnen a todos aquellos tumores que afectan a la sangre, la médula ósea o los ganglios linfáticos y que originan cánceres como el de linfoma, la leucemia y los mielomas. Según datos del Ministerio de Salud, este tipo de patologías -sobre todo el mieloma múltiple y el linfoma no Hodking- se encuentran entre los cánceres que están viviendo un aumento de casos, junto con otros como el de próstata, riñón y encéfalo. "El número de casos ha aumentado en 20 a 30% en la última década", dice el doctor Figueroa. Por desgracia, en el caso particular de los cánceres de la sangre no existen muchos factores de riesgo que puedan prevenirse. Para la leucemia, se sabe que hay que evitar la exposición a contaminantes químicos, en particular, el benceno y sustancias que lo contengan. El riesgo de mieloma múltiple, en tanto, aumenta a medida que las personas envejecen: menos del 1% de los casos se diagnostica en personas menores de 35 años. De allí la importancia de hacer un diagnóstico oportuno: ante síntomas prolongados como debilidad, malestar, fatiga y fiebre, siempre se debe consultar a un médico para que aclare las posibles causas. A lo anterior, se suma que hay una serie de problemáticas en el manejo de estos pacientes. Según el especialista, se trata en muchos casos de tumores agresivos y con tratamiento complejo. Al respecto, María Isabel Droguett, vicepresidenta de la Fundación Cáncer Vida, resalta que las enfermedades oncohematológicas y las oncológicas en general, no tienen cobertura total. "Una familia puede lograr superar el estado anímico, las dolencias del cáncer pero la parte económica del cáncer devasta absolutamente y en eso el Estado debe hacerse partícipe de una vez por todas". En especial considerando que ya existe un grupo de nuevas drogas que pueden mejorar el pronóstico de muchos pacientes. "El problema es su costo y baja cobertura", dice Figueroa. "Es importante tomar conciencia para que los beneficios y los avances tecnológicos del desarrollo de nuevas drogas y de nuevas opciones terapéuticas se introduzcan lo más rápidamente posible al manejo diario de los pacientes, tanto en la esfera pública como en la privada, porque es la única forma de mejorar los resultados", dice Figueroa. Asimismo, una de las intervenciones más eficaces es el trasplante de médula ósea, que ofrece curación a buena parte de los pacientes. En Europa, recientes estudios han mostrado que el uso de un antibiótico conocido -la claritromicina- también ayuda a destruir tumores: además de atacar las infecciones bacterianas, tiene un efecto antiinflamatorio y a nivel inmunitario. De hecho, ya se está usando en el tratamiento de algunos tumores que afectan a la sangre, como el mieloma múltiple y el linfoma. Campaña
Durante 2015, la Fundación Cáncer Vida desarrollará la campaña "Rojo de Vida", que busca sensibilizar sobre los cánceres de la sangre, estimulando la prevención de factores de riesgo, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado.