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Ministra de Vivienda y Urbanismo adelanta las primeras medidas de la política de suelo urbano:

"El Estado debe tener un rol más protagónico en gestionar una ciudad menos segregada"

sábado, 06 de junio de 2015

Economía y Negocios

El Mercurio

Este año, el Gobierno ingresará los proyectos de captación de plusvalías y de fijación de estándares urbanos. "Vamos a tener un diálogo productivo", anticipa Paulina Saball.



Dos medidas para la ciudad anunció la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso del 21 de mayo. Una apunta a regular la especulación de suelos urbanos, mediante la captura de las plusvalías que generen obras fiscales o cambios normativos, y otra para establecer un estándar mínimo en los proyectos que impacten el espacio público. Ambos proyectos son los primeros de un conjunto plasmado en la política de desarrollo urbano. Todos prometen modificar, incluso institucionalmente, al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, justo cuando cumple 50 años. "Es hora de que el Estado tenga un rol más protagónico en gestionar una ciudad menos segregada, más integrada, equitativa y sustentable", dice la ministra del ramo, Paulina Saball.

-¿Qué significa, en concreto, definir estándares para los proyectos de ciudad?

"Como ministerio nos hemos puesto de cabeza a ponerles adjetivos a las cosas. Cuando señalamos que queremos ampliar el acceso a la vivienda, decimos: 'a la vivienda adecuada'. Detrás de eso hay un conjunto de atributos que uno quisiera que esa vivienda tuviese. En barrios integrados, estamos hablando del atributo de la diversidad, que tiene que ver con la integración de distintos sectores, actores, visiones, tipos de familia que el barrio tiene que albergar. Y si pensamos en una ciudad equitativa, nos referimos al acceso a servicios, conectividad, espacios verdes, que se integran".

-En concreto, ¿cómo se van a plasmar esas exigencias en una normativa?

"Así como en un momento determinado el país planteó el plan AUGE, con garantías básicas en salud, nosotros tenemos que establecerlas en materia urbano-habitacional. Eso se tiene que traducir en un marco normativo. Si se fijan, se tienen que garantizar, a través de la inversión y la regulación. Ya hemos estado en conversaciones con nuestra embajadora en la OCDE y nos han ofrecido colaboración con experiencias internacionales".

-Recientemente, en "El Mercurio" los ex ministros de Vivienda concordaron en que aún está pendiente abordar el déficit en urbanismo. ¿Coincide con ese diagnóstico?

"Cuando definamos los estándares a los que queremos llegar vamos a decir cuál es la brecha que tenemos como país y vamos a poder calcular el déficit. Eso va a ser muy relevante en el momento de la distribución de las inversiones. Cuando se fijen los estándares, tal como las mediciones de las ciudades con mejor y peor calidad de vida, nosotros vamos a tener que decir cómo nuestras ciudades están más o menos cerca de aquello (...). Estamos viviendo una época de cambio institucional. Si uno piensa que queremos que las regiones tengan mayores atribuciones y mayor gestión, tanto sobre sus recursos como sobre sus programas nacionales aplicados a la región, es obvio que los temas de vivienda e infraestructura urbana van a tener mayor peso, potencial y pertinencia".

-¿Cuáles son los desafíos pendientes en la resolución del déficit habitacional?

"Hemos ido abordando el déficit en materia habitacional de una manera sistemática, pero no nos llamemos a engaño. Tenemos todavía un déficit habitacional de aproximadamente 450 mil familias y resolverlo con calidad requiere un alto nivel de gestión. Por otro lado, no podemos cerrar los ojos a que tenemos un déficit de más de 1,2 millones de viviendas que no cumplen con estándares de habitabilidad. Todavía hay un porcentaje importante de viviendas de una superficie que es inaceptable, de 30 m {+2} , otras que tienen viviendas de asbesto o cemento, que tienen el drama de las termitas o que están emplazadas en suelos que no tienen las condiciones sanitarias. Luego están los condominios de vivienda social, que son altamente densos, con altos niveles de deterioro y están altamente concentrados".

Otro de los anuncios realizados por la Presidenta Bachelet es la fijación de plusvalías en terrenos que han ganado valor por obras del Estado, como una línea de metro y cambios en planes reguladores. El tema fue uno de los que más disenso generaron entre los integrantes del Consejo de Desarrollo Urbano, al momento de discutir la política de suelos, recientemente presentada por el Gobierno.

-¿Cuándo y de qué forma se va a trabajar el proyecto para que se logre aprobar pronto?

"Vamos a tener un diálogo productivo entre el mundo público y el privado sobre este tema, en el que hay mucho consenso. No creo que nos contraponga. Queremos mejor ciudad, fijar estándares, integración, reconocer y valorar el aporte público y privado, y tenemos que pensar que hay ciertas obras públicas, inversiones que generan riqueza y aumentan la existente, por lo que lo lógico es que sea redituado desde el punto de vista de los recursos públicos. Creo que vamos a tener un diálogo muy interesante en esta materia y vamos a trabajar muy seriamente en llevarla a cabo. No pretendemos sacar un conejo debajo del sombrero, sino ir avanzando en estos mismos acuerdos que hemos ido generando respecto de una ciudad más equitativa, de estándares compartidos, de regulaciones que apunten a la responsabilidad en el desarrollo de los bienes públicos".

-¿El proyecto ingresará al Congreso este año?

"Cuando la Presidenta lo anuncia el 21 de mayo, eso significa que tiene que hacerse ahora y trabajaremos para aquello. Eso no significa que no vayamos a hacer el trabajo de consulta previa".

"No es viable ya seguir pensando en viviendas puestas en cualquier parte, y por eso trabajamos en proyectos integrados".
PAULINA SABALL
MINISTRA DE VIVIENDA Y URBANISMO

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