El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia se sumió ayer en una de las peores crisis de su historia luego que seis de sus siete vocales renunciaran. "Prefiero dar el paso a un costado", afirmó Dina Chuquimia, la última en dimitir, y aprovechó de "pedir perdón" por "el show mediático" que se ha visto en las últimas semanas. El TSE se ha visto envuelto en un escándalo por la supuesta parcialidad de sus miembros, quienes han sido fotografiados en reiteradas ocasiones participando en actos oficialistas.