Sobrevivientes de Antuco vuelven a marchar en la cordillera y exigen pensiones
domingo, 17 de mayo de 2015
Economía y Negocios
El Mercurio
Ex conscriptos aseguran que muchos de ellos tienen problemas psicológicos y físicos, y temen al futuro. "El Estado es responsable de lo que nos pasó", afirman.
Nostalgia y rabia fueron las palabras que más se repitieron entre la treintena de ex soldados conscriptos del Regimiento Reforzado número 17 de Los Ángeles que ayer regresaron a los faldeos del volcán Antuco, donde hace una década 44 de sus compañeros y un sargento murieron atrapados en medio del viento blanco. Volvieron sobre sus pasos con una marcha de 3 km en la cordillera, en la que junto con homenajear a los caídos exigieron de parte del Estado pensiones vitalicias para ellos, pues dicen sentirse abandonados. "Los recuerdos aún los tengo en la mente y si bien han pasado 10 años, venir acá es revivir lo que sufrimos como si fuera ayer. Conmemoramos a nuestros compañeros, pero también pedimos justicia para nosotros, porque el Estado es responsable de lo que nos pasó", planteó Jorge Miranda Torres, quien el 18 de mayo de 2005 marchó en la compañía Andina. Los ex conscriptos quieren que al igual que a los 33 mineros de San José se les dé una pensión mensual a los 77 sobrevivientes. "Ellos trabajaban en una empresa privada y nosotros éramos soldados del Ejército de Chile que nos preparábamos para defender al país", expresa Pablo Urrea Rojas. "Hay compañeros que están con enfermedades, como dolores en rodillas o riñones, y otros complicados por problemas psicológicos. La mayoría de nosotros ya tiene familia y no sabemos cómo vamos a seguir en temas de salud, por ello necesitamos esta ayuda", explicó Genaro Muñoz Gatica, quien comentó que realizan gestiones para ser recibidos por la Presidenta Michelle Bachelet. "Pensar que en este lugar murieron tantos colegas, venimos al reencuentro con ellos y a dar gracias porque uno pudo haber muerto acá", dice Gilberto Mora Quezada, quien viajó desde Rancagua para caminar junto a sus compañeros desde el sector La Cortina hasta el Memorial a los Mártires de Antuco, a los pies del volcán y a pasos de la Laguna Laja. Fueron 3 km de una marcha cargada de emoción, pues no solo rindieron tributo a sus compañeros muertos congelados sino que también enfrentaron sus propios recuerdos. "Yo pude ser uno de ellos", comenta Luis Peña Astudillo parado al lado de uno de los monolitos que el Ejército levantó a la orilla del camino. En una decena de estos, el grupo se detuvo. "El Estado nos expuso a que peligraran nuestras vidas, porque no íbamos con el equipamiento necesario", afirma Pedro Muñoz Muñoz, en alusión al delgado uniforme que de nada les sirvió para capear el frío que llegó a los -25° C esa mañana de la tragedia, la mayor que ha tenido el Ejército de Chile en tiempos de paz. Al sonido de los pasos sobre las piedras que alguna vez arrojó el volcán se sumaron cánticos militares. Una bandera chilena flameó con más fuerza por el intenso viento cordillerano de ayer de la mano de los sobrevivientes que encabezaron la marcha. Lienzos recalcaron el sentido del regreso a la cordillera: "Los sobrevivientes exigimos justicia", "defendimos a la Patria y nos pagan con abandono" fueron dos de ellos. La ceremonia terminó con el Himno Montenegro, que relata la historia de una compañía que se pierde en la montaña, el mismo que hace una década los sobrevivientes llegaron cantando al regimiento de Los Ángeles. Lo habían aprendido solo unos días antes de enfrentar la adversidad, y hoy lo llevan grabado en sus memorias.
El Ejército realizará el acto oficial mañana lunes en el regimiento de Los Ángeles, a la que los sobrevivientes, que luego de varios años volvieron a ser invitados, se restarán, quedándose afuera de la unidad militar.
