"Arrepentidos, devastados y muy preocupados" observó ayer el decano de la Facultad de Ingeniería de la U. Católica, Juan Carlos de la Llera, a los 18 estudiantes que llegaron a su oficina para admitir que son parte del grupo de 30 alumnos que el 4 de mayo fueron sorprendidos copiando en una prueba a través de la red social WhatsApp. Luego de que la Dirección de Pregrado de la UC, el mismo decano y el Centro de Alumnos de Ingeniería deploraran el episodio en tres correos electrónicos, algunos de los involucrados decidieron reconocer su participación en el grupo de WhatsApp "asado familiar". Ahora, la secretaría general del plantel determinará las eventuales sanciones a través de un sumario interno. "Estos alumnos se acercaron antes de que supieran que la universidad iba a llevar adelante un proceso. Han venido personalmente, con mucha preocupación y sintiendo culpa", explica De la Llera. Añade que se debe precisar si los 30 miembros de "asado familiar" pertenecen a la UC, pues de no ser así, las sanciones iniciales (amonestaciones o suspensiones) llegarían a las expulsiones. En un país con 17 millones de habitantes y más de 25 millones de teléfonos celulares, el incidente abre un debate sobre la formación valórica de los jóvenes y cómo los planteles de educación superior enfrentan una realidad consumada: los portátiles son parte de la vida de sus alumnos. "Estamos educando a nativos digitales y eso obliga a un cambio metodológico", advierte el académico y experto en redes sociales de la U. Mayor Óscar Jaramillo. De una enseñanza basada en memorizar contenidos, agrega, hay que avanzar a otra que los analice y los aplique. En lo normativo, universidades como Adolfo Ibáñez, Diego Portales, Del Desarrollo, Los Andes, Santo Tomás y la propia UC sancionan la copia o plagio en evaluaciones, incluso con expulsión. Algunas, además, prohíben manipular dispositivos electrónicos en las aulas. "Los estudiantes son incapaces de percibir que recurrir al fraude finalmente es muchísimo más grave que obtener una mala nota, porque esto contradice una virtud fundamental: la honestidad", señala el vicepresidente del Consejo de Rectores, Aldo Valle. La copia masiva en el ramo de electricidad y magnetismo indignó a los propios alumnos de Ingeniería de la UC, porque se generalizó a partir de unos pocos. Hace una semana, recuerdan, 70 estudiantes viajaron a apoyar la limpieza y reconstrucción de Chañaral. El rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, expresó su rotundo rechazo al caso, que consideró "muy grave". "Lo más importante es la tolerancia cero de estudiantes, directivos y la universidad para expresar, con fuerza y convicción, que el plagio o la copia académica no se puede tolerar".
IGNACIO SÁNCHEZ
Rector de la U. Católica