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La facturación de firmas que se desempeñan en el rubro sube hasta 25% anual:

Padres gastan 24% más en educación por una hora de clases particulares a la semana

domingo, 10 de mayo de 2015

Economía y Negocios

El Mercurio

Hay por lo menos seis empresas en este rubro que han surgido en los últimos siete años. Cobran entre $12 mil y $26 mil por una hora de tutoría individual.



Una empresa que en un año factura $400 millones en clases particulares; una franquicia canadiense que aterrizó hace tres años en Chile y ha atendido a 450 niños, y profesores que cobran hasta $25 mil por una hora de enseñanza.

Las clases particulares se han transformado en un mercado que en los últimos siete años se ha ido formalizando. En este período han surgido por lo menos seis empresas dedicadas al rubro, que agrupan a cerca de 1.500 tutores que imparten clases y que atienden a unos tres mil alumnos, principalmente de colegios particulares de Santiago.

En este mercado parece haberse dado la tormenta perfecta. Los padres tienen cada vez menos tiempo para enseñarles a sus hijos, y como no saben los nuevos métodos de educación, temen confundirlos. Por otra parte, la mayor ponderación de las notas escolares, 40% para entrar a la universidad, hace más importante subir el promedio.

A esto se suma que, según los tutores, son cada vez más los niños que no captan toda la información en la sala de clases porque entre 35 alumnos o más, como es la tónica en la mayoría de los colegios, aprender es difícil.

Para los padres, las clases particulares están sumando un ítem más en sus gastos. Los colegios particulares pagados de Santiago rondan una mensualidad de $200 mil promedio, y tomar el programa más económico de una hora de clase individual semanal cuesta $48 mil al mes, lo que significa incrementar el gasto de educación en 24%.

La facturación de estas empresas crece hasta 25% anual, y los dueños de firmas auguran que seguirá incrementándose, pues gracias a la reforma educacional, la demanda crecerá desde los colegios particulares pagados en los que hoy se concentra, hacia los particulares subvencionados. "Esta es una reforma más financiera que de educación. La educación no será mejor en el colegio, pero el apoderado dejará de pagar el copago, entonces tendrá más recursos para contratar estos servicios y mejorar la educación de sus hijos con clases particulares", augura Rodrigo Quiroz, fundador de Claseduc.

Cada vez más alumnos de básica

En Educlas, una empresa que se formó en 2003, comenzaron dando clases a alumnos de enseñanza media, y durante años tuvieron una gran concentración en este segmento. Pero su fundador, Leonardo González, asegura que la demanda se desplazó a la básica.

Según explica, la mayor demanda a este nivel está dada por la falta del tiempo de los padres que trabajan y por los nuevos contenidos y métodos de estudio que los adultos desconocen, como el Singapur en matemáticas. Agrega que los padres se han dado cuenta de que una nota cinco no ayuda a ir a la universidad, y la mayoría busca que sus hijos accedan a ella, señala González.

Hoy son cerca de 200 los tutores de Educlas, 80% de ellos profesores. La clase cuesta $12 mil en promedio.

"La demanda tiene que ver con los vacíos de los alumnos, lo que en el colegio no se pasa bien. Detectamos vacíos que a veces vienen de los primeros cursos, principalmente en comprensión de lectura y operaciones básicas matemáticas", dice Rodrigo Quiroz, socio junto a Pedro Pablo Retamal, de la empresa Claseduc. Esta nació en 2010, y tiene 300 profesores que son estudiantes de la Universidad Católica, de la Chile y la de Santiago, y también pedagogos.

"La demanda año a año ha ido aumentando. Entre 2010 y 2013 crecimos 25 a 30% cada año. En 2014 y este año el crecimiento se estancó", dice Pedro Pablo Retamal. Este año atienden a 200 alumnos, principalmente del sector oriente, y de Maipú, La Florida, Peñalolén y Santiago Centro. El 90% estudia en colegios pagados.

Sus clases se basan en programas semanales. Las cuatro sesiones mensuales cuestan $78 mil. Ocho al mes por $126 mil, 12 al mes por $172 mil y 16 al mes por $216 mil. Se publicitan en su página web.

Navegando en internet los conoció Rosario San Martín, quien contrató a un profesor de matemáticas para su hijo de séptimo básico, y hoy tiene a un estudiante de física de la UC haciéndole clases en su casa una vez a la semana.

En 2008, Mauricio Chiong creó Sácate un 7, firma que hoy tiene 300 profesores que son estudiantes de las universidades de Chile y Católica. Sus alumnos se concentran en enseñanza media y además de clases a domicilio también las ofrece en su sede de Peñalolén.

"Elegí bien el rubro de la educación para emprender. El primer año facturé $35 millones y este año vamos a vender $400 millones", detalla Chiong.

Hace tres años, Tutor Doctor, una empresa que nació en Canadá en el 2000, llegó a Chile como franquicia. Dicen que ofrecen un traje a la medida para cada estudiante, y sus programas van desde 24 horas de clases hasta 160 horas, y el valor hora va desde $19.500 hasta $26 mil, dependiendo del número de horas del programa.

Más nueva es Tutor UChile, que nació en 2013, y ya tiene 480 tutores, de los cuales el 95% pertenece a la Universidad de Chile. Han atendido a 2 mil estudiantes y hoy tienen aproximadamente 500 activos y hacen 1.500 horas de clases al mes. Sus precios son de $16 mil por hora para clases esporádicas, y de $13.500 para planes mensuales.

Ex alumnos y psicopedagogas

El nicho de las clases particulares también ha sido tomado por los ex alumnos de colegios. Es el caso de Tutores Manquehue, que cuenta con 45 ex alumnos de este colegio de Vitacura. Por las lecciones individuales cobran $15 mil la hora y por las grupales entre $12 mil y $10 mil.

"El que los tutores sean jóvenes genera una mayor empatía con los alumnos y los motiva. El que seamos del mismo colegio es aún mejor, porque tuvimos el mismo sistema, y algunos los mismos profesores. Los tutores saben perfectamente a lo que se están enfrentando los alumnos", asegura Macarena Fuica, coordinadora de Tutores Manquehue.

Las psicopedagogas están también en el mundo de las clases particulares. No hablamos de las que se dedican a tratar a niños con algún problema, sino que de las que trabajan con niños con notas bajas para potenciar sus habilidades de estudio. También con niños de buen promedio, pero que necesitan muchas horas de estudio para lograrlo. A ellos les enseñan a optimizar su tiempo de estudio, para que puedan hacer otras cosas y seguir siendo niños.

"Lo que buscamos es formar un hábito de estudio, que ellos identifiquen cómo aprenden, se organicen y logren ser autónomos", explica la psicopedagoga Valentina Lara. El 40% de sus alumnos son niños que buscan este tipo de servicio, y dice que en los últimos tres años el número ha aumentado.

Detecta en los niños desorden, falta de reflexión y de autonomía, porque todos sus problemas se resuelven con un click. "Las cosas se las enseñan demasiado rápido y de manera memorística hasta quinto básico, y luego les piden que infieran, y no les enseñaron cómo hacerlo", dice la psicopedagoga. Sus clases cuestan entre los $20 mil y $25 mil por hora.

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