martes, 05 de mayo de 2015
El Mercurio
Aunque dijo que le parecía “indispensable” un cambio al tránsito de la capital. Además, con respecto a la reacción de la Presidenta Bachelet con Caval señaló que "la Presidenta actuó como ella pensaba que se debía actuar y se le pidió la renuncia a su hijo”.
El ex Presidente Ricardo Lagos reconoció anoche que se “equivocó” cuando se diseñó el Transantiago. En entrevista con Canal 13, en una ronda de conversaciones con Mario Kreutzberger, el ex Mandatario dijo: “Yo creo que me equivoqué cuando diseñamos el Transantiago, en qué sentido, de que nadie nos obligaba, porque todos aceptaban las micros amarillas, pero había que tomar una decisión, una forma distinta de ordenar el tránsito en Santiago. Y me metí solito en eso. Claro, después se implementó de una manera distinta, pero creo que los presidentes estamos para resolver los problemas”. Esto, al ser consultado sobre qué hizo mal en su gobierno.
Explicó que tomó esa medida porque le parecía “indispensable” hacer esa transformación. “Era imposible esa cantidad de micros, que no eran micros, sino camiones convertidos en micro”, señaló.
“Temas pendientes”
Después se refirió a la actual crisis política. “Ha despertado una realidad que no se condice con lo que hemos avanzado”, advirtió. Pero aseguró: “Tenemos muchos temas pendientes que se fueron acumulando”.
Consultado sobre una situación familiar que durante su administración afectó al respecto —y que en la entrevista se homologó con la renuncia de Sebastián Dávalos Bachelet— dijo que actuó de inmediato en ese momento. “Supe que había una dificultad a la 1 y media de la tarde. Un cuarto para los dos de la tarde, mi yerno, Gonzalo Rivas me llamó y me dijo ‘ha pasado tal cosa, tiene mi renuncia’”. Y continuó relatando: “A las 2 de la tarde el país estaba informado que él había renunciado”.
Requerido sobre la reacción de la Presidenta Bachelet tras conocerse el millonario préstamo que Banco Chile le otorgó a su nuera Natalia Compagnon, respondió: “La Presidenta actuó como ella pensaba que se debía actuar y se le pidió la renuncia a su hijo”.
Siguió relatando la historia con su yerno. “Ese día en la noche nos juntamos con mi yerno y Ximena (su hija) en mi casa para tratar el tema… ¿Sabe quién me estaba llamando al otro lado por teléfono? Bush y Blair por la guerra en Irak. Esas son las circunstancias que usted no determina cuando es Gobernante”.
