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Carabineros evalúa aislar edificio de la fiscalía de Rancagua cuando declare Dávalos

viernes, 10 de abril de 2015

P. Lezaeta, J.J. Suzuki y J. Jerez
El Mercurio

Persecutor y jefe de zona policial se reunieron ayer, luego que el Ministerio Público hiciera ver su preocupación.

La turbulenta salida de Natalia Compagnon desde la Fiscalía de Rancagua después de declarar en el caso Caval abrió un flanco de dudas respecto de la protección y seguridad de los comparecientes en la causa.

Y el bochornoso suceso ocurrido en las puertas del edificio de calle Alcázar cuando eran las 18:15 horas del miércoles motivó el envío, a primera hora de ayer, de un oficio por parte del fiscal regional Luis Toledo al jefe de zona de Carabineros, general Norberto Abarca.

En el escrito, el persecutor le hace ver la inquietud de la fiscalía por los incidentes y le plantea la necesidad de ofrecer una debida protección a otros declarantes en la causa.

El incidente de la víspera y la presentación del fiscal hicieron que cerca de las 13:00 horas de ayer llegara hasta la sede del Ministerio Público el general Abarca, quien se reunió por espacio de 20 minutos con el fiscal Toledo para afinar la coordinación de los servicios policiales preventivos y tratar de evitar incidentes como el del miércoles, cuando manifestantes incluso agredieron con un banderazo a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet.

Abarca explicó que la intervención policial del miércoles para proteger a Natalia Compagnon se concretó por iniciativa de Carabineros, debido a la cantidad de medios de comunicación presentes y, en particular, por los manifestantes que protagonizaron los desórdenes. “Había mucha gente, y hubo un grupo de manifestantes de una huelga legal de acá de Rancagua que aprovechó el sistema para dar a conocer su situación, y por eso que había mucha gente. Teníamos servicios dispuestos en el lugar como siempre lo hemos hecho”, afirmó.
Admitió que siempre las cosas pueden ser mejoradas. “Había muchos periodistas, mucha gente acá afuera, y obviamente eso es lo que quiero mejorar, y tendremos gente suficiente a contar de mañana (hoy) y todos los días que sean necesarios”.

El tema escaló inmediatamente en Carabineros, según altas fuentes de la institución, dado que el próximo citado “vip” es el esposo de Compagnon e hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos Bachelet. Tal comparecencia sería en el curso de la próxima semana.

Si bien las fuentes explicaron que se diseñó un plan de protección hacia Dávalos para cuando declare, medida inserta en el programa de seguridad permanente de familiares directos de los Presidentes —considerados con “perfil de riesgo”—, este será “perfeccionado” a raíz de lo ocurrido con Natalia Compagnon.

Con este escenario, en Carabineros se baraja la posibilidad de redoblar un dispositivo de seguridad para la comparecencia de Dávalos. Incluso, agregando funcionarios de control de Orden Público. A ello se suma la posibilidad de aislar parte del entorno de la fiscalía para evitar inconvenientes.

En un caso extremo —señalan las fuentes—, se estudia recomendar al Ministerio Público que la toma de declaración de Dávalos se realice en otro lugar.

Sin embargo, al interior del Ministerio Público esta opción se debilita, ya que la idea de la fiscalía es dar un trato igualitario a todos los intervinientes.

Protección en Santiago


Al igual que en la declaración del día miércoles en la Fiscalía de Rancagua, hubo manifestantes durante el testimonio de Ena von Baer.

Fueron al menos tres grupos los que estuvieron en el lugar. En la mañana arribaron estudiantes que promovían la campaña ciudadana Sobre Azul. Pero durante la tarde llegaron personas que vociferaron improperios contra la senadora y además alumnos de la U. Arcis.

Estos últimos fueron quienes siguieron al fiscal nacional Sabas Chahuán a su salida hasta su vehículo, reclamándole sobre la situación del plantel.

Durante todo el día hubo, al menos, cuatro carabineros custodiando la entrada al edificio donde se ubican las oficinas de los abogados de Von Baer, lugar en que la senadora declaró. Y antes de que saliera Chahuán, los efectivos policiales aumentaron a cerca de 15, repartidos por toda la calle Nueva York.

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