La decisión está tomada. Absolutamente cerradas tiene las puertas el Gobierno a la opción de incorporar la negociación colectiva por rama económica en el proyecto de reforma laboral. Así lo indicaron ayer altas fuentes de gobierno, luego de la reunión que el martes en la noche en el Congreso sostuvieron los ministros de Hacienda, Alberto Arenas, y del Trabajo, Javiera Blanco, con parlamentarios de la Nueva Mayoría de las comisiones del Trabajo de la Cámara de Diputados y el Senado. Estas mismas fuentes señalan que el diagnóstico del Ejecutivo apunta a que esta medida -pese a que es apoyada por varios parlamentarios oficialistas y la CUT- pondría en "serio riesgo" el crecimiento de la economía local este año. Varias estimaciones, entre ellas las del Ministerio de Hacienda, apuntan a que el Producto Interno Bruto (PIB) aumentaría en torno a 3% este año. Sin embargo, para garantizar esa expansión es fundamental dar señales de "estabilidad regulatoria" al sector privado y no endurecer aún más la reforma laboral. El proyecto fue criticado este lunes por 14 gremios empresariales que conformaron un frente en rechazo a esta iniciativa emblemática para el Ejecutivo. El Gobierno considera que los efectos de la reforma laboral -tal como se conoce hoy- ya están incorporados en las proyecciones que apuntan a un 3%. Pero la negociación por ramas podría afectar esa estimación. Si bien a mediados de este mes la ministra Blanco no cerró las puertas a la negociación por ramas y dijo que ese debate debía darse con los parlamentarios, a los pocos días, en una minuta fechada el 17 de marzo, el ministro de Hacienda dejó clara su postura ante la comisión del Trabajo de la Cámara. En dicho documento la autoridad puso en el mismo nivel la negociación por ramas y la reducción de las indemnizaciones por año de servicio (impulsada por la CPC y sus ramas), descartando avanzar en esas dos propuestas. En el corto plazo, la comisión del Trabajo de Cámara de Diputados seguirá en audiencias. De hecho, el lunes asistirá a la instancia la ex directora del Trabajo María Ester Feres y una especialista de la OIT. El Gobierno seguirá con sus rondas de reuniones. El lunes habrá una cena de los ministros de Hacienda y del Trabajo con parlamentarios de la Nueva Mayoría para entrar ya en el "área chica" de la redacción de las indicaciones. Estas últimas deben presentarse a más tardar el 13 de abril para que al día siguiente comience la votación en particular de este proyecto en la comisión del Trabajo. Algunos de los aspectos ya resueltos respecto de las indicaciones a la reforma laboral son la necesidad de acotar las nuevas atribuciones que el proyecto entrega a la Dirección del Trabajo y la de simplificar los procesos de negociación colectiva. Para los parlamentarios oficialistas, las reuniones que se iniciaron con Hacienda y Trabajo serán cruciales para determinar en qué puntos del proyecto es posible llegar a un acuerdo con el Gobierno, a través de las indicaciones. En los aspectos donde esto no se logre, la idea es avanzar por medio de indicaciones propias. Si bien varios legisladores siguen apoyando la negociación por rama, las indicaciones en esta materia son potestad exclusiva del Ejecutivo, según lo establece el Artículo 65 de la Constitución.