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La colonia alemana en Peñaflor recuerda sus comienzos

sábado, 13 de diciembre de 2014

Economía y Negocios

El Mercurio




No era la primera vez que Chile desarrollaba un proyecto de inmigración con el fin de poblar o desarrollar una zona. Lo había hecho antes en el norte y más extensamente en el sur. Esta vez se planteó hacerlo en la zona vecina a la capital: Malloco. Y el gobierno miró a Alemania. En 1929, la Caja de Colonización Agrícola, antecesora de la Cora, compró el fundo "San Javier de Malloco", en Peñaflor, a Pedro Correa Ovalle. Se dividió en 43 parcelas de 10 hectáreas, aproximadamente, cada una; se hicieron los caminos ripiados, obras de regadío; se construyeron 4 modelos de casas de "estilo alemán" de dos pisos cada una y se plantaron frutales. El proyecto contemplaba una parroquia católica (religión de los que vendrían), colegio, galpón, gallinero para 100 aves, planta deshidratadora de frutas y otras granjerías que, por cerca de $78.000 pesos de entonces, podía atraer a familias alemanas. El gobierno de Ibáñez del Campo puso avisos promocionales en 430 periódicos de Baviera, primero, y luego en otras localidades para captar interesados. Finalmente, en febrero de 1930, a bordo del barco "Heluan", llegaría el primer grupo: 9 familias con 58 personas que arribaron a Valparaíso. En otros cinco barcos llegaron otras 38 familias. En mayo de ese año la colonia tenía 280 personas. Algunos se mudaron del lugar a poco andar. Otros permanecieron allí por décadas. Tenían un modo de vida, la plaza Colonia, la calle Berlín. Y un clásico hasta hoy, el Der Münchner, de la familia Zahlhaas, principal punto de reunión de los colonos.

Walter von Bischhoffshausen investigó durante tres años qué había pasado con estos proyectos colonizadores y en concreto con éste. Y el resultado, un libro con fotos y mucha información, fue presentado por Ricardo Binder, en el auditorio de la Liga Chileno-Alemana la semana pasada. Hasta ahí llegaron no varios descendientes de estas familias.

 
La parcela 37
 
Sebastián Inninger Graf y su señora Marcella Schiehl Büch llegaron desde Alemania a ocupar la parcela 37. Su hija Marcela se casó con Guillermo Schneider Hübner (proveniente de una familia también allegado a los alrededores de Peñaflor). De este matrimonio nacieron Irene y Carola.Su otra hija, Ingeborg, casada con Juan Celume tuvo cuatro hijos, dos de los cuales conservan una propiedad en el lugar.

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