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Escuela Elvira Errázuriz:

Por falta de vocaciones religiosas, colegio en Ñuñoa deberá dejar de funcionar

viernes, 21 de noviembre de 2014

Economía y Negocios

El Mercurio

El establecimiento cerrará en diciembre de este año, pues la congregación que lo administra no ha recibido nuevas candidatas.



Por estos días hay dos cosas que no dejan de rondar en la cabeza de Nicolás (6). Una es la carta que tiene que escribirle al Viejito Pascuero, con la lista de regalos que pretende recibir en Navidad. La otra es encontrar un colegio donde estudiar.

"Nos dijeron que había que irse, así que con mi mamá estamos buscando. Ojalá sea cerca para seguir viendo a mis amigos", dice el niño, luego de patear una botella plástica vacía y perderse por el patio del colegio Elvira Errázuriz, de Ñuñoa.

Este establecimiento lleva 56 años funcionado en Vicuña Mackenna con Malaquías Concha, pero cerrará a fines de diciembre. El motivo no es el paro docente ni la reforma educacional. La razón es que las Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia, la congregación religiosa que administra el establecimiento, no tiene vocaciones suficientes para gestionar el funcionamiento del recinto.

En palabras simples, eso significa que como no hay mujeres que hayan ingresado a la congregación, ya no hay religiosas que puedan seguir trabajando en este pequeño colegio particular subvencionado, que atiende a unos 240 alumnos de Providencia, Santiago Centro y Ñuñoa.

"La monjita más joven debe tener unos 69 años. El resto, lamentablemente, son personas de edad que superan los 80", afirma Cristián Infante, secretario ejecutivo de la Vicaría para la Educación, acerca de la agrupación que administra este colegio, que no tiene ningún vínculo administrativo con el Arzobispado de Santiago.

"Un día llegaron estas monjitas muy desesperadas a pedirnos ayuda. Hoy, ellas no tienen ninguna vocación y el sistema educacional chileno ha cambiado tanto durante los últimos diez años, que se vieron sobrepasadas. Hoy día no tienen la capacidad profesional para lidiar con las rendiciones de cuentas, resoluciones y varios trámites más", agrega Infante.

La noticia no cayó bien entre los apoderados del recinto, que fueron notificados a fines de septiembre del cierre definitivo del lugar. Desde ese mes se han comenzado a organizar sin grandes resultados, pues la decisión de las religiosas, que prefirieron no hacer declaraciones, no volverá atrás.

"Esto nos tiene mal, pues nos pilló de la peor manera. Este era un buen colegio, y de un día para otro lo decidieron cerrar. Para mí y muchos apoderados, la única razón es la irresponsabilidad de la sostenedora, que hizo una pésima administración", plantea Natalia da Costa, apoderada de un alumno que pasó a primero básico. Ella y varios padres siguen buscando un colegio que los pueda albergar.

CONGREGACIÓN

Las Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia surgieron en 1900 y administran otros ocho colegios en el resto del país.

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