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Hacer ejercicio en forma regular no garantiza la pérdida de peso

viernes, 21 de noviembre de 2014

Economía y Negocios

El Mercurio

Una investigación en mujeres observó que aquellas que realizan alguna actividad física frecuente tienden a comer más o a moverse menos el resto del día.



El ejercicio tiene innumerables beneficios para la salud: disminuye el riesgo de diabetes y de eventos cardíacos, regula la presión arterial e incrementa la funcionalidad de huesos y músculos. Sin embargo, no siempre conlleva una baja de peso.

Un nuevo y provocativo estudio de la Universidad Estatal de Arizona, en EE.UU., encontró que parte de un grupo de mujeres que empezó a hacer ejercicio, al cabo de un tiempo aumentó su porcentaje de grasa corporal.

La investigación, que fue publicada en el Journal of Strength and Conditioning Research, reclutó a 81 mujeres, de entre 18 y 45 años, con sobrepeso y una vida sedentaria, las cuales tuvieron que seguir un entrenamiento por doce semanas. Ellas tenían que correr por media hora en una cinta, tres veces a la semana como rutina.

Tras finalizar el período de estudio, casi el 70% de las mujeres ganaron grasa corporal y algunas habían aumentado hasta cuatro kilos. Este peso adicional era más de grasa que de músculo, según notaron los autores.

Si bien el estudio no midió los patrones de alimentación y movimiento fuera del laboratorio, los investigadores especularon que las mujeres que subieron de peso comenzaron a comer más o a moverse menos durante el día.

"Algunas personas hacen ejercicio, pero no realizan cambios alimentarios importantes", dice Samuel Durán, presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile. "A veces justifican comerse unas galletas, un néctar o irse a tomar un copete porque ya hicieron ejercicio".

Consejos

Para que el entrenamiento brinde los resultados esperables, el nutricionista recomienda seguir una dieta hipocalórica y cerciorarse de comer cinco a seis veces al día; es decir, cuatro comidas principales en porciones reducidas y dos colaciones.

Para el desayuno, Durán aconseja uno en base a alimentos de bajo índice glicémico como fruta, pan integral o avena.

"En el almuerzo, se debe eliminar el pan, reemplazar la sopa por la ensalada y pedir que sirvan la mitad de pasta o arroz", dice el nutricionista. También aconseja elegir fruta de postre.

Buenos snacks para media mañana o para la tarde antes de ir al gimnasio incluyen: frutas, semillas, frutos secos sin sal o yogur dietético. La tentación de querer darse unos "gustos", como chocolates o dulces, "no es recomendable si uno quiere bajar de peso y no está habituado a la alimentación saludable", opina Durán.

Si se elige hacer ejercicios de fuerza, comer proteínas -carnes, huevo, atún, barras proteicas-hasta una hora después del ejercicio, ayuda a aumentar la masa muscular, comenta César Kalazich, deportólogo de la clínica MEDS. "Si la rutina es principalmente aeróbica, conviene alimentarse de una comida rica en carbohidratos inmediatamente después, para recuperar las reservas de glucosa que se gastaron en el ejercicio", precisa.

El alcohol también es un factor que puede estar incidiendo en la no disminución del peso, advierte Paula García, nutricionista y docente de la Universidad San Sebastián. "Las personas nunca beben alcohol solo; siempre hay un picoteo con contenido de grasa y sal, como una tabla o papas fritas".

Para reducir la ingesta calórica asociada con el alcohol, Durán recomienda elegir una copa de vino, espumante o una cerveza en vez de los destilados.

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