La encuesta de expectativas que levanta el Banco Central nuevamente corrigió a la baja las estimaciones de crecimiento para la economía chilena para 2014, 2015 e incluso 2016.
Para este año, las perspectivas apuntan a una expansión de 1,8% frente al 2,1% que estimó el Ministerio de Hacienda y el rango de 1,75% a 2,25% proyectado por el Banco Central.
Para 2015, los encuestados proyectan un crecimiento de 3% frente al 3,6% estimado por Hacienda y el rango de 3% a 4% que pronostica el Banco Central.
Los 62 académicos, consultores y ejecutivos o asesores de instituciones financieras encuestados, redujeron también drásticamente sus previsiones de crecimiento hacia 2016, situándose la mediana en 3,5%, medio punto porcentual menos que el mes anterior. El 56% de los encuestados considera que la economía no crecerá más allá del 3,5% ese año.
En contraste, la proyección de mediano plazo que tiene Hacienda es un crecimiento de 4,3% para 2016, suponiendo que en ausencia de shocks relevantes la economía convergerá a un ritmo similar a su crecimiento de tendencia.
Cambio de percepción
Según Felipe Alarcón, analista de EuroAmerica, las proyecciones del Gobierno y del Banco Central descansan mucho en una mejoría en las expectativas del sector privado, cosa que hasta ahora no se ha visto. “Lo único que va a venir más adelante es mayor gasto fiscal, pero ese mayor gasto se va a diluir si no hay una recuperación de las expectativas que están muy deprimidas en este minuto”, enfatizó.
Las proyecciones de EuroAmerica están incluso más bajas para este año y el próximo, con 1,7% y 2,7%, respectivamente. No obstante, Alarcón prevé un crecimiento de 3,8% en 2016: “Todavía pensamos que habrá un vuelco por el lado de las expectativas y va a venir impulsado básicamente por el Gobierno. Las cosas van a tocar fondo en un futuro no muy lejano”.
Crecer sobre 1,8% este año sería un escenario optimista, dice Patricio Rojas, de la consultora Rojas & Asociados, señalando que “no hay cambio en los últimos tres meses del año, el consumo sigue bastante caído y las importaciones de bienes de capital y de consumo se siguen deteriorando”, advierte.
Rojas proyecta un crecimiento de entre 2,5% y 3% en 2015 y advierte que la política monetaria con tasas más bajas no va a ser relevante hasta que no haya un cambio en las expectativas de los inversionistas, empresarios y agentes en general que hoy están postergando sus decisiones de consumo e inversión.
Alejandro Puente, académico de la Universidad Santo Tomás, comparte las menores proyecciones no por una visión pesimista, sino que su estimación de PIB tendencial no es el 4,3% que calculó el comité consultivo convocado por Hacienda, sino de 3,9% y, con ello, en 2015 la economía crecería 3%. Se trata de una expansión más baja que el potencial debido a la situación cíclica que afecta la inversión en el mediano plazo, asociada al ciclo minero por estrechamiento de márgenes y el ciclo de inversiones en construcción por la vacancia en oficinas.
Para 2016 estima que, superada la discusión de las reformas tributaria, educacional e incluso políticas, la economía debiese acercarse a su nivel de tendencia, entre 3,5% y 4% y no más allá.