lunes, 27 de octubre de 2014
Silvana Celedón Porzio
Economía y negocios
Reconvertido como charlista motivacional, vendrá a Chile el 24 de noviembre a un seminario. Advierte que los reguladores siempre debieran poner ojo en quienes hacen ganancias en corto tiempo vía comisiones. Y de su experiencia dice que “no todo fue tan malo, también ayudé a otras personas a ganar dinero”.
Más de dieciséis años han pasado desde que Jordan Belfort llegó a la cúspide y luego cayó en picada. Él es un ex corredor de bolsa de Nueva York, cuyo nombre saltó a la fama mundial luego que su vida de excesos y como protagonista de un millonario fraude bursátil fue llevada a la pantalla grande por Martin Scorsese, con su película “El lobo de Wall Street”.
El filme es reflejo de la propia vida de Belfort, quien se involucró en el mundo bursátil en busca de dinero, a través de la firma Stratton Oakmont, en Wall Street. Pero todo acabó para él en 1998 cuando fue acusado por la Securities and Exchange Commision (SEC) —el homólogo de la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile— de cometer fraude, lavado de dinero y manipulación del mercado de valores.
¿El resultado? Toda su vida de lujo, dinero, yates, supermodelos, drogas y desenfrenadas fiestas se terminó y tuvo que cambiarla por 22 meses de prisión, tras una sentencia emitida en 2003.
Fue el actor Leonardo DiCaprio quien encarnó a Belfort en el filme. “Me encantó”, dice el verdadero “lobo” sobre la cinta de cine.
“Es una gran película. Algunas imágenes no eran mi vida, pero es una película de Hollywood y me gustó mucho”, cuenta a “El Mercurio”.
Claro que, tras el escándalo financiero, Belfort dio un giro a su vida y ya lejos del mercado bursátil se reinventó como orador y charlista motivacional.
Es la razón por la que vendrá a Chile el próximo 24 de noviembre, invitado por B&D Entertainment Group, una productora lideraba por siete jóvenes profesionales de entre 27 y 30 años. Es la primera vez que Belfort viene a Latinoamérica.
En la charla, Belfort presentará el sistema Straight Line Sales System, que consiste en un coaching a través del cual enseña estrategias de comunicación efectivas, especialmente para profesionales vinculados a fuerza de venta en las empresas. “Las herramientas se pueden usar en ventas, negociaciones, emprendimientos, para explicar ideas, etc. Se puede aplicar en todas las áreas de tu vida. El punto es poder comunicar de forma eficiente lo que quieres”, cuenta.
A juicio del ex corredor de bolsa —quien mes a mes debe destinar parte importante de su sueldo a una cuenta en garantía para reparar a los inversionistas que cayeron en sus redes—, no es excluyente haber sido encarcelado por fraude y dedicarse hoy al coaching.
“¡Al contrario! Tengo mucho que aportar. Todos los seres humanos buscamos formas de ganarnos la vida y generar dinero. En mi caso, yo motivé a gente toda la vida cuando me dedicaba a hacer negocios en Wall Street. Por ende, esta área (coaching) era una forma de ganarme la vida usando mis habilidades de una buena forma”, sostiene.
—¿Cuál es el aporte de sus presentaciones, considerando que usted estuvo en la cárcel por fraude?
“Muchos aportes, pero el principal es que cada ser humano es capaz de ser grandioso en toda su vida. Si trabajas muy duro, aprendes ciertas cosas, le pones pasión a lo que haces, te focalizas en lo que quieres, podrás tener una vida que mejora constantemente y tener la vida que siempre quisiste. Eso es lo más importante que yo trato de transmitirles a mis audiencias”.
—¿Cuáles son las principales preguntas que le hace la gente?
“El grueso de las preguntas proviene de profesionales que trabajan como fuerza de venta: cómo hacer más efectivas sus ventas y llegar de mejor forma a sus clientes. Muchas veces yo les pregunto cómo trataron de vender un determinado producto, les cuento cómo yo lo haría introduciéndole más emoción a la venta y les digo vayan ahora y vendan ese producto”.
—¿Cuál es su visión sobre Chile?
“No sé mucho realmente sobre Chile, pero lo que sí sé es que tienen un gran vino y mucho cobre, que hay gente muy capaz, exitosa, amistosa, que quiere emprender. Es un país pequeño, pero un gran país”.
“Tengo que pagar todos los meses mucho dinero”
En simple, el fraude de Belfort consistió en que, mediante técnicas de persuasión, su firma y los corredores que trabajaban en ella vendían acciones a clientes ingenuos, prometiéndoles ganancias millonarias, que obviamente no existían, pues eran papeles de compañías sin un futuro cierto. Pero las altas comisiones cobradas rápidamente hicieron millonarios a Belfort y su gente.
Él mismo cuenta que en el peak de su carrera contabilizaba ingresos anuales por US$ 50 millones, como promedio.
Pero tras los 22 meses en prisión —en lugar de 30 años, tiempo que logró bajar al colaborar con la investigación—, tiene pendiente el pago a cientos de clientes que estafó.
“Yo tengo que pagar todos los meses mucho dinero. No sé cuánto, pero es mucho. Todos los meses, todos”.
—¿Cuándo terminará de pagar?
“Buena pregunta, pero realmente no lo sé”.
—Quizás toda su vida tendrá que pagar....
“Probablemente”.
—¿Se disculpó con los clientes a quienes estafó?
“La verdad es que no hubo tanta gente que perdió dinero mientras yo estaba en la firma. La película es una ficción en esa parte. Muestra una escena donde yo, estando en la empresa, digo que voy a pagar para subsanar lo ocurrido, pero la verdad es que yo me fui antes de la compañía y la firma siguió funcionando cerca de tres años sin mí. Entonces muchas personas interpusieron reclamos formales de dinero cuando yo ya no formaba parte de la firma. Deben haber sido unas 300 personas y la verdad es que no tengo posibilidad de pedirles disculpas a todos ellos. Pediría probablemente disculpas, pero no tengo un listado con el nombre de cada uno. Además, muchas de esas personas son muy ricas, que viven en distintas partes del mundo, y yo no sería capaz de encontrarlos”.
—¿Cuánto está ganando ahora?
“No puedo decir cuánto, pero me está yendo muy bien en mis nuevas actividades y yo actualmente me mido más por la cantidad de gente que puedo ayudar a ser exitoso. No es solo dinero”.
—¿Cómo maneja hoy su actual relación con el dinero, la riqueza y las adicciones?
“Soy una persona muy afortunada en la vida. Tengo una mujer grandiosa en mi vida, que es mi base, y además tengo buenos amigos. Tener la mujer adecuada a mi lado es una gran ayuda”.
—¿Qué pasó con su fortuna?
“Al final tenía un gran desorden de cuentas legales, tuve que pagar una gran multa y así terminó todo. Eso es lo que realmente pasa cuando te metes en problemas: levantarte de las cenizas y pagar un cúmulo de cuentas relacionadas con los procesos legales”.
—¿Quién es actualmente Jordan Belfort?
“Soy la persona que originalmente mis padres trajeron al mundo. Yo vengo de una muy buena familia, jamás fui obligado a robar, mentir o engañar. Fui formado para hacer bien las cosas, recibí valores de mis padres, estudié para elaborar planillas en Excel y hoy he vuelto a ser esa persona”.
—¿Cómo ve hoy las máximas que guiaron su vida en el pasado?
“Creo que algunas cosas que hice fueron maravillosas y grandiosas, por ejemplo ayudé a gente que recién estaba empezando en el mundo de los negocios, emprendedores. Pero otras cosas que hice fueron horribles y tramposas. Entonces es una pregunta muy complicada, porque hice cosas malas y otras buenas. La película muestra claramente eso”.
Alertas para Wall Street
—Luego de la crisis de 2008, ¿Wall Street sigue vulnerable a actos como los que usted cometió?
“Creo que Wall Street siempre es vulnerable a la gente que le gusta especular. Los reguladores están intentando contenerlo de manera muy fuerte y si bien los resguardos han mejorado, Wall Street sigue vulnerable”.
—¿Por qué?
“Porque los seres humanos son los seres humanos. Muchos quieren alcanzar la fama rápido y actúan de manera irracional, por ejemplo creando burbujas como la inmobiliaria. Eso siempre va a ocurrir y es muy difícil para los reguladores controlar todo”.
—¿Qué le parecen las personas que se identifican con las prácticas en las cuales usted incurrió en el pasado?
“Si miro hacia atrás en mi vida, la película logra reflejar parte de eso, fui realmente un idiota en muchas cosas que hice, como hacer que mucha gente perdiera dinero. Eso no estuvo bien. Sin embargo, no todo fue tan malo, también ayudé a otras personas a ganar dinero. No todo fue tan terrible”.
—Habiendo cometido un fraude, ¿qué cambiaría en Wall Street?
“Una de las cosas que cambiaría es el foco con que opera Wall Street. No puedes incentivar a la gente a ganar dinero de forma tan rápida vía comisiones que tienen un enfoque cortoplacista. Tienes que establecer compensaciones en las estrategias”.
—¿Actualmente considera que no está bien generar plata de forma rápida?
“No. Para generar dinero tienes que tener una estrategia de largo plazo que se sostenga en el tiempo”.
—¿Qué pasa en el mundo financiero donde hay personas que tienden a romper las reglas y a optar por ganar dinero de forma rápida?
“Lo que pasa es que se puede ganar dinero de forma muy rápida, pero sin ningún valor. Entonces lograr mantener la ética y la integridad es muy difícil”.
—¿Hay algún fraude en la historia que usted considere “ingenioso”?
“¿Ingenioso? (piensa por unos segundos).... Creo que Goldman Sachs fue un tremendo fraude (se refiere a las hipotecas basura, en la crisis financiera de 2008) y que terminó generando cambios legales”.
—¿Y su fraude fue ingenioso?
“No derechamente. No lo calificaría como ingenioso”.
