lunes, 08 de septiembre de 2014
Pablo Tirado
Economía y negocios
Las estafas a los turistas extranjeros que arrendaban cabañas en Chile fue lo que llevó a Carlos Cuevas a desarrollar Sinbad, una plataforma de alquiler de propiedades vacacionales que ya cuenta con cerca de 10 mil usuarios activos y una oferta de 3 mil alojamientos. “Es una plataforma que comunica a personas comunes y corrientes que quieren arrendar su propiedad con viajeros de todo el mundo, pero enfocándonos en la seguridad”, explica el emprendedor.
Con ese foco definido y para que Sinbad funcione, cada una de las viviendas que se ofrecen debe ser certificada en terreno por “embajadores” de la plataforma o bien con documentos de la propiedad. “El viajero, por su parte, ingresa a la página, busca su destino, envía una solicitud que le llega al anfitrión que tiene un plazo máximo de 24 horas para contestar. Luego de que el viajero recibe la aceptación, elige un modo de pago”, dice Carlos Cuevas, quien asegura que Sinbad recibe el pago y solo lo traspasa al dueño del inmueble cuando el viajero recibe las llaves.
En la plataforma se pueden poner en arriendos desde habitaciones hasta casas completas. De hecho es esta última la modalidad más popular, concentrando más del 90% de la oferta. Asimismo, en el último tiempo también se han sumado alojamientos más originales como cabañas mapuches en el sur o parcelas. “Nuestros principales clientes son personas que tienen una segunda vivienda de vacaciones y que necesitan rentabilizarla cuando no la usan”, asegura Cuevas, agregando que los destinos más populares son Viña del Mar y Reñaca, La Serena y Coquimbo y Pucón.
Para este año, los planes de la empresa, cuenta su fundador, son llegar a las cinco mil propiedades y facturar US$ 1 millón en 2015. Para concretar sus metas de ingresos han comenzando a desarrollar una plataforma orientada para empresas y también planean una expansión a otros países de la región como Perú y Colombia.
