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Vittorio Corbo:“El empuje ahora depende de lo que hagamos nosotros, de las medidas que tomemos"

domingo, 07 de septiembre de 2014

Silvana Celedón y Camila Miranda
Economía y negocios

Se debe impulsar las inversiones en infraestructura y energía, recalca el ex presidente del Banco Central.

Viaja fuera de Chile al menos una semana de cada mes y sus análisis económicos son requeridos en América Latina y en Europa. Vittorio Corbo tiene como nadie el pulso de la economía nacional e internacional. Desde el CEP, su casa, donde es investigador asociado senior, este economista, académico, presidente del directorio de Banco Santander Chile, director de empresas y presidente del Banco Central entre 2003 y 2007, recalca que su preocupación hoy está centrada en cómo revertir la desaceleración económica, más que ahondar en las razones que la provocaron. No hay fórmulas mágicas, solo trabajar mucho en el frente interno para apurar proyectos de infraestructura y energía, recalcará varias veces en la entrevista.

Esta la dio el jueves, en una semana compleja en términos de cifras macro para el país. El miércoles, el Banco Central dio a conocer sus nuevas estimaciones en su Informe de Política Monetaria (IPoM), las que consideraron una reducción importante en la proyección de crecimiento para este año, desde un rango de 2,5% a 3,5% a uno de entre 1,75% y 2,25%.

El viernes, el organismo informó una variación de 0,9% en el Imacec de julio.

“El Imacec estuvo algo por encima de lo previsto, lo cual es una buena noticia. Con todo, creció solo un 1,1% anualizado en el trimestre mayo-julio comparado con el período febrero-abril. Esa es la velocidad a que está creciendo la economía hoy”.

Una recesión en el país, a su juicio, es poco probable. “No hablaría de crisis ni mucho menos, crecer al 2% no es crisis, pero sí es crecer mucho menos que la tasa de crecimiento del producto potencial, que el Banco Central estima ahora entre 4% y un 4,5%”, afirma.

—¿Cómo ve la situación actual que enfrenta Chile teniendo la perspectiva de una persona que conoce la visión de inversionistas y empresarios externos?
“Los países exportadores de productos primarios tuvimos años fantásticos entre 2003 y 2011. Los términos de intercambio y las condiciones financieras fueron muy favorables, excepto 2008 y 2009. Chile fue capaz de colocar bonos a tasas muy bajas, lo que también hicieron otros países. Esto llegó a su peak en 2011 y desde entonces los precios de las materias primas han estado cayendo. Mientras estuvo el viento de cola, empujó el crecimiento del país, ya que nos pagaban mejor por nuestras exportaciones, lo que apuntaló el consumo privado y generó más empleo. Además, las empresas llevaron a cabo inversiones importantes. Por eso países como Perú, Chile, Bolivia y Brasil tuvieron un despegue muy fuerte.

Pero cuando se acabó ese impulso, hemos perdido fuerza todos y hay que prepararse para un 2015 donde la parte financiera no será tan buena como en 2014. Lo más probable es que Estados Unidos normalice su política monetaria y, por ende, se reducirán los estímulos. Los precios de los commodities tampoco mejorarán en 2015”.

—Pero se preveía que el viento de cola no estaría presente hace un año y aún así el Banco Central tenía estimaciones de crecimiento para Chile mucho más altas que las entregadas este miércoles. ¿Por qué se produce el ajuste?
“Concuerdo con que creceremos entre 1,75% y 2,25%, en que se ha dado una caída muy grande en las expectativas y eso ha afectado las decisiones de consumo e inversión. Lo importante ahora es mirar hacia delante. Eso deben hacer todos los países de América Latina. Este es el momento para destrabar los temas internos y generar un ambiente más favorable para la inversión. Cuando el auto termina una bajada y llega al plano, ahí depende solo del motor”.

—¿Y cómo ve ese motor en Chile para reactivar la economía?
“El Banco Central dice que se ha dado una caída de expectativas, que ha sido una sorpresa. El punto es que las expectativas no caen del cielo y para afectarlas hay que avanzar en temas como infraestructura. Chile avanzó mucho en esa área hasta 2006 y lo dijo muy claramente el ex Presidente Ricardo Lagos. El país necesita avanzar en la infraestructura de puertos, carreteras, hospitalaria, etc. Eso servirá para estimular la inversión, pero también para mejorar expectativas. Ahí hay un tema muy importante. Perú está haciendo eso para enfrentar una situación internacional menos favorable. Otra área donde Chile tiene desafíos es en energía”.

—¿Pero el país está enfrentando correctamente el desafío de empujar la inversión?
“He visto que el ministro de Obras Públicas (Alberto Undurraga) está haciendo un gran esfuerzo. Se están tomando medidas también en Energía, pero hay que aterrizar más esas acciones, que las cosas empiecen a moverse más rápido. Los problemas en materia de energía hay que resolverlos en los próximos tres o cuatro años. La fuente más barata que tiene Arabia Saudita para generar energía es petróleo, en nuestro país es el agua, por ende tenemos que destrabar su uso, si no, se generarán problemas de eficiencia”.

—¿Qué situaciones a nivel interno se dieron para que la desaceleración esté siendo mayor a la prevista?
“El país tuvo una reconstrucción muy eficiente, pero cuando se acabó, perdimos ese motor adicional. Después, hubo muchos cuestionamientos al modelo, hubo apetito por cambiar muchas cosas y eso afectó las expectativas. Por eso el acuerdo en la reforma tributaria va en la dirección correcta”.

“Pero la gente responde cuando tiene dudas sobre el futuro y se preocupa mucho cuando el mercado laboral comienza a deteriorarse. Las empresas han tenido que ajustarse, ya que muchas han enfrentado la tormenta perfecta: alzas en costos laborales en los últimos años, pero además a nivel energético, y ahora viene la desaceleración. Todo eso afecta el mercado laboral y las personas comienzan a ajustarse reduciendo su consumo y sus inversiones”.

—¿Eso suena también a una tormenta perfecta en las condiciones que el país enfrenta?
“Chile se iba a desacelerar sí o sí. Un 70% era por factores externos y el país podía tomar medidas para amortiguar eso destrabando proyectos internos y haciéndose cargo de los desafíos en infraestructura, energía y educación. Pero si al mismo tiempo creamos más incertidumbre interna afectando la inversión, la situación se hace más difícil. Yo creo que la desaceleración chilena se hizo más pronunciada de lo que creíamos el año pasado, pero ahora hay que mirar hacia delante y, en ese sentido, el desafío es destrabar temas internos para tener un crecimiento sostenido. El empuje ahora depende de lo que hagamos nosotros, de las medidas que tomemos en casa, y crucemos los dedos para que los ajustes que estamos viendo en China no sean más pronunciados”.

—¿Las medidas que hasta ahora ha tomado el Gobierno son suficientes?
“Cuando un auto queda parado en la línea del tren todos se bajan a empujar, hasta los niños. Todo ayuda. Para las autoridades yo creo que ha sido una sorpresa la desaceleración y veo una preocupación mucho más clara hoy que hace 15 días respecto de que la desaceleración ha sido más profunda”.

—¿Se demoró a su juicio el Gobierno en tener un diagnóstico más fino sobre lo que estaba pasando en la economía?
“Lo clave es mirar hacia delante más que echarse la culpa. 2015 será más complejo en condiciones financieras y los términos de intercambio no mejorarán. El crecimiento de los próximos años dependerá de nosotros”.

¿Reforma laboral?
“Primero hay que digerir la reforma tributaria”


—Dado la actual desaceleración, ¿cómo ve los anuncios del Gobierno en materia laboral, como el no reemplazo en huelga y la titularidad sindical?
“En materia laboral hay que estar conscientes de que en un país que se está desacelerando los ajustes tienen que abordar temas como, por ejemplo, más flexibilidad en horas trabajadas. Uno se pregunta por qué en Alemania el desempleo es más bajo que el que había en 2008. Porque Alemania tuvo el coraje, bajo el gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder, de hacer una reforma laboral que le ayudara a ajustarse”.

“Cuando la economía se está desacelerando, hay que facilitar la movilidad. Hay que fortalecer la negociación colectiva, pero también hay que tener más elementos de flexibilidad. Si pensamos en una economía que está enfrentando ajustes, hay que facilitar eso y, desde esa perspectiva, Chile tiene que pensarlo muy bien antes de crear un marco legal que haga más rígido el ajuste, ya que eso va a tener costos. Además, el tema central en Chile es cómo contribuimos a destrabar inversiones”.

—¿Entonces el Gobierno debería postergar la reforma laboral?
“Primero hay que digerir la reforma tributaria, que es una reforma grande y que representa una tremenda victoria para esta administración. Luego hay que implementar bien el nuevo sistema tributario. El Central proyecta entre 3% y 4% para 2015, pero hay que trabajar mucho para que pase del 3% para arriba. Vamos a tener que echarle vientecito y lo que más contribuirá a mejorar las expectativas es destrabar los proyectos de inversión. En energía también hay tremendos desafíos. Es un Gobierno de 4 años, entonces hay que focalizarse”.

Rol del Banco Central: “Puede ayudar, pero en el margen”


—Se espera que de aquí a fin de año el Banco Central baje aún más la TPM, ¿qué tanto más puede ayudar en la reactivación? A su juicio, ¿no se le estará pidiendo mucho a la política monetaria?
“En todos los temas que he abordado hasta ahora para que la economía crezca más, no he nombrado al Banco Central. Todos los desafíos tienen que ver con problemas reales y más estructurales. La política monetaria tiene un rol que jugar y el Banco Central lo ha hecho así”.

“El Banco Central no puede mejorar las expectativas ni destrabar los proyectos en infraestructura ni en energía”.

—¿Cómo cree que se está calibrando el ambiente internamente? ¿Hay excesiva alarma o es lo que corresponde?
“En cualquier país que estaba creciendo al 5% y luego al 2%, no hay duda de que se genera preocupación. Luego la preocupación surge respecto de una reforma tributaria que en su formulación inicial tenía un gran sesgo antiahorro y antiinversión. Estoy muy de acuerdo con lo que dice Manuel Marfán y no solo muy de acuerdo, lo dije ante la comisión de Hacienda del Senado, que la reforma tributaria tenía un sesgo muy grande contra el ahorro y la inversión. Y el crecimiento de largo plazo se da con inversión en capital fijo y capital humano y mejoras de eficiencia”. 

“Entonces parte de la preocupación es porque pensábamos que el país estaba en piloto automático para crecer al 5% hasta el infinito y ahora nos dimos cuenta de que ese 5% está sufriendo por dos factores: porque los términos de intercambio se están corrigiendo desde 2011 —no así las condiciones financieras que siguen siendo tremendamente favorables, pero no lo serán el próximo año— y también, internamente, porque no hay duda de que cuando se hace una reforma tributaria, aunque sea gradual, se cambian un montón de incentivos y eso crea dificultad. Pero además se están discutiendo muchas cosas más y eso ha creado incertidumbre. Lo dice el Banco Central y yo no discrepo”.

“Todo gobierno tiene un proceso de aprendizaje”


Vittorio Corbo agrega que tanto el IPoM del Banco Central como el Fondo Monetario Internacional en un informe sobre Chile publicado en julio coinciden en que la desaceleración del país no se puede explicar solo por los fundamentos que determinan la inversión.

“Si tomo los mismos factores que explican muy bien por qué cae la inversión en Perú o en Australia, al aplicarlos a Chile queda una parte grande que no la puedo explicar, dice el IPoM. Y el informe del Fondo Monetario tiene una cosa muy parecida”, señala Corbo, quien agrega que el organismo internacional incluso señala que, de acuerdo a las conversaciones que ha tenido con agentes en Chile, puede deberse a la mayor incertidumbre. “Yo no discrepo mucho de esa visión y en eso la autoridad pública tiene una labor muy importante en ir despejando la neblina”.

—¿Cómo ha visto a Hacienda en el despeje de esa neblina?
“Yo he visto al Gobierno y a la Presidenta Michelle Bachelet mucho más preocupados del crecimiento. Pero despejar el crecimiento en Chile requiere estabilizar las reglas del juego. Algunas hay que cambiarlas, como se ha hecho en la parte tributaria, y dar estabilidad para que la gente pueda dedicarse a cómo enfrentar los ajustes y no a los cambios que vienen”.

—¿Usted no separa a la Presidenta Bachelet, que tiene un gran capital político, del Ministerio de Hacienda?
“No hay duda de que la Presidenta tiene un capital político importante, pero hoy el país se ha desacelerado en forma profunda, ha sorprendido a todos. El desempleo va a empezar a subir con una probabilidad muy alta, entonces creo que en forma correcta ella —dado el poder que tiene porque los votos fueron de ella— y su equipo económico han estado más conscientes de que la economía se desaceleró más de lo pensado y se han afectado mucho las expectativas. Ahora hay que ver cómo se empieza a revertir eso, y ahí tiene un trabajo importante que jugar la autoridad”.

—¿Y cómo ha visto a la autoridad económica y cómo evalúa su credibilidad para llevar adelante este trabajo?
“Todo gobierno tiene un proceso de aprendizaje. Y lo que he leído del aprendizaje en el último mes creo que va a en la dirección correcta. Llegar a acuerdo —la gente en la encuesta del CEP dice que mayoritariamente le gustan los acuerdos— es la forma en que avanzó el país en democracia, con un rol muy importante de Edgardo Boeninger en su momento”.

“Creo que lo que salió de la reforma tributaria, gracias a la comisión de Hacienda del Senado y a su presidente Ricardo Lagos Weber, permitió una reforma mucho mejor de la que partió. A mí me habría gustado una mejor todavía, pero es bastante menos mala de la que partió, especialmente en los incentivos al ahorro. Entonces el Gobierno va aprendiendo, la desaceleración es mucho más profunda de lo que se pensaba, o sea, no es culpa del ministro Arenas”.

“Hay una parte que es endógena, que son las expectativas, y en eso el Ministerio de Hacienda claramente tiene un rol que jugar. Yo creo que la autoridad tiene claro que para reactivarse, para crecer el próximo año de 3% hacia arriba, como plantea el Banco Central, hay que trabajar mucho”.

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