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Expertos locales y extranjeros atribuyen la desaceleración a factores externos e internos

miércoles, 27 de agosto de 2014

L. Castañeda, M. Vélez y C. Arroyo
Economía y negocios

Al impacto de la menor demanda global por materias primas sobre los precios, en Chile se suma la incertidumbre que generó la propuesta de reforma tributaria.

Expertos locales y analistas extranjeros coinciden en que una combinación de factores externos y domésticos marcan la desaceleración que registra la economía chilena. En el mercado interno, las expectativas de crecimiento para la economía chilena en 2014 se han ido revisando persistentemente hacia la baja y hoy apuntan a un 2,5%, según el último sondeo del Banco Central.

No es fenómeno exclusivo de Chile. La mayoría de las economías latinoamericanas sorprendieron creciendo menos de lo esperado en el segundo trimestre, a consecuencia de una menor demanda global por las materias primas y su impacto en los precios, y el anuncio de futuras alzas en la tasa de interés de la Reserva Federal.

Desde afuera, la desaceleración de la economía chilena es vista como el resultado de la mala coincidencia de un escenario externo más adverso y un escenario local sacudido por la incertidumbre, especialmente por la discusión de la reforma tributaria.

Entre los expertos locales también hay quienes avizoran nuevas fuentes de incertidumbre en la reforma laboral y en la discusión sobre la salud que no son pro empleo y afectan al sector privado. Los economistas consultados ven como clave para la reactivación despejar la incertidumbre para recuperar la confianza y adoptar medidas para mejorar la productividad.

Tres bancos de inversión internacionales pronostican una mejora del escenario externo en el mediano plazo. Pero dependerá de que Chile reduzca a tiempo la incertidumbre e implemente otras medidas para aprovechar el repunte.

Gustavo Cañonero: “La caída de la inversión parece excepcional”


—¿Qué factores pesan más en la desaceleración que vive Chile, los externos o los internos?
“Hay un componente externo y sin duda un componente interno. Lo que llama la atención —y sin duda por eso el debate local de los economistas y el debate político se centran en los elementos internos— es la profunda caída de la inversión, que ya lleva algunos trimestres. La caída de la inversión parece excepcional, aun considerando la debilidad externa”.

—¿En qué se refleja el peso de cada factor?
“Las dudas respecto a la trayectoria de la economía internacional se reflejan en la debilidad de las exportaciones”.

“A esto se suma el fuerte cambio en el ciclo de los commodities. El mundo no prevé que se repita ese proceso de inflación de las materias primas, que es lo que explicó las altas tasas de inversión en el pasado. Eso es algo que no hay que menospreciar, es un elemento externo muy fuerte, porque el boom de los commodities duró 10 años”.

“Luego hay un efecto de corto plazo, debido a las reformas, sobre todo a lo que tiene que ver en materia impositiva. Por un lado, un aumento de la carga tributaria tiene un impacto directo en el precio de las empresas y en las inversiones. Eso resulta en consecuencias de mediano plazo”.

“Pero el mayor impacto es de corto plazo, producido por la incertidumbre que genera la reforma, porque los privados no tienen claridad de cómo se va a aplicar finalmente. Solo cuando esté claro cómo se implementará, las empresas podrán definir cómo enfrentar de manera más eficiente el nuevo escenario y reactivar las inversiones”.

—¿Se puede anticipar una mejora del escenario externo en el mediano plazo?
“La esperanza es que veamos una mejora en Estados Unidos y en los mercados emergentes, mientras las dudas ahora están en Europa. Pero en el mediano plazo, la economía internacional debería colaborar a un repunte”.

—¿Qué debería hacer Chile para aprovechar esa mejora de la economía internacional?
“El Banco Central está haciendo lo correcto, pero hay que eliminar cuanto antes la incertidumbre, sobre todo respecto a cómo se aplicará finalmente la reforma tributaria. Esa es una necesidad imperiosa. Si una vez reducida la incertidumbre, no es suficiente, el Gobierno debería contribuir adelantando planes de inversión pública, que ayuden a reemplazar la caída de la inversión privada”.

Jorge Morgenstern: Reducir costos de energía e invertir en capital humano


—¿Qué factores pesan más en la desaceleración que vive Chile, los externos o los internos?
“En nuestra visión, la desaceleración de la economía chilena puede caracterizarse como la suma de tres tipos de factores, en orden de importancia por su impacto: En primer lugar, los puramente externos, como la caída del precio del cobre hacia valores estimados para el largo plazo. En segundo, aquellos internos de carácter estructural, como la madurez de la minería, el final de un ciclo de inversión de dicho sector y las perspectivas de mayores costos para la producción minera y la oferta de energía a futuro. Finalmente, los factores internos coyunturales, como ha sido la incertidumbre generada de a momentos por la discusión de la reforma tributaria”.

—¿Se puede anticipar una mejora del escenario externo en el mediano plazo?
“Creemos que puede haber una posibilidad de mejora del contexto externo, aunque la abundancia global de liquidez vaya reduciéndose”.

—¿Qué debería hacer Chile para aprovechar esa mejora de la economía internacional?
“Cuestiones internas como los costos de energía pueden superarse con una mejora del marco regulatorio, en la que las autoridades están trabajando. Finalmente, la incertidumbre por el debate de la reforma va quedando atrás. Aunque emerge un sistema más complejo que el anterior, Chile sigue teniendo una carga impositiva relativamente baja. Si se implementa correctamente, un mejor desarrollo del capital humano por medio de la educación es otra herramienta para mejorar la posición de cara al nuevo contexto externo”.

Manuel Agosin: “Lo primero es tener claridad de hacia dónde va el Gobierno”


El decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Manuel Agosin, sostiene que hace más de un año, antes del cambio de Gobierno, factores externos comenzaron a afectar a la economía chilena: la caída importante en la demanda china por cobre y su efecto a la baja en el precio del metal, y el anuncio de la Reserva Federal en mayo de 2013 de recortar sus políticas de expansión monetaria, lo que llevó al alza la tasa de largo plazo y a una mayor escasez de capitales externos.

No obstante, esto explica sólo parte de la desaceleración, mientras la inversión tuvo un deterioro. Pero en los últimos seis meses, la inversión no sólo se ha desacelerado, sino que ha caído y el consumo se frenó. “Estamos en una coyuntura de mucha incertidumbre, en que el consumo interno se está retacando; la inversión está cayendo y el desempleo va a aumentar”, dice el decano.

La incertidumbre estuvo marcada por la discusión de la reforma tributaria que, explica Agosin, se despejó con el protocolo de acuerdo suscrito con la oposición, pero todavía quedan rondando dudas sobre cómo va a funcionar el sistema impositivo dual. Agrega que se han sumado otras incertidumbres, como la reforma laboral así como las discusiones en la comisión de salud que nombró la Presidenta, que tampoco han sido muy favorables al sector privado. Esto, en su opinión, hace que caiga la inversión y los hogares consuman menos y ahorren más porque podría aumentar la desocupación.

¿Qué hacer? Para Agosin, lo primero es tener claridad de hacia dónde va el Gobierno. “El Gobierno debe dar una indicación de que no está en contra de la inversión privada; que no va a atentar contra el sistema de mercado y que no va a hacer reformas que no están en su programa de gobierno”. Además, dice que el Gobierno tiene la herramienta de subir el gasto público por una vez como en 2009, cuando lanzó un paquete reactivador. Reconoce que hoy el contexto no es de recesión mundial, pero advierte que “la situación externa es poco favorable para Chile, con un entorno enrarecido al interior que podría hacer que las cosas se compliquen”.

Jorge Desormeaux: “No hay factores solo externos”


Según el economista, ex vicepresidente del Banco Central, Jorge Desormeaux, todas las explicaciones que tienden a entregarles responsabilidad a unos y otros factores, por sí solos, están equivocadas. Sin embargo, sostiene que en la actual situación económica, el peso de variables internas es importante.

Usando como ejemplo la economía de Perú, donde se proyecta un crecimiento de 4,3%, por debajo de 5,8% del año anterior, afirma que la desaceleración en Chile no solo es más severa, sino que también enfrenta otros dos escenarios que el país vecino no los tiene. Por una parte, destaca la depreciación del tipo de cambio, que es la segunda mayor en todo el mundo (-11%). Y por otra, con el peor desempeño en relación al resto de America Latina. “Al mezclar todo, se llega a la conclusión de que aquí no hay factores solo externos, sino también internos. Y claramente, el único ‘revólver humeante’ que hay son una reforma tributaria y la amenaza de una serie de otras reformas, que han creado una incertidumbre gigantesca, no solo en los empresarios, sino también en los hogares”, que han frenado el consumo, explica Desormeaux.

“Si los problemas fueran puramente externos, las autoridades no se habrían avenido a modificar la reforma tributaria de manera radical, ni estarían dando las señales de la postergación u olvido de otro tipo de reformas. Si eso no es una reacción a un problema interno de confianza, de credibilidad, la verdad es que no sé lo que es”, agrega.

Sobre las soluciones, añade que la respuesta es tomar medidas que reduzcan tal incertidumbre. “El escenario más favorable es que la autoridad dé un golpe de timón y comience a acotar los programas de reformas, a mostrar una genuina preocupación por el crecimiento económico, y eso, por cierto, debe ser creíble. No basta con que simplemente se anuncie”, dice. De ello dependerá alcanzar la proyección de crecimiento entre 3,0% y 3,5% para 2015, sostiene.

Juan Andrés Fontaine: Recuperar la confianza impulsaría la inversión


Para el ex ministro de Economía Juan Andrés Fontaine, no es el momento de discutir si la desaceleración es culpa de este gobierno o del anterior ni si son los factores internos o externos los determinantes en la desaceleración de la economía. La situación actual exige que se adopten las políticas necesarias para reactivar la economía.

El término de la bonanza del precio del cobre y el anuncio del alza de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, en su opinión, están afectando la marcha de la economía chilena y también de otras economías de la región. Y en un escenario adverso como este, que desalienta a las empresas, lo que se necesita son políticas internas que ayuden y no que causen más incertidumbre y pesimismo.

En cuanto al rol de la política fiscal y monetaria, Fontaine no cree que el problema central de Chile sea una caída de la demanda asociada a problemas de financiamiento u otros abordables con políticas anticíclicas convencionales, sino que el tema es recuperar la confianza en la capacidad futura de crecimiento de la economía. Eso daría impulso a la inversión y reactivación de la economía.

“Resolver el problema de los altos costos energéticos y medidas que apunten a mejorar la productividad, así como detener la retroexcavadora, ayudarían a retomar la senda de crecimiento”, subraya.

Alejandro Foxley: “Se acabó el viento de cola, ahora hay que remar”


El ex ministro de Hacienda y presidente de Cieplan, Alejandro Foxley, viene llegando de Perú cuya economía había estado creciendo más de 6% anual en la última década y ahora ha aminorado su ritmo de expansión a una tasa anual de 1,7% en el primer trimestre de este año.

Chile y Perú son economías muy abiertas por lo cual, explica, es inevitable en ellas una fuerte desaceleración cuando se frena la economía mundial. Eso afecta incluso a China, agrega. Su visión es que en la desaceleración de la economía chilena, el principal factor es externo.

Entre los elementos claves para reactivar la economía chilena, Foxley menciona aumentar la inversión pública y privada.

También considera muy importante incrementar la productividad, cuyo crecimiento ha estado estancado en los últimos años. “Se acabó el viento de cola, ahora hay que remar”, enfatiza.

Foxley hace especial hincapié en el rol que puede cumplir la política fiscal en el contexto actual, estimulando la economía.

“Se necesita política fiscal contracíclica — para eso se hizo la regla fiscal y, además, tenemos muy baja deuda pública— para estimular al sector privado, acotar el período de reformas esenciales y aprobarlas con acuerdos amplios. Eso estabilizará las expectativas”, precisa.

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