A juicio de Jorge Desormeaux, el Banco Central tiene en estos momentos dos problemas: la desaceleración de la economía y una inflación en doce meses que está por arriba del rango meta. Piensa que con el dato del Imacec la preocupación por la inflación debiera pasar a segundo orden, porque es un peligro de mucha menor envergadura y no tiene sentido esperar. “Si la inflación de tendencia de Chile va a ser de alrededor del 3% como piensa el mercado, la tasa real tiene que ser cercana a cero en una eventualidad como esta y eso significa que la TPM debe llegar a 3%. La pregunta es si el 14 de agosto debe recortarla en 25 o en 50 puntos: yo me inclinaría por lo segundo”, señala.
La desaceleración tiene un componente cíclico en lo que se refiere a la inversión minera y al consumo de bienes durables que estaban creciendo muy fuerte, explica Tomás Izquierdo. Bajar la tasa de interés probablemente ayuda a contrarrestar un deterioro en las expectativas económicas porque abarata los créditos. No obstante, sostiene que la política monetaria poco puede hacer frente a problemas más estructurales, que tienen que ver con el costo de la energía; problemas en la aprobación de proyectos —por la precaria regulación medioambiental— y amenazas asociadas a una “agenda legislativa ambiciosa y mal diseñada” en materia tributaria, educacional, laboral y política. Esos problemas, detalla Izquierdo, hay que enfrentarlos con políticas de oferta, lo que implica más inversión en concesiones, materialización de la agenda energética y agenda de competitividad.
“Creo que hay espacio para bajar la tasa sin que eso genere riesgos inflacionarios. Asumo un espacio de al menos 50 puntos base de baja, a 3,25%, pero tampoco creo que sea dramático bajarla más”, sostiene Izquierdo, quien se había mostrado renuente a recortes agresivos de la TPM dado que la inflación en doce meses se ha ubicado por sobre el 4%.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) no descarta recortes de 50 puntos base en agosto, en un contexto en que la inflación converge rápidamente hacia un 3%. El BBVA estima que la inflación cerrará en diciembre en un 3,6% anual y en 2015 se ubicaría bajo el 3%. Jorge Selaive no descarta inflaciones negativas en los próximos trimestres e incluso dice que el desafío en 2015 es tener inflación sobre el piso del rango meta.