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Cobertura, financiamiento y límites: las claves de la nueva ley de salas cuna

domingo, 25 de agosto de 2013

B. Aguirre y P. Obregón
Economía y Negocios

Según el Gobierno, podrán sumarse a este beneficio 500 mil mujeres asalariadas y 300 mil trabajadoras de casa particular. En este último caso, el financiamiento no saldrá del seguro de cesantía y serán los empleadores los que coticen el 1%.

Solo el 48% de las mujeres chilenas en edad de trabajar tiene un empleo o al menos está buscando uno. Se trata de la tasa más alta de participación laboral femenina en Chile desde que hay estadísticas comparables y, a pesar de eso, está muy lejos del promedio de la OCDE: veinte puntos porcentuales menos.

Una de las razones que lo explican, según señalan en el Gobierno, es el controvertido artículo del Código del Trabajo que obliga a las empresas con más de 20 trabajadoras a financiar el servicio de salas cuna. De hecho, según datos de la Encuesta Encla, el 88,2% de las empresas contrata menos de 20 mujeres para evitar hacerse cargo de este costo.

Para aminorar este efecto es que, en 2012, el Gobierno anunció la elaboración de un proyecto de ley que ampliaría la cobertura de las salas cuna a todas las trabajadoras, sin importar el tamaño de la empresa o cuántas empleadas tenga. El jueves, el Presidente Sebastián Piñera oficializó el envío del proyecto y zanjó uno de los puntos que lo mantuvieron entrampado: ¿Quién pagaría la cuenta: el empleador o el Estado?

Finalmente, no fue ni uno ni el otro. El servicio de salas cuna se financiará con el 1% del sueldo imponible de todos los trabajadores, dinero que provendrá de la cotización de 3% que va al seguro de cesantía. Junto con el proyecto de salas cuna se tramitará una iniciativa que modifica este seguro, el que aumentará los beneficios cobrando solo el 2% del sueldo imponible. Se dará un aporte de $160 mil mensuales por niño menor de dos años y de $130 mil para los que tienen entre dos y tres.

El ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, explicó las consecuencias de esta iniciativa para empleados y empleadores, las exigencias para acceder a este beneficio y el tipo de trabajadoras que, de aprobarse el proyecto, accederían por primera vez a este beneficio.


¿La cobertura será para todos los niños? 1. "El actual sistema será reemplazado por este nuevo acceso universal para todas las mujeres trabajadoras que tengan un contrato", explica el ministro Jobet, y agrega que, por otra parte, el Estado da cobertura en las salas cuna de Junji e Integra con casi 150 mil cupos.

Sobre la universalidad de la cobertura discrepa la directora ejecutiva de Comunidad Mujer, Alejandra Sepúlveda, quien recuerda que los hijos de padres trabajadores no recibirán el beneficio. "Es necesario el reconocimiento de derechos al padre de poder otorgar también cuidado a sus hijos, sobre todo si ellos serán aportantes al fondo que financia el sistema".

El ministro aclara que lo tendrá el padre solo en los casos que tenga a su cargo el cuidado personal del niño, porque lo que se pretende fomentar es la inserción laboral femenina.
¿Se podrá usar el dinero en cualquier sala cuna?

5. El sistema no opera como un voucher con el que las madres podrían ir a buscar cualquier sala cuna o pagar una cuidadora particular.

Al término del posnatal, las madres tendrán que acudir al sistema administrador del fondo a pedir el beneficio, entonces se verá si ellas cumplen las condiciones de cotizaciones exigidas y si su hijo merece la cobertura. Una vez que el sistema la acepte, ella podrá ir a buscar una sala cuna reconocida por el Ministerio de Educación o la Junji.

Los padres no podrán destinar los fondos al cuidado en la casa del menor.
¿Podrán ahorrar las empresas que hoy sí pagan salas cuna?

4. El sistema actual establece que todas las empresas con más de veinte trabajadoras deben financiar con recursos propios el servicio de salas cuna para sus empleadas, situación que, a juicio de Jobet, conspira contra la inserción de las mujeres al mercado laboral o afecta directamente sus remuneraciones.

De hecho, un estudio utilizado por el Ministerio del Trabajo durante la elaboración del proyecto demostraría que las empresas obligadas a proveer el servicio de salas cuna compensan ese costo adicional, castigando los salarios de las mujeres en un 10% respecto de las trabajadoras que hacen la misma función, pero en empresas que no tienen que proveer este servicio.

Con el proyecto actual, ese costo para las empresas con más de veinte trabajadoras desaparece, puesto que el servicio de salas cuna se financiaría completamente con el 1% de las cotizaciones de todos los trabajadores que tienen contrato formal.

Sin embargo, según Jobet, los cambios que se están proponiendo no deberían traducirse en un ahorro para las grandes empresas: "Es equívoco decir que las empresas con más de veinte trabajadoras se van a ahorrar la plata que destinan a pagar salas cuna, porque esa plata se va a ir a salarios. En el tiempo debieran ajustarse los salarios de las mujeres", señala.
¿El bono de $160 mil provocará un alza de precios de las salas cuna más baratas?

7. El 60% de las salas cuna privadas cobran una mensualidad igual o menor a $160 mil. Por ello se determinó que el bono para financiar este servicio alcanzara ese monto. Una de las dudas que surgen es qué pasará con las guarderías que cobran menos. ¿Tendrán un incentivo para subir sus aranceles? Según Jobet, no: "Los $160 mil nos permiten financiar muy buenas salas cuna. Puede ser que una parte se vaya a margen, pero si hay suficiente competencia, van a tener que captar a las mujeres con más parvularias, instalaciones".

En el caso de los hijos de madres trabajadoras que vayan a guarderías cuya mensualidad supere los $160 mil, las familias podrán hacer un copago.
Los empleadores de trabajadores de casa particular deberán pagar

6. El acceso de las trabajadoras de casa particular al beneficio de sala cuna implicará un costo para su empleador. Quienes tengan trabajadores en su casa contratados, sin importar su sexo ni edad, deberán cotizarles un 1% de su remuneración imponible para el fondo de sala cuna.

-¿Por qué deberán pagar?

"Esto no es arbitrario. Los trabajadores de casa particular tienen su cotización de AFP, isapre y Fonasa, accidente del trabajo, pero no imponen al seguro de cesantía porque tienen un régimen distinto. A diferencia de las empresas que tienen que pagar (si despiden a sus empleados) un mes por año de servicio con un tope de 11 meses como protección al despido. Las trabajadoras de casa particular tienen otro sistema para protegerlas y, para ellas, su empleador impone un 4,11% para indemnización y por eso están fuera del seguro de cesantía".

El ministro agregó que "en este caso, el empleador va a tener que pagar un 1% más, pero es muy poco".
¿Qué cambios trae el proyecto?

3. Hoy las empresas con 20 o más trabajadoras están obligadas a financiar una sala cuna para los hijos de entre cero y dos años de sus empleadas. El beneficio cubre al 70% de las mujeres asalariadas, es decir, 1,1 millones de las 1,6 millones de mujeres que trabajan con contrato. Desde el punto de vista de las empresas, el servicio lo presta solo el 11,8% de ellas, porque el resto tiene contratadas 19 mujeres o menos.

El proyecto de ley dará acceso a todas las trabajadoras. Según cálculos del ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, se sumarán las 500 mil mujeres asalariadas no cubiertas hoy (el 30% faltante), y 300 mil más, que son empleadas de casa particular.

Según la iniciativa del Ejecutivo, la cobertura se extendería a los niños de entre dos y tres años, es decir, los del nivel medio menor de jardín infantil. Los niños de sala cuna recibirán un aporte de $160 mil mensuales y los de jardín, $130 mil, más una matrícula anual por el mismo valor.

Otro cambio es que ahora habrá que cumplir ciertas condiciones para acceder al beneficio, que antes no existían. "El proyecto de ley establece como requisito cierto número de cotizaciones anteriores al uso del beneficio. Doce o quince meses, dependiendo de cómo la madre usó el posnatal parental. En el caso de las temporeras, se les exige ocho cotizaciones continuas o discontinuas en 24 meses", dice Jobet.

Ya no serán las empresas las que correrán con el gasto. Para financiar el nuevo sistema, todos los trabajadores, deberán destinar un 1% de su renta imponible a un fondo de sala cuna. Este pago no significará un costo directo para los empleadores ni para los trabajadores porque se redestinará un 1% del aporte que el empleador hacía al seguro de cesantía al nuevo fondo de sala cuna.

Cada año, el fondo recaudará US$ 600 millones.



¿Disminuirán los beneficios del seguro de cesantía? 2. El seguro de cesantía que cubre a todos los trabajadores con contrato se financia con una cotización equivalente al 3% de la remuneración imponible. Esa cotización se compone de un aporte con cargo al empleador de 2,4% y una contribución del empleado de 0,6%. Con ese ahorro mensual se ha construido un fondo de US$ 6 mil millones con el cual se financian los beneficios monetarios que reciben los trabajadores que pierden su empleo.

Adicionalmente, el seguro entrega beneficios al trabajador cuando se pensiona, quien puede retirar el total de los recursos acumulados en su cuenta individual en forma libre de impuestos. En caso de fallecimiento del afiliado, sus beneficiarios o herederos pueden retirar el saldo acumulado, con las mismas ventajas tributarias. Según se explica en la página de la Administradora del Fondo de Cesantía.

El proyecto del Gobierno plantea disminuir la cotización del seguro de cesantía a 2% mensual y utilizar el diferencial (un punto porcentual) para construir un fondo de salas cuna, el que también sería administrado por una agencia privada.

-¿Eso significa que el Estado podrá usar en salas cuna el fondo que los empleadores y empleados construyeron desde 2003 para otros fines?

"No. Se crea un fondo para salas cuna con el 1%, pero no se toca un peso de los recursos que hay hoy día en el seguro de cesantía. Dado que el seguro de cesantía tiene en su fondo recursos que, con todas las pruebas de estrés y mejorando los beneficios, va a estar sobrefinanciado en el futuro, el seguro de cesantía puede seguir funcionando y mejorar con una cotización de solo 2%".

-¿Cómo aumentarán los beneficios si, paralelamente, se baja la cotización a solo 2%?

"Hoy si pierdes tu trabajo y quieres usar el seguro de cesantía, el primer mes cesante recibes el 50% de un sueldo con tope de $450 mil ($225 mil), el segundo mes 45% y así va disminuyendo para generar un incentivo para que la gente busque trabajo. Ahora queremos mejorar el tope. Será un 70% del sueldo con un tope de $750 mil ($525 mil). Nuestro gráfico dice que vamos a seguir creciendo con el fondo de cesantía poniendo solo el 2% e incluso hicimos simulaciones con una crisis financiera con desempleo altísimo y, a pesar de eso, se financia".

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