jueves, 18 de abril de 2013
N. M. y J. P.
Economía y Negocios
Un reporte del fondo indicó que si el progreso en abordar desafíos a mediano plazo se tambalea, la recuperación de los mercados puede resultar insostenible.
Nuevamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) levantó la voz respecto de la fragilidad de la recuperación de la economía mundial. Tras bajar el martes por cuarta vez consecutiva las proyecciones para el crecimiento del orbe en 2013, en el último reporte sobre la estabilidad financiera global presentado ayer el organismo advirtió que la coyuntura actual sigue siendo débil y las condiciones financieras solo pueden mejorar con nuevas medidas.
"Para lograr mejoras continuas será necesario seguir saneando los balances en el sector financiero y reducir gradualmente el sobreendeudamiento público y privado. Si los avances en la solución de estos desafíos a mediano plazo sufren contratiempos, los riesgos podrían reaparecer", señaló. Y agregó: "La crisis financiera mundial podría entrar en una fase más crónica, caracterizada por un deterioro de las condiciones financieras y por episodios recurrentes de inestabilidad financiera".
Entre los riesgos que mencionó el FMI figuran el sobreendeudamiento de las empresas de la Zona Euro, la fragilidad de algunos bancos de los países de la moneda única y los efectos secundarios que puede generar el uso de políticas no convencionales por parte de los bancos centrales de las economías avanzadas.
Ante esto, hizo un llamado a adoptar reformas para corregir las debilidades de los balances en el sector privado y público, mejorar el flujo de crédito para apoyar la recuperación económica y afianzar el sistema financiero mundial. Todo esto, respaldado por políticas monetarias laxas, como mantener bajas las tasas de interés. Sobre este último punto, no obstante, el organismo señaló que es necesario mantenerse atentos a que el bajo costo de financiamiento no culmine en nuevos excesos de crédito, por lo que debe aplicarse una fiscalización más estricta.
Para la Zona Euro, el mensaje fue avanzar rápidamente en un mecanismo de supervisión único para el sistema financiero y concluir con las reformas para revertir las diferencias en la situación financiera de los países miembros del bloque.
Finalmente, para las economías de mercados emergentes -como Chile- el FMI señaló que las autoridades deben estar atentas a los riesgos derivados del aumento de flujos de capitales transfronterizos y la agudización de los factores de vulnerabilidad financiera.
En tanto, la reducción de la proyección de crecimiento mundial que realizó el FMI llevó a los mercados a cerrar con pérdidas sobre 2%, y al dólar a alcanzar máximos desde inicios de 2013.
El tipo de cambio se elevó $2,65 hasta los $474,85, con lo que registró su mayor alza diaria en más de cuatro meses. El cobre cayó 2,1% hasta los US$3,21 por libra, con lo que sigue en mínimos de 18 meses.
A ello se sumaron rumores de que una clasificadora de riesgo estaría próxima a reducir la nota crediticia de Alemania del actual "AAA", y a resultados de empresas bajo lo proyectado en Wall Street. Con ello, el S&P 500 perdió 1,4% en la jornada.
En línea con esa tendencia, el IPSA retrocedió 0,4%, y entre los títulos que más cayeron se contó a Hites, que perdió 7%.
No obstante, el índice local moderó las caídas durante la tarde, lo que fuentes de mercado atribuyeron a compras realizadas por inversionistas extranjeros.
