Cuando los artífices de políticas monetarias diagnostican tan mal un problema, sin duda se provocan problemas más adelante. Me impresiona cada vez que escucho a un miembro de la Reserva Federal preocuparse en voz alta por “la búsqueda de rendimiento” de los inversionistas. Los inversionistas no están buscando, los están empujando.
Los inversionistas – ahorradores de la economía – están sub-representados en el enfoque más desequilibrado de la Fed para equilibrar sus objetivos duales. Las necesidades de "los hombres (y las mujeres) olvidadas" están perdidas. Han tenido que arreglárselas en un mundo de tasas de interés cero y una política monetaria global abiertamente inflacionaria, ¿cómo pueden proteger de estas políticas los ahorros que han ganado con esfuerzo?
Durante 30 años, las ininterrumpidas bajas en las tasas de interés y la baja inflación han promovido un mercado alcista para los bonos, que ha ofrecido a los inversionistas un retorno anual promedio de 8% en los fondos de bonos diversificados. Como resultado, muchos inversionistas se quedaron cómodos y contentos con esta estrategia, recaudando con confianza el ingreso estable y los retornos necesarios para cumplir sus metas de largo plazo.
La crisis financiera de 2008 perpetuó una "fuga hacia la seguridad", impulsando los flujos con fuerza hacia los bonos y fondos de bonos, a medida que los inversionistas se alejaron del riesgo en renta variable para avanzar hacia una seguridad percibida. Y desde entonces, a pesar de los retornos de dos dígitos en renta variable, los bonos ofrecieron retornos decentes (6% promedio desde 2008) para mantener la demanda de renta fija.
La realidad es que las fuerzas que alguna vez sustentaron el mercado alcista de los bonos ya no existen. Es probable que en adelante las inversiones "seguras" en renta fija dejen de ofrecer tanto ingresos como seguridad. Los inversionistas deben darse cuenta de que lo que funcionó en el pasado no funcionará en el futuro. Es hora de repensar los ingresos de renta fija y considerar nuevas formas de generar retornos de estas inversiones.
En el ambiente actual, debido a las medidas de política monetaria global sin precedentes, los bajos rendimientos atrapan a los inversionistas en renta fija y aumentan su susceptibilidad a tasas de interés más altas. Parece que el mercado alcista de bonos de los últimos 30 años ha llegado a su fin: los bonos del Tesoro actualmente ofrece un rendimiento nominal de sólo alrededor de 2 por ciento, mientras que los mercados más amplios de grado de inversión, medidos por el índice Barclays US Aggregate (el "Agg"), no ofrecen mejores rendimientos. Esto significa que para que los bonos del Tesoro o los fondos de bonos amarrados al Agg reciban un ingreso real positivo, la inflación anual debe mantenerse bajo esos niveles por mucho tiempo.
La realidad es que la política monetaria va en la otra dirección. Buscando el crecimiento y niveles de empleo más altos, la Reserva Federal – como también sus contrapartes globales – están usando todas las herramientas disponibles para mantener la inflación sobre el dos por ciento. Si estos bancos centrales tienen éxito, los inversionistas estarán amarrados a rendimientos negativos por muchos años.
Al menos estas inversiones son formas seguras de proteger el capital, ¿verdad? No exactamente. Estas inversiones de bajo rendimiento tienen un importante riesgo de tasas de interés. Aunque las promesas de la Reserva Federal de mantener las tasas bajas han llevado al mercado a suponer que se aplicará una política de tasa de interés cero hasta bien entrado el 2015, salvo que estas políticas fracasen en la restauración del crecimiento económico, la Reserva Federal tendrá que aumentar las tasas de interés. Dado que estos bonos tienen rendimientos bajos, un pequeño aumento del 0,20 por ciento en las tasas de interés será suficiente para eliminar los ingresos de casi un año en un bono del Tesoro de 10 años. Un 0,3 por ciento de aumento en el rendimiento del Agg tendría el mismo efecto sobre los bonos de grado de inversión. Y cambios incluso mayores en las tasas de interés comenzarían a consumir el capital de los inversionistas.
En resumen, los inversionistas que busquen en los bonos gubernamentales un refugio de los rendimientos inciertos y los mercados volátiles, puede que estén saltando de la sartén directo a las brasas.
Los inversionistas que quieren mantenerse en renta fija deberían comenzar a pensar en ampliar la red. Los bonos corporativos de alto rendimiento, la deuda de mercados emergentes, y los bonos municipales, todos pueden ser oportunidades en la búsqueda de ingresos a niveles atractivos. Los mercados actuales son distintos a todo lo que habíamos visto antes, y es más difícil encontrar activos no relacionados – lo cual significa que la verdadera seguridad se encuentra en una cartera más dinámica y diversa. Por lo tanto, los inversionistas también pueden considerar invertir en fondos de bonos flexibles. Con una distribución dinámica de los activos, metas flexibles de duración y estrategias de mitigación de riesgos, estos fondos ofrecen un ingreso atractivo y una mayor estabilidad de los retornos.
La Crisis Financiera Global y la Política Monetaria global que se aplicó como respuesta, cambiaron el mundo de las inversiones de forma dramática, y especialmente en renta fija. Las estrategias de inversión que funcionaban bien en el pasado no funcionarán en este nuevo mundo de inversiones. Los inversionistas que estén buscando seguridad e ingresos tendrán que tomar un camino distinto; uno que incluye una mayor variedad de inversiones y más herramientas para alcanzar la escurridiza meta de un retorno libre de riesgos, en un mundo donde las inversiones libres de riesgos sólo ofrecen la garantía de perder dinero.