miércoles, 02 de enero de 2013
Laura Iriarte
Economía y Negocios
Al año se comen 6,9 kilos de productos pesqueros per cápita. Precios y baja disponibilidad explican las cifras.
En el mejor de los pronósticos, el consumo de pescado en Chile alcanza los 6,9 kilos per cápita al año, según el "Diagnóstico del consumo interno de productos pesqueros en Chile", elaborado por la consultora SCL Econometrics, a solicitud de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca).
Este volumen no llega a representar ni el 8% de los 84,7 kilos de carne por habitante que anualmente ingieren los chilenos, consumo en el que destacan el pollo, con 36,7 kilos; el cerdo, con 25,6 kilos, y la carne bovina, que llega a un consumo anual de 21,7 kilos por persona, según los registros de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
El estudio define como "factores críticos" para el bajo consumo de pescados en Chile dos razones principales: disponibilidad y precios. En el primer caso, la poca oferta depende de los desembarques, cosechas e importaciones.
"Los cultivos de pescado están orientados fundamentalmente para abastecer el mercado externo, dado lo competitivo de los precios de esos mercados", detalla el informe.
Un porcentaje importante de recursos desembarcados, como el jurel y la merluza, son destinados a envíos.
En el caso del jurel, por ejemplo, hay una particular demanda desde países con menores ingresos, como Perú, Cuba y algunas naciones africanas, que enfrentan los problemas de desnutrición que sufren sus respectivas poblaciones con este alimento.
A ello se suma que los desembarques de pescado tienden a la baja, por la reducción de las cuotas de captura a raíz del agotamiento del recurso, y a que una parte de éste es usado en procesos industriales, como la producción de harina de pescado.
La proteína más cara
Otra de las razones para el bajo consumo de pescados dentro de la población nacional es el elevado precio que se comercializa en gran parte del país.
Según el informe de la consultora, el salmón, congrio dorado, congrio colorado, las machas y las almejas son actualmente las proteínas más caras del mercado, con valores que superan los $10 mil el kilo tanto en los supermercados como en el Mercado Central. Sus precios pueden ser varias veces superiores al del pollo y siguen siendo más altos a los del lomo liso de vacuno.
El estudio también detecta que los márgenes de comercialización promedian un 70% en los supermercados y un 50% en el Mercado Central. Por lo anterior, agrega que, resolviendo esto, se podrían aumentar las utilidades de los pescadores artesanales, así como los niveles de competencia y precios de estos productos.
