Salmones: El año
más difícil de la industria
En 2010 las exportaciones serán mínimas, producto del virus isa. Recién en 2011 se retomaría el crecimiento gracias a profundos cambios en el sector.
El impacto del virus ISA
Los salmones llegaron a convertirse en el tercer mayor producto de exportación de Chile, con apenas dos décadas de vida. Sin embargo, el 30 julio de 2007, se desató la crisis luego de una alerta sanitaria tras la confirmación de la presencia de peces contagiados con el virus ISA, enfermedad que ha matado a millones de salmones, con ingentes pérdidas para muchas empresas del sector.
En 2006, la industria salmonera chilena registró uno de sus mejores años: envió al exterior más de 600 mil toneladas, con retornos por más de US$ 2.300 millones. Iba en camino a superar a Noruega, líder a nivel mundial.
Pero llegó la crisis. Los precios de las acciones de las dos salmoneras que cotizan en la Bolsa de Santiago (Multiexport e Invermar) se desplomaron. Hoy han recuperado parte de las pérdidas.
También ha habido un impacto en el empleo. La industria en su conjunto ha despedido a miles de trabajadores. En 2006, llegó a emplear a más de 50 mil personas, entre trabajos directos e indirectos.
50.000
trabajadores llegó a emplear
la industria
en 2006.
Más de 15 mil trabajadores despedidos y una caída en las exportaciones que podría superar el 50% será el negativo balance de la industria salmonera durante este 2009. Todo, como efecto del virus ISA. Para el próximo año el escenario que se pronostica no es mejor. Como efecto del ISA, en 2010 la producción será mínima, pues muchos de los peces se cosecharon antes de tiempo. Pese a todo, en las compañías hay confianza. Por lo pronto, todas se están preparando para retomar el crecimiento. Éste se estima comenzará recién hacia el año 2011. Siempre y cuando tengan efecto los cambios sanitarios que está implementando la industria. Clave será también la nueva Ley de Pesca y Acuicultura, que ha sufrido una serie de retrasos. La iniciativa que se discute actualmente en el Senado pretende modificar el carácter indefinido que tienen las concesiones, estableciendo un plazo de 25 años renovables. Además, el proyecto del Gobierno establece como causal de caducidad de una concesión la verificación de ciertos incumplimientos de la normativa laboral por parte del concesionario. Ambas iniciativas son rechazadas por la industria, pues se afirma que éstos son cambios en las reglas del juego. Con todo, se espera que la nueva normativa se promulgue recién a comienzos del próximo año.
›› Como parte de todo el proceso de cambio que vive la industria, se espera que ésta comience a concentrarse en menos actores. Considerando que el sector está golpeado por una severa merma productiva provocada por el virus ISA, que se suma a la precaria situación financiera, altas fuentes del sector estiman que la única opción para las salmoneras sería asociarse entre ellas o buscar alianzas internacionales con empresas acuícolas o de alimentos de nivel mundial. Esta eventual ola de alianzas está en línea con la experiencia de otros países que han vivido problemas similares, como las Islas Faroe y Noruega, siendo este país el mayor productor de salmones a nivel mundial. La otra alternativa que se vislumbra es el ingreso de fondos de inversión, para inyectar recursos frescos a las compañías y retomar el crecimiento.
