Los “brotes verdes” que han emergido en la economía mundial a partir del segundo semestre de este año —y que también se han dejado sentir en Chile— permiten augurar un mejor 2010. Será un año donde la recesión global quedará atrás. El mundo como un todo debería crecer en torno a 3%, aunque marcado por una extrema cautela, considerando una serie de variables que aún pueden poner en riesgo la recuperación; entre ellas, el alto desempleo.
La misma tónica se observará en la economía chilena. Se anticipa un crecimiento cercano al 5%, y unos US$ 27 mil millones en grandes inversiones deberían ponerse en marcha en 2010. Este mejor ánimo es ratificado por más de 300 altos ejecutivos consultados para esta publicación, quienes confirman que las ventas de sus empresas crecerán, pero éstas lo harán a tasas similares o inferiores al PIB. También advierten que el clima laboral será la variable más negativa, lo que permite anticipar que las discusiones en materia laboral y el combate al desempleo marcarán la agenda del próximo año.
Al analizar por sectores, se observa que energía y minería aparecen como los más activos; la banca y el comercio también esperan un mejor año, mientras la construcción ve un repunte más moderado en su sector. Pero la fuerte baja del dólar ha abierto profundas inquietudes, en especial en aquellos sectores ligados a las exportaciones.