Una de las grandes latas al estar en un banco son las colas eternas para hacer cualquier cosa en una sucursal. Por eso, antes de decidirte, es fundamental asegurarse que te permite hacer la mayor cantidad de trámites a través de la red: son más rápidos y la mayoría gratuitos.

Para asegurarte de que el sitio de verdad vale la pena, exige que te permitan entrar a un demo de su uso. En ese chequeo verifica si te permiten gratuitamente ver cuánta plata te queda en la cuenta, las cartolas de meses anteriores, hacer transferencias online entre tus productos y a otras cuentas de tu mismo banco y de otros bancos, pagar cuentas de servicio online con cargo a tu cuenta corriente, o revisar las compras que has hecho con tu tarjeta de crédito antes de que te facturen. Si no tienes esa posibilidad, lo vas a echar de menos mientras estés en la cola de la sucursal. Y por supuesto, pregunta si puedes obtener la clave de acceso al portal sin necesidad de ir a una sucursal. No siempre es así.

Una ventaja adicional es que si te decides por confiar sólo en internet y en la mesa telefónica del banco, el plan puede salirte aún más barato. Algunos bancos ofrecen un plan con tarifas más bajas para los que prefieren esa vía.

Por la red, además, ahora puedes informarte también de los cobros por los servicios que ofrecen los bancos. Recién desde el 27 de mayo de este año que los bancos están instruidos a informar obligatoriamente sus comisiones a través de la red, y si bien no en todos es fácil encontrar donde lo publicaron, la información suele ser bastante completa.