Tu
primer año en la universidad: Vivir en una vorágine
Ya no es lo mismo. Llegó el momento
de enfrentar nuevas responsabilidades. Ahora eres grande,
y entre otras cosas deberás preocuparte de manejar
tu propio dinero. En esta etapa es clave que padres e hijos
se den el tiempo para conversar sobre la mesada.
Tienes que leer más, investigar más,
aunque ya no eres el mateo del curso. Tendrás que aprender
a armarte el horario para estudiar y hacer trabajos, y, claro,
también deberás administrar tu tiempo, tus labores
domésticas y, cómo no, la plata, que siempre
te es escasa.
Diversos orientadores y sicólogos dicen
que a pesar de que los primeros días en la universidad
son como estar en una luna de miel, en la que se experimentan
cosas nuevas y excitantes, los cambios que tienes que afrontar
generan estados de nerviosismo, inseguridad, expectación.
En este período de adaptación a un nuevo sistema
relacional, académico, personal y afectivo, un aspecto
importante es la relación entre tú y el dinero.
Porque un hecho es innegable: necesitas administrar una mayor
parte de tu costo de vida.
Vivir de la mesada
Posiblemente
tengas que moverte más en transporte público
o tengas que controlar los gastos del auto, solventar costos
de estudio como fotocopias, libros y materiales, decidir qué
comes durante el día y con cuánto dispones para
divertirte y pololear. Si te vas a vivir a otra ciudad, con
mayor razón tienes que aprender a administrar la economía
del hogar. Por eso, en esta etapa será fundamental
que partas por definir bien lo que probablemente será
tu primera fuente de ingresos: la mesada. |