Cómo hacemos con la mesada
Atención, papás
Las reglas de oro para la mesada
Los gastos al detalle
Alternativas para carretear
  Una vez termina la universidad llega el momento de enfrentar nuevas responsabilidades.
 
Tu primer año en la universidad: Vivir en una vorágine

Ya no es lo mismo. Llegó el momento de enfrentar nuevas responsabilidades. Ahora eres grande, y entre otras cosas deberás preocuparte de manejar tu propio dinero. En esta etapa es clave que padres e hijos se den el tiempo para conversar sobre la mesada.

Tienes que leer más, investigar más, aunque ya no eres el mateo del curso. Tendrás que aprender a armarte el horario para estudiar y hacer trabajos, y, claro, también deberás administrar tu tiempo, tus labores domésticas y, cómo no, la plata, que siempre te es escasa.

Diversos orientadores y sicólogos dicen que a pesar de que los primeros días en la universidad son como estar en una luna de miel, en la que se experimentan cosas nuevas y excitantes, los cambios que tienes que afrontar generan estados de nerviosismo, inseguridad, expectación. En este período de adaptación a un nuevo sistema relacional, académico, personal y afectivo, un aspecto importante es la relación entre tú y el dinero. Porque un hecho es innegable: necesitas administrar una mayor parte de tu costo de vida.

Vivir de la mesada

Posiblemente tengas que moverte más en transporte público o tengas que controlar los gastos del auto, solventar costos de estudio como fotocopias, libros y materiales, decidir qué comes durante el día y con cuánto dispones para divertirte y pololear. Si te vas a vivir a otra ciudad, con mayor razón tienes que aprender a administrar la economía del hogar. Por eso, en esta etapa será fundamental que partas por definir bien lo que probablemente será tu primera fuente de ingresos: la mesada.