Cómo
hacemos con la mesada
Sana
medida: Los especialistas recomiendan que los padres
entreguen dinero a sus hijos universitarios de manera periódica
para que cubran sus gastos más cotidianos, pero que
de ninguna manera los hagan responsables de gastos mayores
como las matrículas y las cuentas de salud, porque
todavía no es su función.
El
monto: Los montos de la mesada muchas veces son definidos
arbitrariamente por los padres, un error carente de racionalidad
económica. Los sicólogos recomiendan que las
sumas sean establecidas en común acuerdo, luego de
una conversación horizontal entre padres e hijos. Los
universitarios deben contar con el derecho de cuantificar
y representar sus necesidades, mientras que es bueno que los
padres expongan las restricciones de presupuesto que tienen
cuando no pueden satisfacer las demandas de los hijos.
Evitar
manipulación: Una vez fijado el monto de una
mesada es bueno que no sea sometido periódicamente
a revisión, a menos que haya razones de mucho peso
(como un aumento significativo en el costo de los materiales
universitarios). En caso contrario, los estudiantes se pueden
sentir tentados a manipular las emociones para subir permanentemente
los montos.
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