Actitud
proactiva
Independientemente de lo buen estudiante que
hayas sido y de todos los diplomas que puedas haber colgado
durante tus años de academia, lo cierto es que a estas
alturas nadie va a tocar tu puerta para ofrecerte un trabajo.
Lo que hoy se lleva es la "proactividad"; vale decir,
aquella fuerza que nos mueve a tomar la iniciativa y salir
a vender todas nuestras capacidades.
Lo primero que el mercado reclama es una búsqueda
bien focalizada. Para ello, es sugerible que decidas en qué
industria te gustaría trabajar, investigues bien de
qué se trata y cómo opera cada mercado y, lógicamente,
te enteres de los perfiles que se requieren. También
es bueno preguntarse "para qué soy bueno",
pues a veces las intenciones chocan con una dura y fría
realidad.
Luego de este trámite "introspectivo", el
segundo paso es ponerse a buscar.
Fundamental:
mirar bien los avisos que aparecen en los diarios, pues en
Chile ésa es la vía a través de la cual
se consigue el 25% de todos los empleos profesionales. (No
te olvides de revisar empleos.elmercurio.com,
nuestro sitio en la web). Tampoco es una mala opción
recurrir a tu círculo más íntimo. Recuerda
que cerca del 70% de los que se insertan lo hacen por esa
vía.
Terminada esta fase de trámites, lo
que viene es armarse de paciencia y echarse a andar por las
calles. ¿Para qué caminar? Para presentarse
en cuanta empresa nos resulte atractiva y, sin más
que las ganas de triunfar, dejar el currículum en los
respectivos departamentos de recursos humanos.
No
olvides que para los empleadores no hay nada que los adule
más que un joven que se atreve a ofrecer su talento
justo en "esa empresa" y no en otra. Seguro que
al menos pensarán "qué tipo empeñoso
éste". |