Proyecciones
Mejor, pero insuficiente. Así será
el comportamiento de las economías de la
eurozona en 2006. Porque si bien crecerán
más que en 2005 –entre 1,8% y 2,1%
frente a 1,3% del año anterior- todavía
no logran recuperar el dinanismo que las caracterizó
hace unos años. Sólo un ejemplo.
Quienes fueran consideradas como el “motor”
de Europa, Alemania y Francia, sólo se
expandirán en 1,2% y 1,8%, respectivamente.
La expansión será impulsada por
las exportaciones y la recuperación de
las inversiones en capital fijo gracias al aumento
de la confianza de los empresarios, los sólidos
beneficios corporativos, la depreciación
del euro y las bajas tasas de interés de
largo plazo. Sin embargo, el mayor obstáculo
continuará siendo la debilidad de la demanda.
De hecho se prevé que el consumo privado
crezca moderadamente por el alza de los precios
del petróleo y el incremento del ahorro
motivado por la preocupación de las finanzas
públicas y las perspectivas de largo plazo
del sistema de pensiones y de salud.
Cinco países excederán el déficit
presupuestario límite de 3% del PIB (Portugal
-5%, Italia -4,1%, Grecia -3,8%, Francia -3,5%
y Alemania -3,4%). Y así la consolidación
fiscal seguirá siendo un tema prioritario.
Amenazas
La falta de dinamismo de la Eurozona la deja más
vulnerable a los shocks externos, como una nueva
apreciación del euro o un alza de las tasas
de interés. Se teme que los altos precios
del petróleo ejerzan una presión
importante sobre los precios y la inflación
llegue a 2,4% el primer trimestre de 2006. En
términos específicos, uno de los
temas que preocupa en el Viejo Continente es el
altamente valorado mercado inmobiliario en España
e Irlanda que puede estallar y dar pie a un ajuste
que afecte el consumo.
Desafíos
Para terminar con la débil demanda doméstica,
los países de la eurozona tienen que emprender
reformas estructurales. Francia, Alemania e Italia
deben flexibilizar la negociación salarial.
Alemania, Grecia, Italia, Holanda y España
tienen que bajar la presión impositiva,
en tanto Francia, Grecia, Italia, Portugal y España
deben reformular la protección al empleo.
Austria, Bélgica, Francia, Alemania y Grecia
tienen que reducir los incentivos al retiro temprano,
mientras que Bélgica, Alemania, Grecia,
Holanda, Noruega y España deben abocarse
a reformar los seguros sociales.



|