Hace 10 años, el número de turistas
apenas sobrepasaba el millón de personas.
En 2005 se llegó a los 2 millones y para
este año se estima un crecimiento en torno
al 15%, para llegar a los 2,3 millones de turistas.
De acuerdo a cifras del Servicio Nacional de
Turismo, los ingresos de esta actividad también
experimentarán un importante crecimiento.
En 2005 batieron récords, con US$ 1.500
millones, mientras en 2006 se espera llegar a
los US$ 1.650 millones.
El principal desafío impuesto por la industria
está en potenciar la llegada de turistas
de larga distancia, esto es, europeos principalmente.
¿La razón? Se quedan más
días en el país y el promedio de
gasto diario duplica a la de otro turista latinoamericano.
En 2000, sólo un 23% de los turistas que
llegaban al país provenían de Europa
y EE.UU., siendo el gran fuerte Argentina. Cinco
años después el cambio ha sido drástico:
de acuerdo a cifras oficiales de Sernatur, europeos
y norteamericanos representan el 36% del total,
mientras que los argentinos descendieron del 55
al 33%.
Así es como el turista alemán ha
cobrado especial relevancia y también el
norteamericano y el brasileño, especialmente
durante las vacaciones de invierno, cuando llegan
a los principales centros de esquí a disfrutar
del deporte blanco.
Crear y fortalecer los nichos será clave
este año. El turismo aventura, el turismo
de convenciones, congresos y negocios y el cultural
llevan la delantera. En este último se
potenciarían zonas como Valparaíso,
las iglesias de Chiloé, las salitreras,
la arqueología y la artesanía.
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