El sector pesquero no sabe qué esperar
para 2006. El año que recién pasó
fue complejo porque a pesar de que la industria
obtuvo buenos resultados comerciales (con un 20%
de crecimiento anual de los ingresos en dólares)
el resultado fue negativo, porque hubo embates
por varios frentes. Es probable que este horizonte
oscuro se repita o empeore para este año,
aunque también es posible que las autoridades
hagan cambios que impulsen positivamente a esta
industria que movió más de US$ 1.150
millones durante 2005. Todo va a depender de cómo
se resuelvan las cuotas de pesca, el dólar,
el precio del petróleo y el apoyo logístico
a barcos fábrica chinos.
De acuerdo con la Sociedad Nacional de Pesca,
las cifras de 2005 son atractivas, pero a la vez
engañosas. Ello porque si bien el sector
ha aumentado los retornos por ciclo positivo de
la harina de pescado, logró subir las ventas
de las algas por nuevos usos e incrementó
la venta de stocks acumulados en el norte, la
industria ha sido fuertemente golpeada en los
resultados.
Cuotas a la baja
Como en gran parte de la industria exportadora
nacional, cuyos ingresos están nominados
principalmente en dólares, el bajo tipo
de cambio les afectó fuertemente, lo que
podría mejorar para 2006 porque se espera
un alza en el dólar de 10% (al menos según
la corredora LarrainVial). Por otra parte, los
precios mundiales bajaron en 2005 y a pesar de
que el volumen total creció en 30%, el
retorno de las exportaciones en dólares
aumentó sólo en un 20%.
A final de 2005 el Consejo Superior de Pesca
–entidad encargada de definir las cuotas
de pesca de recursos marítimos para los
operadores nacionales– decidió fijar
las cuotas para el año siguiente, y estableció
una disminución de 75 mil toneladas en
la cuota de captura del jurel para los barcos
chilenos. La principal molestia del sector pesquero
es que esta baja del 5% para 2006 se debe especialmente
a la pesca indiscriminada de los buques chinos,
los que no cooperan en la conservación
de las especies, no cumplen cuotas, ni pagan patentes
pesqueras.
Este escenario podría mejorar si se aprueba
que los barcos chinos dejen de recibir apoyo logístico
en los puertos nacionales, único país
donde lo obtienen. Sin poder hacer uso de las
instalaciones portuarias y cambiar de tripulación,
las operaciones de los chinos no serían
rentables a los actuales valores del petróleo,
y su ausencia aumentaría el número
de especies, haciéndose posible la revisión
y aumento de las cuotas de captura en beneficio
de los chilenos. Por otro lado, la fuerte alza
en el precio del petróleo les pegó
fuerte y se convirtió en el costo más
significativo de la industria por sobre el costo
laboral en las distintas empresas. Además,
durante 2005 el jurel, una especie migratoria
que es el principal insumo, se ubicó lejos
de las costas, lo que encareció los costos
de captura. Para este año 2006 no se prevén
bajas significativas en el precio mundial del
petróleo.
En definitiva, es importante estar atentos y ver
qué va a suceder con los barcos chinos,
con las cuotas de captura y con el precio del
dólar y el petróleo; de ello dependerá
el cómo será el año.
|