El
financiamiento
Estudiar
en el extranjero es una tremenda inversión; por eso,
hay que investigar y tratar de combinar todas las posibilidades
de financiamiento que tengas. Hay que tener claro que puedes
financiarte con una beca, pidiendo un crédito y trabajando
en el país de destino. Veamos cada una de éstas.
Becas
No
te conformes con las becas clásicas. Consulta por
correo a la universidad a la que postulas cuáles
son las posibilidades de beca, averigua en tu universidad
si es que algún convenio que haya firmado te favorece,
chequea opciones en las bases de datos de becas de Internet,
ve en fundaciones, en tu trabajo y con los organismos de
Gobierno.
Una vez que tengas una lista contundente, chequea los requisitos
que piden y los plazos que exigen. Quédate con las
que cumplas con lo que piden y puedas postular, y juégatela
con todas. Si bien algunas becas no permiten o reducen la
ayuda si es que tienes más de un apoyo, la mayoría
no restringe la postulación múltiple. Preocúpate
de la duplicación después.
Igual que con la universidad, una beca te va a pedir probablemente
que envíes tu currículum y un ensayo personal.
Revisa en los sitios web de la beca cuáles son los
criterios de adjudicación y los principios que inspiran
a la fundación que entrega la beca, y preocúpate
de destacar en ambos documentos las cosas que has hecho
que coinciden con ese perfil, y trata de plantear tu proyecto
a realizar una vez que regreses, en los mismos términos.
Recuerda que al igual que las universidades, las fundaciones
suelen premiar en general la experiencia en liderazgo y
en actividades de ayuda social, así que menciónalas,
al igual que las investigaciones científicas que
hayas realizado si la entidad que otorga la beca busca ese
perfil. La investigación y el alto impacto social
también son valorados en un proyecto educativo.
Envía toda la documentación sin pasarte de
la fecha límite y espera que te contacten. Lo harán
aún si no fuiste escogido.
Créditos
Hay
que tener en cuenta que aun si consigues una beca, la mayor
parte de ellas son sólo parciales. Por eso, vale
la pena ayudarse con un préstamo. Si bien puedes
acudir al clásico crédito de consumo, no es
la alternativa más conveniente. Posee tasas más
altas y está pensado para personas que conservan
algún nivel de ingresos, lo que no es normalmente
el caso de quienes van a estudiar fuera. La opción
pensada para estudiar fuera es el crédito de posgrado,
conocidos también como crédito Corfo.
Se llaman así porque si bien son administrados por
varios bancos, BBVA, Banco BiCE, de Chile, Santander Santiago,
Security, Bank Boston y BCI, los fondos que se prestan le
pertenecen a la Corporación de Fomento (Corfo), y
por eso, se dan en condiciones preferentes.
En términos formales, se trata de un crédito
de hasta 3.000 UF (o sea, unos $51 millones o US$ 80.000),
que se entrega a una tasa fija, por un período de
entre 4 a 10 años y un plazo de gracia de hasta 3,5
años. O sea, la mayor parte de las veces lo pagas
sólo una vez que regresaste.
En cuanto a los requisitos, la Corfo exige que a quienes
se les otorgue, vayan a estudiar un curso de al menos 1
año de duración, que ya posean un grado académico
de una carrera que haya durado al menos 8 semestres, y que
la calidad académica del curso esté acreditada
ante la Agencia de Cooperación Internacional, la
Comisión Fulbright u otra entidad especializada.
Los bancos, por su parte, exigen la solvencia natural que
le piden a quien solicita un crédito. En el caso
de quienes dejan de recibir ingresos, normalmente se les
pide un aval. También es común que financien
sólo a quienes se les evalúa como con posibilidad
de obtener un buen ingreso al regresar. Hay que tener claro
que de obtenerlo, el período de gracia comienza a
regir recién cuando haces el primer retiro.
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