Pocos destinos en el mundo ofrecen tantas ventajas para los jóvenes chilenos como el Cuzco, Perú. Tanto por la cercanía como por los precios y la exquisita oferta cultural que ofrece, vale la pena darle un espacio especial. A continuación te presentamos el itinerario más conveniente que pudimos diseñar para ti.

Trasladarse con poca plata de Santiago a la ciudad santa de los Incas no es fácil. Puedes tomar un bus de Santiago a Arica, que se demora algo así como 36 horas. En el extremo norte, puedes tomar un taxi colectivo que te llevará al terminal de buses de Tacna por unos mil pesos chilenos. Ahí conviene regatear con la persona que te venderá el pasaje a Arequipa, ciudad distante a unas seis horas de Tacna. El ticket no debiera costarte más de dos mil pesos, lógicamente expresado en soles peruanos o en dólares.
Una vez en Arequipa, te conviene alojar lo más distante posible de la Plaza de Armas, que es donde se encuentran los hostales más caros. Tienes la alternativa, eso sí, de quedarte en un albergue estudiantil, siempre y cuando tengas la suerte de encontrar algún espacio (están siempre llenos).

Para ir, finalmente, de Arequipa a Cuzco deberás viajar toda la noche en bus - con mucha ropa, pues los buses no tienen calefacción, aunque así te lo aseguren antes de subir- , por unos cuatro mil pesos chilenos. Una vez en Cuzco, puedes tomar un tren que en tres o cuatro horas te dejará en Aguas Calientes, que es el último pueblo antes de las ruinas. En ese lugar, puedes tomar un bus que te dejará en las puertas de Machu Pichu o caminar una hora por el sendero de los Chasquis hasta la entrada de la ciudadela.