5d- HidroAysén

Aporte a la matriz eléctrica

El proyecto eléctrico más mediático y de mayor envergadura del país es HidroAysén, de Endesa y Colbún. La iniciativa contempla aportar 2.750 MW al SIC hacia 2020, a través de cinco hidroeléctricas ubicadas en la XI Región. En concreto, dos de las centrales se ubicarán en el río Baker y tres en el Pascua, y supondrán una inversión estimada de más de US$3.200 millones.

Se proyecta que la primera central, Baker 1, aporte 660 MW a partir de 2013. Pascua 2.2, en tanto, sería puesta en servicio en 2015 y entregaría 500 MW. La iniciativa contempla que la central Pascua 2.1 inyecte 770 MW desde 2018 y que un año después entre en operaciones Pascua 1, con 460 MW.

La etapa de construcción del proyecto estaría culminada en 2020 con la puesta en marcha de Baker 2, la que generaría 360 MW.

HidroAysén, por medio de su conexión al SIC, abastecerá a 10 de las 15 regiones del país y, por tanto, a más del 90% de la población.

¿Por qué se eligieron esos ríos?

La empresa explica en su sitio web que una de las principales características de los ríos Baker y Pascua es que presentan una baja variabilidad de sus caudales. Por ejemplo, en casos de sequías extremas en la zona central, los mencionados ríos han sido más húmedos que su propio promedio. De hecho, si se consideran en conjunto las cuencas actuales del SIC, su variación anual es del 21%, al agregarle los ríos Baker y Pascua, ésta disminuye a un 12%.

Génesis de la iniciativa

Los estudios sobre el potencial hidrológico de Aisén no sólo han estado ligados al megaproyecto que Endesa y Colbún han impulsado durante los últimos años. Ya en la década de los cuarenta, el Gobierno de Chile comenzó a analizar la zona con fines energéticos, exploración que fue retomada a principios de los sesenta y, nuevamente, en 1974, cuando se confirmó la capacidad hídrica de los ríos Baker y Pascua.

Sólo en 1999, bajo el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz- Tagle, se consideró la posibilidad de realizar un proyecto eléctrico de envergadura en la XI Región que, mediante un conjunto de represas, abasteciera al Sistema Interconectado Central (SIC), con 2.400 MW. Éste comenzaría a concretarse en 2005 con los estudios de viabilidad del “Proyecto Hidroeléctrico Aysén”.

La empresa se consolidó un año después, con la participación de dos de las principales compañías energéticas del país, Endesa Chile y Colbún S.A., con una participación del 51% y 49% de las acciones, respectivamente.  

En 2007, HidroAysén reformuló su anteproyecto, que contemplaba en sus inicios cuatro centrales y 9.300 hectáreas a inundar, recogiendo las inquietudes que giraban en torno al impacto de la iniciativa. Se disminuyó la superficie a 5.910 hectáreas -un 36,5%-, para lo que fue necesario incluir una quinta represa, la que permitió además aumentar su aporte al sistema, a 2.750 MW.

El impulso del Gobierno

En febrero pasado, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, le dio un fuerte impulso a las centrales de HidroAysén como factor clave para el alivio energético a largo plazo.

Ante la consulta de si es partidario de la hidroelectricidad en la XI Región, fue muy claro. “Por supuesto que sí. Creo que, con el debido respeto al tema ambiental, que se está haciendo con mucha prolijidad, el desarrollo hidroeléctrico en Chile es un asunto que debemos abordar con toda la decisión del Estado”, aseguró Pérez Yoma.

En la oportunidad, el gerente Pro Inversión, Carlos Mladinic aseguró que una vez que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se presentara –lo que finalmente ocurrió en agosto pasado- se preocuparían de que el proceso se  desarrollara lo más rápido posible.

Estas declaraciones contrastan con lo ocurrido durante los últimos meses, en que tanto el EIA de HidroAysén como la obtención de derechos de agua adicionales para concretar las centrales han enfrentado obstáculos.

El polémico Estudio de Impacto Ambiental

El pasado 14 de agosto la HidroAysén entregó al Gobierno el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), de acuerdo a lo estipulado en la Ley de Base del Medio Ambiente (N°19.300) y sus reglamentos asociados.

El documento fue elaborado por la sociedad  SWECO-POCH-EPS, integrada por la consultora europea SWECO Internacional AB y las empresas nacionales Poch Ambiental S.A. y EPS Ingeniería y Consultoría de Proyectos Ltda., que se adjudicó la licitación en diciembre de 2006.

La consultora SWECO ha sido uno de los actores más importantes en el desarrollo hidroeléctrico de Noruega y Suecia, como también en otros países de Europa.

El organismo encargado de evaluar es EIA de HidroAysén es la Corema de la XI Región.  El 7 de noviembre de 2008, dicho organismo decidió no aprobar el proyecto ante las más de 3.000 preguntas formuladas por 32 servicios públicos del país.

Lo anterior no implica un rechazo formal de la Corema, sino una devolución del proyecto a la empresa con una avalancha de consulta. Además de las interrogantes de los servicios públicos, la compañía debe responder a las preguntas planteadas por organizaciones ciudadanas, entidades académicas y cualquier persona interesada en hacerlo, en el contexto del proceso de participación ciudadana.

El 19 de noviembre del mismo año y a un día de que venciera el plazo legal dado por la autoridad para responder las más de 3 mil observaciones que se realizaron al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto, HidroAysén pidió a la Corema suspender por nueve meses los plazos de la evaluación ambiental para su proyecto.

El gerente general de la firma, Hernán Salazar, afirmó que "solicitar una suspensión es una alternativa enteramente habitual en este tipo de procesos y servirá para contar con el tiempo necesario para complementar la información del EIA en el desarrollo de esta iniciativa clave para la seguridad energética".

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